Ejemplos con trazada
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Su política desde el primer momento fue una continuación de la trazada por su predecesor para ayudar a Carlos I de Anjou.
Al mismo tiempo, se gira el volante totalmente en dirección contraria para mantener al coche por la trazada deseada.
A este último arquitecto está vinculada la puerta inconclusa de los pies, llamada del Osario, trazada a modo de arco triunfal romano de medio punto con ménsula en la clave y flanqueado por columnas toscanas sobre altos pedestales.
Es el primer ejemplo de cúpula encañonada, un tipo de falsa cúpula trazada sobre un armazón de madera recubierto de yeso, que, dada su ligereza, facilita su apoyo sobre muros de escaso grosor.
De todos modos el Tribunal rechaza que actos ejecutados por autoridades locales invaliden la posición del gobierno de Tailandia respecto de una frontera trazada en un mapa.
El nuevo Pontífice afirma que seguirá la senda trazada por el Concilio Vaticano II y elogia a Juan Pablo II, del que dice que ha dejado una iglesia más valiente, más libre, más joven.
La colocación de los cartones y el sentido que tenían al observarse en conjunto pudo ser una estrategia trazada por Goya para que sus clientes, Carlos y María Luisa, quedasen atrapados en el flirteo que se demostraba de pared a pared.
Acababan de recorrer las habitaciones en desorden y reían a carcajadas leyendo la inscripción trazada por el capitán von Hartrott: Se ruega no saquear Encontraban la farsa muy ingeniosa, muy germánica.
La marquesa ateníase en sus palabras a la pauta trazada de antemano por Butrón, evitando con habilidad suma los puntos escabrosos y las mentiras gordísimas marcadas por el diplomático, hablaba muy despacio, con sencillez exenta de toda pedantería y el aplomo y la seguridad que dan a las personas nacidas y criadas en altas esferas el trato continuo de gentes y la conciencia de su propia grandeza.
Aquel no se acababa nunca, daba vueltas para arriba y para abajo como una rúbrica trazada con el sonido.
Lo deseaba, sí, pero como tenía su criterio formado y su invariable línea de conducta trazada, no daba un valor excesivo a lo que de la visita pudiera resultar.
