Ejemplos con tráeme
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Anda, Eva, tráeme a tus pequeños.
Vamos, tráeme a Sol, ¿pero es de veras que Juan no viene hoy?.
Tráeme la diadema y el coturno.
Tráeme una honradez que me dé de comer, y tendrás que santiguarte al entrar en mi casa.
Mas si quieres estar entre los buenos, búscame a , el de la pacificación, y tráeme su cabeza en un plato, ansí como trujo Salomé la del otro , falso y engañador profeta al igual de este.
y tráeme pronto noticias del triunfo de nuestros hermanos.
Tráeme rosas , decía sonriendo a Gabriel, como si en el último instante de su vida quisiera comulgar con la belleza natural de un mundo afeado y entenebrecido por los hombres.
Toma más dinero si quieres, y tráeme lo que te digo.
Rico del alma, fuera de broma, tráeme unos durillos, que me hacen mucha falta.
Tráeme lo que quieras con tal que vengas pronto.
Si hay noticias, ven mañana, ¿eh? y tráeme algún periódico, que es la única distracción que tengo.
Anda, rica, cañamón de los ángeles, tráeme lo que te pido, así Dios te dé la vida celestial que te tienes ganada, y tres más, y así te coronen los serafines cuando entres en el Cielo con tu patita coja.
Y lo voy a hacer, sí, lo hago y me cuelgo si no me miras y me dices algo Cojita graciosa, enanita remonona, mira, oye: si quieres que te quiera más que a mi vida y te obedezca como un perro, hazme un favor que voy a pedirte, tráeme nada más que una lagrimita de aquella gloria divina que tú tienes, de aquello que te recetó el médico para tu mal de barriga Anda, ángel, mira que te lo pido con toda mi alma, porque esta penita que tengo aquí no se me quiere quitar, y parece que me voy a morir.
Mira, tráeme agua azucarada templadita, ¿sabes? Tengo sed.
Inocencio entre serio y jovial-, puesto que hemos concluido de cenar, tráeme la jofaina.
Mira hijito, sal tú por ahí, entérate bien, y tráeme noticias de lo que se dice en el pueblo.
A ver -añadió abriendo la puerta de su casa-, ciudadana, tráeme las lancetas.
Tómalo, véndelo en ese precio y tráeme los mil dracmas.
Tráeme un poco de agua.
Tráeme inmediatamente el diccionario que le proporcionaste el otro día a don Teodoro.
-Ve a mi biblioteca y tráeme el libro de Los reyes contemporáneos y el Almanaque astronómico.
-Secretario, tráeme la cajita de mis entretenimientos.
-Tráeme las dos cosas más preciosas de la ciudad -dijo Dios a uno de sus ángeles.
Anda, anda, tú, corre y tráeme a D.
Corre, vete por eso, oye, tráeme aquel alfiler del pelo, el de cabeza de dublé, que te costó dos reales.
Anda, tráeme un vestido tuyo, de percal, y un mantón tuyo y un pañuelo.
Tráeme un vaso de agua.
-Tráeme mi navaja de barba, le dije a Rufino.
-¡Pascual, tráeme unas astillitas secas para encender el horno!.
Ya que eres tan bueno, tráeme un poco de algodón en rama y unos anteojos ahumados.
