Ejemplos con tozudo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

no puede estar mejor dedicada que a este abnegado y tozudo militar británico y sus pilotos del Mando de Caza.
Con fama de mujeriego y donjuán, Alonso Álvarez de Soria es el andaluz tozudo, tirador repentista de El Viaje del Parnasso y también el seductor Loaysa de El celoso extremeño.
De vuelta al Berlín de su juventud, ciudad símbolo de la Guerra Fría donde ya había rodado otra de sus grandes películas, Billy Wilder se mofa del miedo a una posible conflagración nuclear y propone una ácida y trepidante crítica a los dos grandes sistemas en liza: el comunista, al que retrata a través de un tozudo, impetuoso y no muy lúcido jovenzuelo con la cabeza llena de consignas, y el capitalista, que tiene en su máximo exponente en ese cínico, hábil y manipulador jefe de ventas capaz de explotar al máximo las debilidades de cuantos le rodean.
Ese mismo año interpreta en forma muy convincente al tozudo inspector en la versión cinematográfica de la novela de Victor Hugo, Los Miserables de Bille August, junto a Liam Neeson, Uma Thurman y Claire Danes.
Era directo, tozudo, carente de tacto y tenía poco aprecio a su título como hombre de estado, pero su energía en el campo de batalla y en el parlamento lo convirtió en un valioso apoyo para la causa parlamentaria.
¡Sí tenía cualidades el monstruo! frío en la represión, constante en el rencor y el odio, tozudo en sus decisiones negativas, incrédulo ante la amenaza del desprestigio, violento en el castigo y la venganza, igual que su medio y su época, desconfiado ante la luz ajena, egocentrista, absoluto, desdeñoso de la cultura en su más amplio sentido, escaso en su información sociológica, audaz en sus pretensiones de creador, de ideas explosivas altanero en su papel de jefe, así era Tomás Garrido Canabal.
De madre leonesa y padre aragonés se confiesa tozudo y tenaz como un buey.
Pero esto no fue razón por la que Urkel dejaría de perseguir a Laura, ya que Urkel era enormemente tozudo, y siempre estaría enamorado de Laura.
Gonzalito procuraba alimentárselas, pero en el fondo dudaba mucho de ello, porque su claro papá era más tozudo que un caballero de la Tabla Redonda.
El jardinero hablaba con orgullo de su estirpe: de su noble y desgraciado pariente el condestable don Álvaro enterrado como un rey en su capilla detrás del altar mayor, del papa Benedicto XIII, altivo y tozudo como todos los de la familia, de don Pedro de Luna, V de su nombre en la silla arzobispal de Toledo, y de otros parientes no menos ilustres.
No había otro que le igualara en aptitudes para establecer un predominio efectivo, por la sola razón de ser más audaz, más tozudo y más insolente que los demás.
Hubiera sido muy de mi agrado llegarme allá para ver a Espartero y hablar con él, pero no quise hacer ostentación de mis concomitancias y empleaba las horas de aquel destierro paseando con los curas amigos de Cornellá y míos, uno de los cuales era ilustradísimo, de buena sombra y un tantico maleante, el otro cerril y tozudo, con un acento catalán tan gordo y áspero, que me costaba trabajo entenderle cuando llenaba su boca de palabras castellanas, como si la llenara de sopas calientes.
Sus ojos azules, húmedos y sumisos, su color animado, su pelo castaño que se rizaba en conchas paralelas y caía en dos trenzas hasta más abajo del talle, embellecían mucho a la muchacha y disimulaban sus defectos, lo pomuloso de su cara, lo tozudo y bajo de su frente, lo sensual de su respingada y abierta nariz.
— ¿Acaso eres tozudo y de carácter triste?.
Aquello podría haberme vuelto loco, pero siempre fui bastante tozudo, así que aguanté y esperé a que llegara mi momento.
Las teorías están muy bien, pero nosotros tendremos que vérnoslas con un tozudo jurado británico.
-¡Habráse visto tozudo! La cuerda lo hará discreto.
Estáis infectados del veneno de la herejía, sois un pueblo tozudo que cierra ojos y oídos a la verdad, tenéis miedo a oír y a entender.
-¡Qué he de creer, padre! ¿Soy yo tozudo? Eso del infierno es cuento de frailes borrachos para embaucar beatas, ¡qué cuerno!.
Y es que el maldito, si bien no tenía la trastienda de Salomón, tampoco pecaba de tozudo, y relataba al dedillo los chichisbeos de las tres veces coronada ciudad de los Reyes, con notable contentamiento de su curioso auditorio.
Hermanando con arte supremo la psicología y la medicina, Miquis les explicó el carácter entero y tozudo de doña Sales, su propensión a la inflexibilidad y a las resoluciones inquebrantables.
Hubiera sido muy de mi agrado llegarme allá para ver a Espartero y hablar con él, pero no quise hacer ostentación de mis concomitancia sayacuchas, y empleaba las horas de aquel destierro paseando con los curas amigos de Cornellá y míos, uno de los cuales era ilustradísimo, de buena sombra y un tantico maleante, el otro cerril y tozudo, con un acento catalán tan gordo y áspero, que me costaba trabajo entenderle cuando llenaba su boca de palabras castellanas, como si la llenara de sopas calientes.
tozudo, aragonés, de un crédulo, francés, de un encantado, danao, y así de todos los otros.
Pedro tuvo que dar por aquel vaso de leche, en su concepto sucia y corrompida, diez veces más de lo que le hubiera costado en su aldea un vaso de leche limpia y fresca, y como se quejara de lo mal que se le había servido, faltó poco para que le midiera las costillas con una estaca un tozudo montañés, que a su salida apareció en la puerta de la quesería.
Su voluntad de campesino tozudo anulaba las exigencias de su sexo, que le causaban horror, teniéndole como tentaciones del Malo.

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