Ejemplos con titánico

Allí se agitaban decenas de hombres, animados por el titánico esfuerzo de extraer los minerales, al tiempo de procurarse un salario.

El Titánico quedó segundo también en la promoción tras el Rayo Majadahonda, que le ganó en Madrid y empató en Laviana.

Cinco derrotas y sólo una victoria en Las Tolvas frente al Viveiro condenaron al Titánico a la última posición, asciendiendo la Cultural.

En él se llama al equipo tanto Titánico como Titánic.

El himno del Real Titánico fue escrito por Efrain Canella y cuenta con música de Enrique Montes.

El círculo central consta de tres franjas verticales rojas sobre fondo blanco, mientras que la corona es azul sobre la cual una inscripción en blanco con el lema: Real Titánico Laviana.

El escudo del Titánico es redondo, con dos circunferencias concéntricas que lo dividen en un círculo, en el centro, y una corona circular por el exterior.

Al contrario que la mayoría de equipos, el Titánico no recuperó su nombre originario tras el cese de la prohibición de extranjerismos en los nombres de los clubes.

Unos años más tarde se establece por fin el campo definitivo, Las Tolvas, y se recupera el nombre de Real Titánico tras amortizar la deuda federativa.

Tras la guerra reaparece el equipo, volviendo al nombre inicial pero castellanizado por orden del nuevo gobierno de Franco, Real Titánico.

El Real Titánico, o Real Titánic es un club de fútbol de España de Pola de Laviana, en el concejo asturiano de Laviana.

El partido se juega ante el Real Titánico en Pola de Laviana.

Pero esta vez nada impide a los blanquinegros el ascenso de categoría: el Titánico y el At.

Esos trabajadores míseros cuya vida es una continua lucha y un esfuerzo titánico y desproporcionado, son muchas veces felices, y el mar, su enemigo, el mar, el monstruo incomprensible, llena su existencia y hace su felicidad.

Esperemos que el espíritu de aquel titánico organismo social, que ha sido hasta hoy y solamente, sea también algún día inteligencia, sentimiento, idealidad.

Yo, Tito Liviano, el hombre raquítico, enclenque, de ruin naturaleza, residuo miserable de una raza extenuada, politicastro que pretendía reformar el mundo con discursos huecos, con disputas doctrinales, fililíes retóricos y dogmáticos requilorios, me sentí tan humillado, que anhelé con toda mi alma huir de la comparación con aquel ser titánico de infinita grandeza.

En Cristina pensaba el mártir cuando bajó del coche en el lugar donde formaba el cuadro, y al ver a los soldados del regimiento que llevaba el nombre de la augusta Princesa, de la diosa, del ídolo, de la Dulcinea más soñada que real, sintió por primera vez el frío de la muerte, y una congoja que hubo de sofocar con titánico esfuerzo para que no se le conociera en el rostro.

titánico, pero la corteza se despegaba y lo hacía deslizarse y recomenzar.

Helí Mesa, que dirigía el trajín titánico, montó el revólver al.

Ella hace que las naciones paguen muchas veces una libertad ilusoria con la pérdida de sus derechos y libertades verdaderas, y que encaramen tontamente sobre sus hombros todavía llagados por el azote de un señor derribado, el poderio titánico de sus libertadores, que desde ese momento dejan de serIo y asumen el papel de compradores de esclavos, no importa que la moneda con que hizo la transacción haya sido de sus padecimientos y su sangre.

Aquellos túneles vegetales le daban la sensación de un trabajo titánico y disforme.

Palmo a palmo, ese pueblo quitó su tierra a las aguas, ola por ola, rechazó el embate del mar, día por día, sintió que faltaba para sus movimientos el espacio, bajo sus pies, el sustento, en torno suyo, el hálito y el calor del terruño: como despierta el huérfano y busca en vano el regazo de la madre, y día por día, los rescató con esfuerzo sublime, día por día, tuvo tierra de nuevo, como si, al amanecer de cada sol, hundiera el brazo bajo el agua, y allá, en el fondo del abismo, tomase a la roca por sus crestas, y la alzara de un arranque titánico, y la pusiese otra vez sobre el haz de la onda.

Junto al noble linaje de artistas, nunca muy grande en número, para quien la perfección es la dulce enemiga, aparecen aquellos otros fáciles, inexhaustos y torrentosos, los que, indistintamente y a manos llenas, derraman, con la derecha, belleza, con la izquierda, trivialidad, acumulando, entre ambos materiales, tan desigual y vasta obra como la del Tintoreto en pintura, en música la de Donizetti, o la de Lope de Vega en poesía, pero no siempre la mayor realización de fuerza está del lado de quienes más producen, y más considerable suma de energía consagrada al arte representa, sin duda, la vida de un Flaubert, recluido en su encierro y soledad de monje artífice, para dejar por fruto de su esfuerzo titánico unas pocas novelas, que la vida de un Lope, franqueada a todos los vientos de la acción y el placer, y arrojando al mundo, por los resquicios que acertaba a abrir entre unos amores y unas cuchilladas, tal cantidad de invención que, entre veinte autores que se la repartiese, aun pasarían por pródigos.

¡Pobres objetos tantas veces soñados en noches febriles de soltera, y luego, más tarde, en otras noches de insomnio, en los interminables inviernos pasados en la vieja ciudad, en la señorial morada de los Monreal! ¿Qué sería ahora de vosotros? Como trofeos de una derrota os expondrían a la vergüenza en alguna almoneda, para ser pasto de la malévola, curiosidad de las gentes, como lo serían también, como trofeos éstos de una gran caída moral, otras cosas -prestigios, glorias, leyendas, honores- creados en una vida de titánico esfuerzo.

Que conocen el titánico pensamiento del mundo,.

Sentí que toda la sangre se me subía a la cabeza, pero haciendo un titánico esfuerzo, me dominé, y con risa sardónica acerqueme a la joven, haciendo como que no veía a Vázquez, tranquilo y grave, y sin ver en realidad al viejo Blanco, que estaba en la sombra.

Yo, Tito Liviano, el hombre raquítico, enclenque, de ruin naturaleza, residuo miserable de una raza extenuada, politicastro que pretendía reformar el mundo con discursos huecos, con disputas doctrinales, fililíes retóricos y dogmáticos requilorios, me sentí tan humillado, que anhelé con toda mi alma huir de la comparación con aquel ser titánico de infinita grandeza.

En Cristina pensaba el mártir cuando bajó del coche en el lugar donde formaba el cuadro, y al ver a los soldados del regimiento que llevaba el nombre de la augusta Princesa, de la diosa, del ídolo, de la Dulcinea más soñada que real, sintió por primera vez el frío de la muerte, y una congoja que hubo de sofocar con titánico esfuerzo para que no se le conociera en el rostro.

Napoleón tuvo un pensamiento digno del genio, en aquel elefante titánico quiso encarnar al pueblo.

Aquí están buenos amigos de Karl Marx, que no fue sólo movedor titánico de las cóleras de los trabajadores europeos, sino veedor profundo en la razón de las miserias humanas, y en los destinos de los hombres, y hombre comido del ansia de hacer bien.