Ejemplos con tendrá

Tendrá siempre un amo bueno a menos que en las manos de los gitanos.

Para que su gran delito le sea perdonado, tendrá usted que hacer firmísimo propósito de enmienda y prometerme que nunca, nunca, con ningún motivo, dirá usted a Belarmino una palabra desabrida ni le mentará la hija, más que hija, aunque no lo sea de la carne que usted le ha hecho perder.

El otro Pereda será una de las esperanzas, o mejor dicho, una de las realidades de la novela contemporánea española, tendrá algo de Balzac y algo de Dickens y algo de Topffer.

Y si después de esto no saca tu padre al suyo los ojos, o el dinero que le debe, te digo que no tendrá sangre ni vergüenza.

Que el día en que sea diputado tendrá cien mil cosas en qué ocuparse, más formales que este pobre camino.

El día en que los pobres se juntasen para quemar las siembras, para envenenar las fuentes, sería el día de la gran justicia Ese día llegará, y el sol, sol de incendio y de sangre, tendrá la faz de Dios.

Cuanto era mío, mañana será vuestro, y el cuerpo que será de los gusanos, tendrá más noble destino No lloréis vosotros, criados y hermanos míos, que estas puertas las hallaréis siempre francas, y, aunque fría, siempre sentiréis mi mano tendida hacia vosotros.

¡Ya tendrá su descanso, y qué luengo será!.

Tendrá su manto de una sábana blanca y su corona ribeteada de papel.

Tendrá su mesa con pan de trigo y cuatro odres haciendo una cruz.

Será una primavera triste y sin frutos, pero tendrá flores.

Amigas como yo no tendrá usted ninguna.

Mientras Europa esté armada y hasta la más pequeña nación tenga un ejército, España lo tendrá también.

No hay quien no crea que en el porvenir le aguarda una faja, y no tendrá más que descolgarla para ponérsela en la cintura.

Tendrá usted quince pesos mensuales.

¿Tendrá con eso lo suficiente para comer, vestir, pagar casa, y subvenir a las necesidades de su familia? No, ¡claro que no! Con esos veinte pesos, o quince, o diez, o menos, que eso ganará, porque usted no peca de pródigo, no le alcanzará para comprarse un par de botines.

Pero, óyelo, óyelo: ninguna te amará como yo, ninguna tendrá para tí este amor que encadena mi alma a la tuya, amor que es mi dicha y desgracia.

¡Creo que con eso no tendrá usted dificultades!.

Recelos, malos modos, despótico trato, reprensiones inmotivadas, correcciones estúpidas, alardes de ciencia que tenían por objeto mantener un crédito cimentado en arena, y, sobre todo, esa desconfianza ofensiva, insultante, que hay en algunos ricos para con el desgraciado que les sirve y gana poco, de quien se teme todo lo malo, y a quien se puede ultrajar impunemente, pues se sabe que el ultrajado tendrá que callar, porque si habla y replica, y rechaza con noble energía la infame sospecha, se quedará sin el mendrugo diariamente ganado a costa de un trabajo penoso.

Pase usted, joven,me dijo el caballero con mucha cortesíapensábamos que no llegaría usted y no le esperábamos a almorzar, pero llega usted a tiempo ¿Tendrá usted apetito, no? ¡Ah! El aire del campo.

Desde hoy tendrá usted una pieza cerca de nuestras habitaciones, un sitio en nuestra tertulia, un asiento en nuestra mesa, y un lugar en nuestra estimación.

A ver si te portas bien, tu padre, el tío Sentó, tendrá un disgusto si faltas a la obligasión.

Tu tío no va al teatro, y tendrá gusto en oírlo.

Aunque don Antonio anda ahora muy ocupado en eso de la Bolsa, siempre tendrá tres mil pesetas para favorecer a unos buenos amigos.

Dice que con la herencia que él le dejará, para nada necesita la carrera, quiere hacer de él un hombre a la moda, y quién sabe si tendrá pensado casarle por lo menos con la princesa de Asturias.

Esto al principio, cuando aún no hubiesen novedades y la casa permaneciese tranquila y en reposo, pero después ¡figúrate tú! vendrá lo que es natural uno, dos o más, ¿quién sabe? Y entonces tendrá que ver que al digno comerciante don Juan Peña, cuando suba a almorzar, se le cuelguen de los brazos unos cuantos angelitos cabezudos, de hinchados mofletes, y no le dejen tragar bocado con tranquilidad.

Angelina no tendrá más novio que aquel que llegue a ser su marido.

Ya tendrá novio, ¿verdad, tía Pepa? O, por lo menos, sus amartelados.

Pronto tendrá el gusto de abrazarle su hijo.

Inocencio, en que mi pobre hijo no tendrá una almohada sobre que reclinar la cabeza.