Ejemplos con telémaco

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El Quijote y el Telémaco , apuntes críticos, Est.
El Rescate de Ulises: Mezcla de atracción de recorrido con atracción acuática, donde se representa el viaje que hizo Telémaco para salvar a Ulises de las profundidades marinas, en su regreso a Ítaca.
Las paredes del comedor de gala se adornan con tres espléndidos tapices de lana y seda del siglo XVIII, originarios del Palacio Real de Madrid, que representan escenas de la vida de Telémaco, según cartones dibujados por Rubens.
Valcárcel, Pedro Villar y Córdova, Pedro Weiss, Alberto Guzmán Barrón, Carlos Gutierrez Noriega, Oscar Trelles, Enrique Encinas, Benjamín Mostajo, Carlos Morales Macedo, Alberto Hurtado Abadía, Telémaco Battistini, Raul Rebagliati, Carlos Monge, Alberto Barton, Carlos Villarán, Cristóbal de Losada y Puga,Andrés Echegaray G.
Realizada por Lumiton, fue dirigida por Enrique Telémaco Susini y protagonizada por Luis Arata, Luis Sandrini y Luisa Vehil.
Enrique Telémaco Susini y sus tres colaboradores: César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, luego llamados Los locos de la azotea.
Enrique Telémaco Susini nació en Buenos Aires, hijo del Dr.
Telémaco Susini, profesor de anatomía patológica en la Universidad de Buenos Aires y el primer otorrinolaringólogo del país.
Bebieron El joven Telémaco empezó a hablar de su padre cuando los vasos sólo guardaban la mitad del refresco , y el cocinero agitó ambas manos en el aire, dando un gruñido que significaba su deseo de no ocuparse de la ausencia del capitán.
Telémaco, con mil pesetas en el bolsillo extraídas de un costurero que servía a su madre de caja de caudales, se embarcó al día siguiente.
Telémaco se estremeció con una sensación contradictoria de orgullo y de envidia.
No pudo asistir el joven Telémaco a la entrevista, pero rondó por las inmediaciones de la puerta cerrada, alcanzando a oír algunas palabras en voz más fuerte que se deslizaron por las rendijas.
El joven Telémaco no vacilaba en sus venganzas.
Le daba rabia que llamase a su madre Penépole y a él joven Telémaco ¡Tío y pesado!.
El pequeño Telémaco pudo entretenerse rompiendo las viejas coronas del trovador, arrancando estampas a los volúmenes, con la inconsciencia de un niño fogoso que tiene a su padre muy lejos y vive sometido a dos señoras que le adoran.
Se llama Esteban, como su abuelo Eso de Telémaco es nombre de teatro.
Pero el día en que el catedrático, por una deducción lógica, llamó Telémaco al hijo de Cinta, la abuela protestó.
Pedro era que el pillo de Calpena, confabulado quizás con Fonsagrada, le había traído al castrense para que estuviese al , entreteniendo a Mentor con su capote, mientras Telémaco hacía un quiebro, y tomaba bonitamente el olivo.
Continuaba el buen Mentor en la Granja, y hablando en nombre y por encargo de la próvida divinidad, anunciaba a Telémaco que esta le escribiría directamente de asuntos interesantísimos.
¿Y aún no abrirá los ojos nuestro pobre Telémaco?.
Véase por dónde tuvieron los propósitos de Hillo mudanza total, y no habiendo querido ir a la , allá fue, y no de los últimos, con esperanza de encontrar a su Telémaco y echarle el lazo.
Por otra parte, de las averiguaciones de Mentor burlábase Telémaco, juzgándolas inútiles, y este a su vez, indagaba con febril actividad cosas de índole diversa.
Acostáronse Mentor y Telémaco sin pedirse ni darse explicaciones de nada, y D.
En el hueco que la ausencia de Telémaco dejaba en el espíritu del triste Mentor, Ibraim arrojaba sin cesar conceptos incoherentes, sin conseguir llenarlo.
Y de nuevo se fue como había venido, de puntillas, sonriendo a todos, haciendo muchos ademanes para que nadie se incomodara, y dejando al tío Frasquito estupefacto ¡Oh!, pues lo que es a él no se la pegaban ¿Currita a las cuatro en casa de Butrón y avisando antes a Jacobo? Algo gordo sucedía cuando el prudente Mentor, el joven Telémaco y la invulnerable Calipso se avistaban en secreto, con la extraña circunstancia de acudir la dama a casa del caballero, y no los caballeros al palacio de la dama, como parecían dictar las más elementales leyes de la galantería.
Escribo a los dos, porque deseo abreviar, y porque no hay nada que Mentor deba reservar de su extraviado Telémaco.
Media hora después presentábale un lacayo en una bandeja de plata la carta de Fernandito, y la dama, después de leerla, hízola mil pedazos con extraños gestos de rabia Otras dos cartas de Jacobo habían llegado en aquel mismo día a la corte: una larga y enfática para el marqués de Butrón, llena de mentiras y enredos, que sin engañar del todo al presuntuoso diplomático, hiciéronle comprender que lejos de emanciparse el joven Telémaco de su tutela, la necesitaba más que nunca, y podía, por tanto, seguir explotándole en sus trabajos políticos.
Nada sabía aún Currita de Jacobo, y al ver entrar al sabio Mentor, figurósele que este le traería noticias del prófugo joven Telémaco.
Llegó al fin Currita, , con Jacobo Sabadell, el joven Telémaco, había tardado un poquillo, pero tenía la culpa el tío Frasquito ¡Qué risa con el pobre posma! ¡Habíase olido, sin duda, que algo se fraguaba, y presentándose a almorzar con una cara de pregunta, con un aire de sospecha! ¡Ella le había estado todo el almuerzo, hasta que al fin, para quitárselo de encima, tuvo que armarle una emboscada, un chistosísimo! Díjole si quería acompañarla a dar una vuelta por el Retiro con Miss Buteffull y con los niños y le envió con estos al coche mientras ella se ponía el sombrero.
Sí, sí, señor, la historia universal de Anquetil, el Telémaco, el padre Mariana y las poesías de nuestros clásicos.

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