Ejemplos con tántalo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En un principio sirvió exclusivamente como prisión de los antiguos titanes pero luego pasó a ser el calabozo de las almas condenadas, entre las que se encontraban Ticio, Tántalo y Sísifo.
Niquel, uranio, óxidos de tierras raras, peat, cobalto, cobre, platino, valadio, tierra cultivables y recursos hidroeléctricos, Niobio, Tántalo, oro, hierro, tungsteno, caolin y yeso.
Por su insolencia contra los dioses, el griego Tántalo fue castigado a vivir rodeado de árboles frutales y de un río de aguas cristalinas, sin embargo, cuando se acercaba para comer de los árboles o a beber del río, éstos se alejaban de él, obligándolo a padecer hambre y sed para toda la eternidad.
Poenam Tántali pati: sufrir el castigo de Tántalo.
Los condensadores de Tántalo son más caros que los de aluminio y generalmente solo se pueden usar en bajo voltaje, pero debido a su gran capacidad por unidad de volumen y baja impedancia eléctrica a altas frecuencias son muy populares en aplicaciones miniaturizadas como los teléfonos móviles.
El cátodo está formado por granos de tántalo, con el dielectrico formado electroquímicamente por una fina capa de óxido.
Los condensadores de tántalo también son polarizados debido a sus electrodos diferentes.
Tántalo: compacto, dispositivo de bajo voltaje de hasta varios cientos de mF, tienen menor densidad energética pero son mucho más precisos que los de aluminio.
Algunos viejos electrolitos de tántalo, a menudo llamados de pulmon húmedo contienen ácido sulfurico corrosivo, pero la mayoría de ellos ya no se usan debido a la corrosión.
jirafa, Blesbok, antílope acuático, gran kudú, impala, ibis sagrado, ganso del Nilo, jabirú africano, calao terrestre, flamenco común, tántalo africano, grulla coronada cuelligris, elefante africano, pelícano común, grulla coronada cuellinegra, ave martillo.
, fundado por Tántalo y posiblemente llamado Naulochon.
En el lenguaje de Bojórquez se nota la asimilación de la tradición española y, aunque su mirada es más bien la del pensamiento barroco, el tema es ciertamente novedoso en la poesía mexicana: el mito de Tántalo transfigurado en un moderno Prometeo con el dolor de quien desea devorar al animal que lo tortura.
A la boda asiste, entre otros invitados, Apolonio, que se da cuenta de que la novia es una Empusa y que todo su atavío, como el oro de Tántalo del que habla Homero, es mera ilusión, desenmascarada, la Empusa llora y desea que Apolonio guarde silencio, pero él no se deja conmover y sigue nombrándola hasta que sus vestidos, su cuerpo y la casa misma, con todo lo que contiene, se desvanecen al instante.
El título se refiere al mito griego de Tántalo, quien fue condenado por los Dioses al Tártaro, donde cada vez que intentaba tomar agua de un lago o comer la fruta de un árbol, estos se alejaban de su alcance para que nunca pudiera alcanzarlos.
, de cuando procede el mito, estarían los crímenes de las Danaides, de Tántalo o de Etolo.
Lico, hijo de Dáscilo y nieto de Tántalo, era el rey de los mariandinos, una tribu de Misia, y acogió a los argonautas.
Cada vez que Tántalo, desesperado por el hambre o la sed, intenta tomar una fruta o sorber algo de agua, éstos se retiran inmediatamente de su alcance.
Tántalo fue eternamente torturado en el Tártaro.
El nombre dado a la estampa, Tántalo, fue en la mitología griega un rey de Lidia que habiendo invitado a los dioses a su mesa y faltándole comida decidió degollar a su hijo Pélope y servirlo en el festín.
El aguafuerte Tántalo es un grabado de la serie Los Caprichos del pintor español Francisco de Goya.
Coproducción de El Silbo Vulnerado, Tántalo Teatro y Diputación General de Aragón.
Es algo así como el suplicio de Tántalo.
Las burlas de su amor eran muchas y frecuentes: las veras, escasas y tardías, de suerte que don Quintín pasaba, no las de Caín, sino las de Tántalo, pero era tal su pasión, que con un apretoncillo cada cuatro o seis días, con un abrazo de cuando en cuando, tenía bastante para seguir entusiasmado.
Acusaba de injusto, de cruel, de tirano, a Dios que me hacía comprender de una manera tan horrible el tormento de Tántalo.
Bien han exagerado vuesas mercedes sus desgracias, dijo a esta sazon el matemático, pero al fin, el uno tiene libro que dirigir, y el otro está en potencia propincua de sacar la piedra filosofal, con que quedará tan rico como lo han quedado todos aquellos que han seguido este rumbo, mas ¿qué diré yo de la mia, que es tan sola, que no tiene dónde arrimarse? Veinte y dos años ha que ando tras hallar el punto fijo, y aquí lo dejo, y allí lo tomo, y pareciéndome que ya lo he hallado, y que no se me puede escapar en ninguna manera, cuando no me cato me hallo tan léjos dél, que me admiro: lo mismo me acaece con la cuadratura del círculo, que he llegado tan al remate de hallarla, que no sé ni puedo pensar cómo no la tengo ya en la faldriquera, y así es mi pena semejante a las de Tántalo, que está cerca del fruto, y muere de hambre, y propincuo al agua, y perece de sed: por momentos pienso dar en la coyuntura de la verdad, y por minutos me hallo tan léjos della, que vuelvo a subir el monte que acabé de bajar con el canto de mi trabajo a cuestas, como otro nuevo Sísifo.
—Ya yo sé que sois un Tántalo en ellas, porque se os van por altas, y no las alcanzais de profundas.
Venga, que es tiempo ya, del hondo abismo Tántalo con su sed, Sísifo venga con el peso terrible de su canto, Ticio traya su buitre, y ansimismo con su rueda Egïón no se detenga, ni las hermanas que trabajan tanto, y todos juntos su mortal quebranto trasladen en mi pecho, y en voz baja -si ya a un desesperado son debidas- canten obsequias tristes, doloridas, al cuerpo a quien se niegue aun la mortaja.
La inspiración, cual Tántalo sediento,.
Erre que erre está ella siempre, volviendo por su honor, también como las damas calderonianas, por donde me temo que voy a sufrir constantemente el suplicio de Tántalo, o voy a tener que hacer la barbaridad o digamos la plancha de acudir al cura.
Ha ganado bien su dinero, porque cada viaje se paga, pero ha pasado por el suplicio de Tántalo.

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