Ejemplos con suscriptor

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La interferencia del multicamino y retraso mejora la actuación en situaciones donde no hay una línea de vista directa entre la estación base y la estación del suscriptor.
La transferencia entre celdas es transparente a los usuarios debido a que como, estos utilizan el mismo espectro, es más fácil moverse de una celda a otra sin que el suscriptor lo advierta.
La tarjeta contiene la información del servicio escogido por el suscriptor y permite la compra de películas u otros servicios.
Es parcialmente liberada cuando el cargo lo paga una parte las reservas de la sociedad y otra parte el suscriptor, viene expresado en %.
Uría lo define como aquel contrato de seguro por el que el asegurador, a cambio de una prima única o periódica, se obliga a satisfacer al suscriptor de la póliza, o a la persona que él designe, un capital o una renta cuando fallezca o llegue a determinada edad la persona asegurada.
Se puede cargar cualquier tarjeta, tan sólo indicando el número impreso en la tarjeta, el monto y el correo electrónico del suscriptor del cobro para confirmar la carga.
Una obligación convertible es una obligación que se emite con la opción de que el suscriptor pueda canjearla por acciones u otro tipo de obligaciones del emisor, lo que facilita su colocación en el mercado.
La disponibilidad para el suscriptor de Módulos de Identidad permite a la red de conmutadores y dispositivos seguir la voluntad del usuario.
Son expansiones gratis que cada suscriptor debe descargar en forma de parche.
Este tipo de servicio viene dado por la base de ser gratuito, y sin costo alguno al suscriptor.
El lenguaje de ambos medios, el anuncio y la medalla, enfatizaban el papel que cada suscriptor tenía en el patronazgo de las artes.
Piggybacking es un término referido al acceso a una red inalámbrica de internet con tu propio ordenador dentro de la red de otra conexión inalámbrica, sin el permiso o el conocimiento explícito de suscriptor.
Así un suscriptor lee LINGUIST en inglés sólo si lo desea.
¿Qué valían éstos para aspirar él, como principal suscriptor, a la ofrecida recompensa? ¡Habría tantos banqueros que le aventajarían por triplicado! Podía ir comprando papel a medida que le fueran remitiendo fondos, pero ¿y si se cubría el empréstito el primer día? ¡Adiós título nobiliario entonces! No le quedaba otro remedio que a todo trance, y lo más sencillo le pareció girar a cargo de su casa las cantidades, y a las fechas marcadas por su apoderado, y negociar las letras en la Bolsa.
Bolívar leyó y releyó para sí, sonriose al ver que el suscriptor lo desbautizaba llamándole Patricio en vez de Simón, y pasando la carta a su secretario Estenós, murmuró:.
¿O es que te resignas a ser el único suscriptor? Un gran diario, es decir, un diario con un gran público, es un partido, cada vintén representa un voto.
¿Qué valían éstos para aspirar, como principal suscriptor, a la ofrecida recompensa? ¡Habría tantos banqueros que le aventajarían por triplicado! Podía ir comprando papel a medida que le fueran remitiendo fondos, pero, ¿y si se cubría el empréstito el primer día? ¡Adiós titulo nobiliario entonces!.
¿Qué intereses puede inspirar a un lector discreto y amante de las letras el desenvolvimiento de una idea fecunda en resultados para la república o para la literatura, bajo las severas formas del arte, por un hombre de buena capacidad y no vulgar educación? Ninguno absolutamente, pero, en cambio, ¡qué de deleite y de sustancia encierra un párrafo chismográfico, en estilo flamante, repetido diaria o, cuando menos, semanalmente, reseñando los acontecimientos de la morada de un mecenas de miriñaque, hasta de los más apartados rincones de la monarquía! ¿Qué habrá en el mundo que pueda interesar más a un suscriptor de un periódico que el número de condes y marquesas que tratan con distinguida franqueza al mimado revistero H o B, que el diálogo de un baboso con una mocosuela, y los grados de palidez de la bella señorita de Tal, respecto de la robustez de la misma en la noche anterior, y si la graciosa baronesa de X se prepara a conceder su blanca mano al simpático e ilustrado marquesito de I, muy conocidos, por supuesto, en sus respectivas casas, y la jaqueca de la respetable señora de A, justamente agravada con la muerte repentina de su querido faldero americano, y la oración fúnebre sobre este animalito, y si la otra cantante sensibile de afición dio el sí con la mayor facilidad delante de una notabilidad extranjera que escribe el suceso inmediatamente a su corte, y dice que ya somos felices en España y caminamos con el genio civilizador, y las piruetas que hizo la esbelta sílfide, señorita de N, y los dedos de alzada que tiene de más el tronco nuevo del banquero M sobre el normando del palaciego S, y los esparavanes y sobrehuesos que le han resultado a la jaca de Pepito.
Arreglado el salón al gusto de los más flamantes modelos, redactóse una constitución fundamental, elevóse, según ella, a doce el número de bailes en cada verano, y el de los de compromiso para cada socio, y la cuota de éstos a dos duros por cada uno de aquéllos, y se prohibió la entrada en el salón, en noches de fiesta, a toda persona del pueblo que se hubiese negado a ser suscriptor.
Es verdad que el Duende dice a veces gracias demasiado picantes, pero éstas recaen sobre los yerros puramente literarios, y aunque se llame necio al que repara en el modo de leer un periódico, y al que dicta una característica insolente, es por la oportunidad de esta falta y por el resentimiento que resulta de verse llamado necio por no ser suscriptor, insulto en que ya empieza el Correo a hacer de las suyas, tanto más cuanto es un motivo suficiente la rabia de tener pocos suscriptores para insolentarse con los que no lo son.

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