Ejemplos con sopor

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sopor, confusión, estupor, incapacidad de acción espontánea y coma.
Lee a través de los interminables detalles de la sublevación de los duendes y otros eventos en un zumbido liso como un viejo aspirador que hace a todos caer en el sopor.
Cuando el invierno es riguroso, estos pequeños marsupiales pueden entrar en un estado de sopor durante unas horas, que les permite descender sus requerimientos metabólicos.
Hipotonía, sopor, disminución de la reactividad a estímulos, hiporreflexia y crisis de apnea.
De pronto, se incorporó, repeliendo ese sopor que precede al sueño.
Ahora su sopor era más tranquilo.
Al dulce sopor de antes, blando y vacío como la nada, fue sucediendo un sueño poblado de visiones incoherentes, de imágenes de fuego vibrantes sobre un fondo de intensa negrura, de tormentos que arrancaban a su pecho gemidos de miedo y alaridos de angustia.
Y otra vez volvía a sumergirse dulcemente en el brumoso mar del sopor, un mar inmenso, terso, pesado, en el que se hundían visiones y sensaciones sin ondulación ni huellas.
¡Cómo le atormentaba este hombre al palpar su carne, que parecía haberse endurecido, haciéndose más sensible, con una sensibilidad enfermiza y tímida, cual si se contrajera al simple contacto del aire! Cuando perdió de vista esta cara, y no sintió ya el martirio de sus manos, sumióse otra vez en el sopor del descanso.
Sus ojos se cerraron, y dulcemente fue cayendo en un sopor, sin ensueños, sin delirio, en la blandura gris de la nada, como si su pensamiento se durmiese antes que su cuerpo.
Era la nota característica del paisaje, dulce melancolía, blando adormecimiento, el reposo de la madre Naturaleza cuando, fatigada de la continua gestación del estío, se prepara al sopor invernal.
Riose la niña de la fractura, y, entreabiertos los ojos y clavados en el techo, se sintió anonadada, invadida por un sopor, un recogimiento profundo de todo su ser.
Dormitaba él un poco, y después, asombrado del silencio y largo sopor de Lucía, levantábase, receloso de que la hubiese sobrecogido un síncope.
Quedose Lucía sola, cerrados ya los ojos, embargadas por grato sopor las potencias.
Bien avanzada la mañana le despertaron del sopor final las trompetas de los.
Siguió en su tenaz flotación, luchando con el sopor que le aconsejaba soltar el apoyo flotante, dejarse ir a fondo, dormir ¡dormir para siempre! Los zapatos y los pantalones continuaban tirando de él cada vez con mayor fuerza.
Maltrana se dejó caer en uno de los varios sillones que ostentaban el rótulo de Doctor Zurita y familia , y allí quedó en agradable sopor, sin saber ciertamente si estaba dormido o despierto.
En la alcoba cercana está una enferma, con el sopor de la gravedad: fuera de la casa, a lo lejos, se oye afilar una guadaña, rayando el cristal negro de la noche con su chirrido.
Era un sopor dulce que no le hacía perder de vista cuanto le rodeaba.
Cuando la criatura despertaba de su sopor, levantando trabajosamente la cabeza sobre el cuello delgado como un hilo, la madre, para ahogar sus gemidos débiles, lo aproximaba al pecho, pero el pequeño retiraba la boca adivinando la inutilidad de sus esfuerzos en aquel colgajo de carne del que sólo lograba extraer una triste gota.
Diógenes no se dio cuenta de haber recibido la extremaunción, y tranquilo en parte por la respuesta del fondista comenzaron a abrirse paso otros pensamientos entre las espesas nieblas que envolvían su mente Mas un sopor pesadísimo, un letargo profundo, que tenía ya dejos de la muerte, avasallaba a veces todo su ser y esparcía acá y allá aquellas ideas que se afanaba por coordinar, apareciendo estas entonces como imperceptibles puntos luminosos flotando en una inmensa bruma, alejándose lentamente, apagándose poco a poco todos ellos hasta quedar uno solo, que ora se le presentaba desconsolador como la candela de la agonía, ora triste como el cirio que arde ante un muerto, ora terrible como un resplandor de las llamas del infierno: ¡era la idea de morir, acompañada y rodeada de la incertidumbre de lo eterno!.
y despertaba, despertaba no bien había pegado los ojos, como si algún importuno le empujara de improviso, con pesadillas horribles en que los más ligeros ruidos tomaban proporciones colosales, pareciéndole el rumor del tren el de una catarata de bronce fundido que se despeñase en sus orejas, el de los cascabeles de un coche, redobles de mil tambores golpeando en sus propios tímpanos, el chirrido peculiar de las carretas vascongadas, el que avisa al casero vasco en las revueltas del camino, un ruido del infierno que por diabólico prodigio se encarnase en una sierra candente y le dividiera la masa de los sesos mitad por mitad Así pasó la noche, un poco antes del alba desapareció el sopor, huyó el letargo con sus pesadillas, y un sueño tranquilo le adormeció entre sus brazos más de dos horas.
Diógenes, muy postrado, con la repugnante cabezota hundida en las almohadas, tendidos ambos brazos sobre la colcha, y arrollando entre las manos las sábanas sin notarlo, comenzaba a sentir de nuevo aquel horrible sopor, aquel letargo siniestro que le había atormentado la noche antes Adelantóse el fondista unos pasos, dejando la puerta entreabierta, y díjole en voz alta:.
Caí al suelo, y en aquel sopor Tú vete haciendo cargo en aquel sopor se me apareció un ángel y me dijo, dice: ‘José, no tengas celos, que si tu mujer está encinta, es por obra del ’.
Oyendo el estrepitoso fin de la pieza, tuvo como un sopor de medio minuto, y volvió de él asaltado por esta idea que le sacudía: No, matar no.
Después de expresar su opinión autoritaria de esta manera, doña Lupe, viendo a su sobrino más tranquilo y como vencido del sopor, empezó a dar instrucciones a Fortunata sobre el gobierno de la casa.
¿Es verdad que les he visto, al infame y a ella, o lo he soñado? Que yo he tenido un sopor breve y profundo, es indudable Pues ya voy creyendo que ha sido sueño Sí, sueño ha sido Aurora es honrada.
Precisamente me gusta a mí bien poco ese sopor en que cae.
El canto fue descendiendo, hasta concluir en la pronunciación melancólica y cariñosa de una sola letra, la prolongada, y levantándose en puntas de pie, Nucha depositó a su hija en la cuna muy delicada y cuidadosamente, pues la chiquilla era tan listaen opinión de su madreque distinguía al punto la cuna del brazo, y era capaz de despertar del sopor más profundo si se enteraba de la sustitución.

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