Ejemplos con sonoro

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El apartado sonoro ha sido la mejor nota, descrito como la sólida y mejor parte del juego.
Continuó su marcha hacia adelante, atraído por la frescura del agua, hasta colocarse bajo el sonoro raudal, estremeciéndose con escalofríos voluptuosos al recibir en su espalda todo el empuje del derrumbamiento acuático.
Dos palomas silvestres salieron de la maleza con el sonoro plumeo de un abanico que se abre, pero el cazador pareció no verlas.
Cuando avanzaba la noche y Margalida había hablado ya con todos sus cortejantes, el padre, que dormía en un rincón, prorrumpía en sonoro bostezo.
De pronto incorporábase con nervioso impulso, y dando un salto desaparecía en la obscuridad, entre sonoro rumor de vegetaciones rotas.
El patio empedrado, sombrío bajo el inmenso y ardiente cielo azul de la tardecita, vibraba sonoro del relinchar de los caballos pujantes, del reír fresco de las mujeres, de los afilados ladridos inquietos de los perros.
El señor Colignon emitió una risotada que era como sonoro glogló de pavo.
¡Qué monstruosidad, qué aberración, quéy soltó un ajo mondo, lirondo y sonoro.
Era su estilo ampuloso, sonoro, claro en apariencia, turbio en el fondo, meloso siempre y seductor por estudio, y saltaban a la vista, en el momento de fijarla en sus columnas, las palabras.
Al cabo, entre lo más remoto de su progenie, halló ciertos que le convinieron, pues sobre salirse este apellido de la rutina forestal de los demás, amén de ser muy sonoro, tenía sus ribetes de empingorotado.
Era un gemido que ensanchaba su intensidad, un triángulo sonoro, con el vértice en el horizonte, que se abría al avanzar, llenando todo el espacio.
La acción fue tan rápida, que algunas rodaron, y después de danzar sobre la lisa superficie, vinieron a aplanarse con sonoro tañido.
Sus pasos habían despertado en muchas calles el eco sonoro de las ciudades muertas.
Había olvidado este pasado, y al caer, me aturdía con su peso sonoro, vibrante de recuerdos.
A las doce, y al sonoro repique a vuelo de las campanas, y a los acentos melodiosos del órgano, el oficio se comenzó.
El incienso, que era compuesto de gomas olorosísimas que se recogían en los bosques de la tierra caliente, comenzó a envolver con sus nubes el hermoso cuadro del altar, la voz del sacerdote se elevó suave y dulce en medio del concurso, y el órgano comenzó a acompañar las graves y melancólicas notas del canto llano, con su acento sonoro y conmovedor.
Intitulólo , nombre altamente expresivo y sonoro, y de alcance singular, por cuanto no otra cosa se proponía su fundador que esclarecer a su pueblo y darle esplendor.
Yo vengo aquí, a rendir el tributo infeliz de mis palabras, al literato insigne, al poeta sincero, al orador maravilloso, al hombre tierno y sonoro, grande y bueno, que despertó en mi alma, ya con las armonías incomparables de su joyante prosa, ya con los trinos melodiosos de sus versos, ya con el himno triunfal de su voz pitonisaria, el amor inextinguible por la Libertad y la Belleza, al hombre cuya cabeza ya está hueca, cuyos labios ya están mudos, cuya mano está ya deshecha, al apóstol y al mártir que reposa para siempre en la almohada eterna y en el inmortal silencio.
cantaba el agua al penetrar en él y cuando casi lleno se fué a fondo, lanza un sonoro.
De todos los extremos de la vega llegaban chirridos de ruedas, canciones perezosas interrumpidas por el grito que arrea a las bestias, y de vez en cuando, como sonoro trompetazo del amanecer, rasgaba el espacio un furioso rebuzno del cuadrúpedo paria, como protesta del rudo trabajo que pesaba sobre él apenas nacido el día.
Para Batiste sacaba también lo más florido y sonoro de su estilo.
Pero al ver la extraña figura que presentaba con sus pegotes de merengue y corriendo medrosa, una carcajada de atolondramiento hinchó su lindo cuello, y como si nada hubiese sucedido, se agarró del talle de Concha, dándola un sonoro beso.
Otros abiertos e iluminados, dejaban escapar, como los de las de Pajares, el sonoro tecleo del piano, acompañado algunas veces por el rítmico chorrear de las macetas recién regadas.
Cuando el reloj empezaba a darla, el viento la cogía en sus brazos y se la llevaba lejos, muy lejos Después volvía para acá, describiendo una onda grandísima, y retumbaba ¡plam!, tan fuerte como si el sonoro metal estuviera dentro de la casa.
Iba a añadir: Y que se me deben dos cuartos por la noticia o cosa análoga, pero no le dio lugar a ello su abuelo, alzándose del sillón con la agilidad de bicho montés que caracterizaba sus movimientos todos, no sin que al hacerlo produjese un tempestuoso remolino en el mar de calderilla, y la caída de algunas torres que, con sonoro estrépito, se rindieron a la gran pesadumbre.
Don Pedro, determinado a infligir el castigo ofrecido, lo aplicó en efecto cerca de una oreja, largo y sonoro.
El agua se escurría por el gaznate de Caballuco, produciendo un claqueteo sonoro.
—¡Voto a tal, que no he oido mejor estrambote en los dias de mi vida! ¡Ha visto usted aquel concordar de versos, aquel jugar del vocablo con el nombre de la dama, y aquella invocacion de Cupido, y aquel tan bien encajado, y los años de la niña tan bien engeridos, con aquella comparacion tan bien contrapuesta y traida de a ! ¡Pues ya la maldicion o imprecacion me digan, con aquel admirable y sonoro vocablo de ! ¡Juro a tal, que si conociera al poeta que tal soneto compuso, que le habia de enviar mañana media docena de chorizos que me trajo esta mañana el recuero de mi tierra!.
¿Cómo, y no será razon que me queje, prosiguió, que habiendo yo guardado lo que Horacio manda en su , que no salga a luz la obra que despues de compuesta no hayan pasado diez años por ella, y que tenga yo una de veinte años de ocupacion y doce de pasante: grande en el sujeto, admirable y nueva en la invencion, grave en el verso, entretenida en los episodios, maravillosa en la division, porque el principio responde al medio y al fin, de manera que constituyen el poema alto, sonoro, heróico, deleitable y sustancioso, y que con todo esto no hallo un príncipe a quien dirigirle? ¡Príncipe, digo, que sea inteligente, liberal y magnánimo! ¡Mísera edad y depravado siglo nuestro! ¿De qué trata el libro? preguntó el alquimista.
Y así, después de muchos nombres que formó, borró y quitó, añadió, deshizo y tornó a hacer en su memoria e imaginación, al fin le vino a llamar Rocinante: nombre, a su parecer, alto, sonoro y significativo de lo que había sido cuando fue rocín, antes de lo que ahora era, que era antes y primero de todos los rocines del mundo.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba