Ejemplos con sañudamente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los sublevados persiguieron sañudamente a los masones, pero también los protestantes sufrieron la represión, con el cierre de sus lugares de culto y sus escuelas.
Ante su paso se despoblaban las alquerías, sus habitantes ocultábanse para no saludarlo, los perros salían al camino ladrando sañudamente, como si no le hubiesen visto nunca.
Embarcábanse años después los de la tercera hornada , los conquistadores de reinos y fundadores de ciudades, que, mal avenidos con la paz del triunfo, acababan por pelearse entre ellos sañudamente en una guerra de banderías estúpida y feroz.
Santa Cruz estuvo un rato contemplándole con la calma fría del ofuscado asesino, y cuando vio que al fin conseguía levantarse, se fue hacia él y le cogió por el pescuezo, apretándole sañudamente cual si quisiera ahogarle de veras Reteniéndole contra el suelo, gritaba: Estúpido escuerzo ¿quieres que te patee?.
¿Creeréis que ese tunante de Santurrias es quien más sañudamente me ha perseguido, dando testimonios falsos de mi conducta? Nada, nada, es cierto lo que yo dije en aquel sermón: ¿te acuerdas, Gabriel? Dije que la ingratitud es el más feo monstruo que existe sobre la tierra.
E el rey se quexó e le pesó desto mucho, e preguntó muy sañudamente a don Lorenço Suárez por qué lo fiziera, e don Lorenço Suárez le dixo que bien sabía que él non era de la su ley, enpero que el rey esto sabía que fiava del su cuerpo e que le escogiera para esto cuidando que hera leal, e que por miedo de muerte non dexaría de lo guardar, e pues si él lo tenía por tan leal, que cuidava que faría esto por él, que era moro, que parase mientes, si él leal hera, qué devía.
En premiar los servicios usaba de largueza y magnificencia, siendo benigno en castigar las faltas, sin embargo, lo ejecutado cruel y sañudamente con los rehenes hacia el fin de sus días parece que descubre que su carácter no era el de la mansedumbre, sino que por reflexión lo sabía comprimir, cediendo a la necesidad.
Volvimos con mi compañero a las mismas, sañudamente.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba