Ejemplos con sardónico
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
La maldición del escorpión de jade es un cómico homenaje que hace Woody Allen al cine detectivesco de los años cuarenta, con un sardónico humor y un casting envidiable.
El apio sardónico o sardonia es una planta de la familia Ranunculaceae natural de toda Europa donde crece en lugares húmedos y arenosos.
Basada en la novela Red Alert de Peter George y con un guión escrito por el siempre sardónico Terry Southern y el mismo Kubrick, la película relata la historia del intento de un general demente por iniciar una guerra atómica y el intento de otros por evitarla.
Lucas también interrumpe los títulos de crédito con humor sardónico.
Solo una dulce enfermera y un excéntrico doctor parecen dispuestos a ayudarle de escapar de este delirio sardónico.
Origen del Nombre Americano: Sardon es un juego de palabras de la palabra Sardónico, la cual significa desneñoso o escepticamente humorista, simuradoramente burlón.
Las situaciones que en Diógenes generan un pensamiento sardónico la lectura del titular de un periódico, el retal de una conversación absurda.
Se nos cuentan historias verdaderamente sugerentes y originales, como la del protagonista de Nadie lleva zapatos en el cielo, un difunto que nos relata, en clave de humor sardónico, su muerte y posteriores decepciones familiares.
Tenía la nariz larga, los ojos pequeños, las cejas como pinceles y un rictus sardónico en los labios.
Y al proferir este sardónico apóstrofe, el magnate vertió una carcajada histórica y provocadora.
Se regocijaba en contravenir mis órdenes y en poner en todo momento en evidencia su temperamento sardónico y feroz.
Sus heladas facciones no conservaban rasgo ninguno de aquella expresión descompuesta y de aquel sonreír sardónico con que se despidió la vida.
Verdad es que el de coleos se llama entro los griegos lino sardónico, y el otro egipcio, del nombre de su país.
Con todo, su perseverancia nunca había retrocedido delante de ningún género de obstáculos, así es que, recobrándose prontamente, respondió no sin un ligero acento sardónico que toda su disimulación no fue capaz de ocultar.
