Ejemplos con sacó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Sacó fácilmente la carretilla del arroyo?.
Le obligué, entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un tirón, sacó carretilla y rucio del atolladero, y les subió la cuesta.
¡Sí!decía Juana, como la media libra de tocino que te robó de entre las manos el otro día ese mismo demonio de animal! ¡Como el pollo que me sacó de la tartera antes de ayer el gato del enterrador! ¡Como el grano que se zamparon ayer en el desván las gallinas del vecino! ¡Como tantas otras cosas que se nos van por arte del demonio!.
Muy señor mío y mi dueñodíjole don Simón, doblándose, descubriéndose y tendiéndole una mano, atenciones a las cuales correspondió Cuarterola tocando apenas el ala de su grasiento sombrero hongo con la extremidad del índice de su diestra, que sacó perezosamente del bolsillo, volviendo a hundirla en él en seguida.
Y mientras éste se echaba las solapas hacia atrás y destacaba cuanto podía sus dedos cuajados de anillos, don Celso, apeándose, abrazó al tabernero, que apenas se movió del sitio en que estaba, ni sacó las manos de los bolsillos.
Polus, actor griego, cuéntase que, representando , de Sófocles, sacó a escena la urna con las cenizas de su propio hijo, porque el sentimiento de su dolor fuese sincero y comunicativo.
Novillo, a tientas, abrió el maletín, extrajo de él un tarro que había sido de aceitunas y que estaba lleno de agua clara, se sacó con disimulo la dentadura postiza y la metió en el tarro.
Sacó del seno un montón de papeles y los despidió, con ademán repulsivo, sobre el mostrador.
Novillo sacó el reloj y encendió un mixto.
Sacó una botella de coñac viejo y otra de bon vino, de un maletín de piel de cerdo, elegante prenda de mundano antes que de clérigo.
Y ya por su cuenta, Belarmino abrió el diccionario y comenzó a tomar notas en un cuadernillo de hule que sacó de la chaqueta.
El voto de pobreza nos obliga a vestir y calzar sin artificioy adelantando el pie sacó del faldamento un zapato por el estilo de los del dómine Cabra, una tumba de filisteo.
La Juana, por el momento, no soltó prenda, pero ya casada, y así que sacó el genio, declaró que no se dejaba engañar por Belarmino, y que Angustias era una hija de tapadillo.
Pepeta sacó de un envoltorio las últimas galas del muertecito: un hábito de gasa tejida con hebras de plata, unas sandalias, una guirnalda de flores, todo blanco, de rizada nieve, como la luz del alba, cuya pureza simbolizaba la del pobrecito.
Pero Batiste, que sentía en el hombro un dolor cada vez más insufrible, las sacó de sus lamentaciones ordenando con gesto hosco que viesen pronto lo que tenía.
Después corrió al cuarto de los chicos, y a golpes y gritos los sacó en camisa, como un rebaño idiota y medroso que corre ante el palo, sin saber adónde va.
No sacó mas que tres raspaduras y un corte en la oreja.
Bajó Roseta a la fuente, y después de llenar el cántaro, sacó, al incorporarse, su cabeza por encima del muro, lanzando una mirada ansiosa por toda la vega.
Al ver a sus amas, el liliputiense animal sacó la roja lengua, lanzando un ladrido que parecía un estornudo.
Había leído más de veinte veces , y el fruto que sacó de esta lectura fue que los aprendices se burlasen de él viéndolo un día en el almacén, envuelto en un guiñapo colorado, con un rabo de escoba en la cadera y contoneándose como si fuese el mismo D’Artagnan con todas sus jactancias de espadachín.
Abrió el cajón de la mesa, sacó un puñado de monedas, me hizo la cuenta, a tanto por día, como a un criado, y me dió unos cuantos duros.
Después de largo rato de silencio hizo un esfuerzo, y fatigada, como si le oprimieran el pecho, me dijo, alargándome un objeto que sacó del bolsillo del delantal:.
Venga usted acá,y me sacó hasta el zaguánvenga.
El señor cura dice que de mis respuestas sacó lo bastante para saber quiénes éramos, quién era mi padre.
Sacó el cuerpo mi don Quintín, pretextó ocupaciones, se negó a tratar del asunto, como no fuera en los periódicos, pero Agustín perseveró en la empresa, y la curiosidad pudo más en el ánimo del improvisado escritor que las censuras de la Iglesia.
Sacó del bolsillo una carta y me la dio.
Serenóse don Román, sacó la tabaquera, tomó un polvo, y, quitándose las gafas, me dijo en tono cariñoso:.
Mi padre le sacó del rancho donde vivía, le tomó a su servicio, y el mancebo fué bien pronto digno del cariño de todos nosotros.
Felizmente, el esquilón de la catedral, llamando a los canónigos a la importante tarea del coro, le sacó de situación tan penosa.
De un cartoncejo que irónicamente llaman los españoles , sacó Rosario un fósforo, y bien pronto ingeniero y canónigo echaban su humo el uno sobre el otro.

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