Ejemplos con rumoroso

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ramaroson, Ramerez, Rameriz, Ramers, Ramircz, Ramharack, Ramhorst, Ramierez, Ramierz, Ramiraz, Ramires, Ramirez, Ramiriz, Rammerstorfer, Ramnarace, Ramrakha, Ramras, Ramrez, Ranirez, Rannersberger, Rauenhorst, Reemers, Reeners, Rehmers, Reimers, Reinares, Reinarz, Reiners, Reinersch, Reinersman, Reinharz, Reinherz, Reiniers, Reinirkens, Remark, Remarque, Remars, Remers, Remerscheid, Remiarz, Remiorz, Remirez, Remmers, Reners, Renieris, Reniers, Renners, Renwrick, Reymers, Reyniers, Reynierse, Riemers, Riemerschmid, Riemersma, Rimarski, Rinearson, Roemers, Roemersberger, Roemershauser, Romaris, Romeres, Romers, Romersa, Romirez, Rommerskirch, Rommerskirchen, Rommerswinkel, Romrig, Rouwenhorst, Rumierz, Rummerstorfer, Rumoroso, Rumreich, Rumrich, Rymarczyk, Rymark, Rymarowics, Rymarski, Rymaruk, Rymarz, Rymers, Rymerson, Rynarzewski, Rynearson, Rynerson.
Cuando ella cantaba, hasta el río rumoroso parecía callar para escucharla.
En Rumoroso destaca su iglesia del siglo XVII que contiene una buena representación del barroco.
¡No ocurrírsele nunca asomar la cabeza fuera de Palma para ver el campo, de un verde tierno, con sus acequias susurrantes, el cielo, de suave azul, en el que flotaban islotes de blancos vellones, las colinas, de un verde obscuro, con sus molinillos de viento braceando en la cumbre, las sierras abruptas, de color de rosa, cerrando el fondo, todo el paisaje risueño y rumoroso que había asombrado a los navegantes antiguos, haciéndoles llamar a Mallorca la isla Afortunada! Cuando, gracias a su casamiento, adquiriese una fortuna y pudiera rescatar el hermoso predio de pasaría en él la mayor parte del año, lo mismo que sus ascendientes, haciendo la vida rústica y benéfica de un gran señor, dadivoso y respetado.
Luego trepan a los árboles, animando el silencio rumoroso de la Naturaleza con su música incansable.
En alta mar era el silencio fresco y rumoroso de la inmensidad lo que llenaba su dormitorio.
Maltrana creía verle con diverso aspecto en las varias horas del día: soñoliento y torpe al amanecer, alegre y risueño después de las abluciones matinales, pesado y cabeceador luego de mediodía, al adormecerse el Océano bajo el incendio solar, melancólico y rumoroso como un jardín antiguo a la caída de la tarde, cuando las cubiertas se teñían de un rojo naranja, prolongándose las sombras de las personas con la esbeltez de los cipreses, ruidoso y frívolo al cerrar la noche, con una alegría semejante al hervor del champán, a la sonrisa de unos labios pintados, a la languidez de unos ojos engrandecidos por el kohol.
El río corre rumoroso, de escalón en escalón, entre dos ringlas de viejas casas, las calles son estrechas, sórdidas, un olor de humedad y cocina se exhala de los porches oscuros, tocan las campanas a las novenas, entran y salen en las iglesias mujeres con mantillas negras, hombres que remueven en el bolsillo los rosarios.
La chimenea, listada de rojo, despide un denso humacho negro, el chorro de desagüe surte espumeante y rumoroso, a proa se escapan ligeras nubecillas de la máquina de levar anclas.
Quedaron silenciosos largo rato, con las manos cogidas, mirando al obscuro y rumoroso jardín.
Es temprano: es la hora en que hierven los clubs, la hora en que y son otras tantas ollas donde burbujean con rumoroso y mareante zumbido las pasiones políticas, entre el chisporroteo de las envidias y el resoplido de las ambiciones.
-El obispo de Orense no jura -murmuraron las tribunas en rumoroso coro.
Los tonos del crepúsculo pintaban los celajes de incopiables irisaciones, de opalinas transparencias, tras las enhiestas cumbres habíase hundido el sol dejando a su paso los últimos vaporosos pliegues de oro de su esplendorosa clámide, el valle adormecíase al conjuro de las primeras vaguedades precursoras de la noche, empezaban a esfumarse los contornos de los caseríos y de la arboleda, de vez en cuando turbaba el silencio la voz de alguno de los campesinos, que hablaba a distancia, o el rumoroso tintineo de las esquilas del ganado conducido a los apriscos por los pastores, algo dulce y sedante iba adueñándose del panorama, y allá en lo más hondo de etéreos abismos iban apareciendo los luceros y las estrellas, que parecían parpadear rutilantes y misteriosos.
Cuando, en el descuido de mis pensamientos, las imágenes arbitrarias se colocan donde quieren, o en esos instantes en que hay cosas que se ven cual en una visión segunda y a un lado de lo distinto, el pino de la Corona, transfigurado en no sé qué cuadro de eternidad, se me presenta, más rumoroso y más gigante aún, en la duda, llamándome a descansar a su paz, como el término verdadero y eterno de mi viaje por la vida.
Habríase dicho: una gran consternación, aun más, el rumoroso silencio de una terrible expectativa.
:Muerta está ahí, Platero, esta noche, como una carne de mármol entre el oscuro y blando verdor rumoroso, muerta, manando de mi alma el agua de mi eternidad.
Es un canto deleitoso y férvido a la par, entonado por una poetisa española que recuerda con envidia la bohardilla madrileña en que vivió, cuando ve, desde su casa de Moscow, el eterno encaje de la nieve bordando la ropa del árbol y obstruyendo el rumoroso curso del arroyo.
Las distancias siderales son enormes, pero las medimos y nos parecen razonables, lo infinito empieza detrás de las últimas nebulosas, pero no es un infinito vivo y rumoroso, preñado de gestos como la ciudad cuyas olas batían nuestra puerta, sino el pozo negro e inerte de donde el telescopio no saca nada.
Llevome a la cocina, que me sorprendió por dos cosas, por su mucha limpieza y porque no se veía allí, fuera del caldero que a la lumbre estaba y que despedía rumoroso vapor, ningún síntoma, señal, ni indicio de cosa comestible.
Luego trepan á los árboles, animando el silencio rumoroso de la Naturaleza con su música incansable.
de muerte en aquella fría, lúgubre y solitaria mansión, tan distante del rumoroso y vívido.
En mis delirios, en mis ensueños, he creído ver azules parajes por los que yo paseo deleitándome con el soberbio olor de las flores y en los que escucho el cántico rumoroso del viento.
monstruo, poliforme y, rumoroso, la expresión de desdén estúpido que.
Epopeya, lo precedían y lo cercaban, como un bosque de laureles, rumoroso bajo.
Quien haya visto el mar después de un temporal deshecho, tenderse en la playa, rumoroso y ondulante, lamiendo manso lo que antes azotó iracundo, y trocados en arrullos sus bramidos, tendrá una idea del estado de don Juan de Prezanes, horas después de la borrasca que el lector presenció.
Se apoyó en la verja con aire extenuado, refres­cando su frente con la humedad del hierro y escuchando el silencio rumoroso de los árboles.

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