Ejemplos con retraída

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Desde pequeña fue muy retraída y cerrada, sus padres al principio parecían mantener una actitud positiva.
En esta situación aguda, el glande está hinchado y adolorido, y el prepucio se encuentra inmovilizado por la inflamación, en una posición parcialmente retraída.
No es de extrañar entonces que María Gaetana, retraída y solitaria en el fondo, muy religiosa, y con vocación científica, aspire a dejar el mundo y entrar en un convento, como ya había hecho su hermana Giuseppa Teresa.
Mientras que Gustavo llevaba intensas actividades políticas, Sofía Magdalena era retraída, tímida y seria, mostraba interés hacia la cultura, arte y literatura de la época, y nunca se habituó a la corte de Estocolmo.
La naturaleza retraída de muchos magos y brujos hace también que vean a sus familiares como sus mejores amigos.
Residió siempre en Sevilla, llevando una existencia retraída y alejada de los vaivenes políticos como funcionario técnico de la administración.
Por su actitud retraída e insociable, da la impresión de sr un individuo egocéntrico e incapa de trabajar en equipo.
Éste es el caso de tres jóvenes: Álex, un incansable mujeriego, Beatriz, una mujer retraída y solidaria y Natalia, una colombiana que busca resolver sus problemas a través de los sueños.
Katharina Schratt se retiró a a este último después de la muerte del emperador, donde vivió completamente retraída.
La cabeza está retraída en el protórax.
En el comedor había oído el Bailío diferentes versiones acerca de la retraída y un tanto misteriosa dama: quién la consideraba mujer , degenerada en de litigios denigrantes, quién deslizaba el innoble supuesto de que la bella sobrina, que compartía la triste existencia y reclusión de la señora mayor, no era tal sobrina, y sí una princesa de sangre real.
Por desgracia, encontraban retraída la sociedad.
-Yo no te lo había querido decir -continuó Nomdedeu- por no asustarte, pero el júbilo de la ciudad es tan grande, que ni aun tú que estás tan retraída podrías dejar de conocerlo.
¿Verdad, señor,dijo la señorita dirigiéndose a míverdad que Angelina es una muchacha muy inteligente y muy cariñosa? Es compañera mía en la Conferencia, y todos la queremos mucho, ¡mucho! Y, dígame usted: ¿por qué es tan retraída? Yo siempre empeñada en llevarla a casa, y ella excusándose.
Amparo se mostraba silenciosa, retraída, como cohartada, delante de mí.
Pero en aquellos momentos, cuando la vida del joven estaba peligrando y lo suponía desamparado de todos y entre las garras de aquellos militares arbitrarios y feroces, la buena y virtuosa joven no tuvo en cuenta su edad ni su sexo, no reparó en que su educación retraída había producido el aislamiento en torno suyo, no temió para nada el qué dirán de las gentes de su pueblo, no pensó más que en la salvación de Nicolás, y por conseguida salió de la casa de su madrina y se dirigió apresuradamente al cuartel en que le habían dicho que acababan de poner incomunicado al herrero.
Después, retraída en Yautepec, y encerrada justamente por el miedo que tenía doña Antonia de que fuese vista por aquellos facinerosos, Manuela no había vuelto a ver a ninguno de ellos, pues cuando habían solido entrar de día en la población, había tenido que esconderse, ya en el curato, ya en lo más oculto de las huertas, en donde la gente se preparaba escondrijos, en los que permanecían días enteros, hasta que pasaba el peligro.
Por otro lado, la alianza desigual y anómala del atlético banquero y de la mujer rica, pero modesta, retraída siempre y siempre quitada de los ruidos sociales, no podía dar buenos y equitativos resultados: él tenía sus pretensiones de linaje, su obsesión, su deseo de bullir, de ser traído y llevado en reuniones y casinos, su orgullo, que se alzaba cada vez con más brillo sobre la realidad de su pasado, y su gran cruz de caballero, que le concedió un Gobierno débil en cambio de un «chanchullo financista».
Rota la boda del general, refugiado éste en Barcelona, ciudad que en su europeísmo tiene con París la semejanza de servir de puerto de refugio a los vencidos en las grandes batallas de la vida, camino los Álvarez de América, y Magda Florián de Italia, retraída su entrañable María Montaraz, resistía Lina, sola, tambaleándose, anonadada por la ruptura con los Álvarez, que destruía su equilibrio monetario, el empuje de la ola de escándalo que amenazaba hundirle, cuando en el instante supremo la Mayordomía Mayor de Palacio le enviaba, como a grande de España, aquel convite para el baile de corte que en honor del rey de Tracia iba a celebrarse.
Clara andaba algo retraída y salía poco de casa, pero su madre no se apartaba de Chuncha en todo el santo día de Dios.
Pero por retraída que fuese la vida de Benedicta y por mucho que al salir rebujase el rostro entre los pliegues del manto, no debió la tapada parecerle costal de paja a un vecino del cuarto derecha, quien dio en la flor, siempre que la atisbaba, de dispararla a quemarropa un par de chicoleos, entremezclados con suspiros, capaces de sacar de quicio a una estatua de piedra berroqueña.
Es guapa, y vive muy retraída.
¿Por qué te hallo siempre retraída y desdeñosa para con todos, cuando puedes mostrarte a veces tan expansiva y amable?.
Alentada por sus consejos procuré entada por sus consejos procuré nos tímida con mi esposo, quien al verme menos retraída se ha manifestado más amable y hace seis meses que vivimos en completa armonía.
El aislamiento, el desapego de todo, el orgullo, la independencia, el amor a la naturaleza, la falta de actividad cotidiana y material, la vida retraída, las luchas secretas de la castidad, y el éxtasis ante la creación entera, habían preparado a Marius a esta posesión que se llama la pasión.
Vivo ahora siempre triste, retraída: mi carácter ha cambiado totalmente.
Silveria continuó, pues, selvática y casi retraída de toda convivencia y trato de gentes, como paloma torcaz, como escondida flor del desierto.
Doña Eulalia no habla nunca en latín ni en ningún otro idioma que no sea nuestro castellano puro y castizo, sus pies se apoyan siempre en el suelo cuando no está sentada o tendida, en vez de estar desmedrada, pálida y ojerosa, sé que está muy guapa y de tan buen color que parece una rosa de mayo, y el que ella repugne casarse con ninguno de los novios que su señor padre le ha buscado, y el que ande melancólica y retraída, y el que tenga por las noches y a solas, en su retirada estancia, coloquios misteriosos con seres invisibles, no prueba que esté endemoniada ni mucho menos.
Como quiera que fuese, Poldy vivió en adelante muy retraída y melancólica.
Vivía casi siempre retraída en el castillo, donde no veía ni hablaba a nadie más que a su madre, a su hermano y a las gentes que los servían.

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