Ejemplos con repeliendo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Mientras Morderek que estaba en la Torre con la cocinera repeliendo a los lobos, coge el bastón mágico de Shi-Mae y obtiene el poder de la Archimaga.
El frente de la formación británica, liderado por el HMS Volage, enfrentó a los tres barcos restantes de Francia e Italia, repeliendo al Danaé y el Carolina y capturando al Corona.
Las incursiones contra las costas italianas resultaron en la captura de docenas de barcos mercantes y cañoneras, además, grupos de marineros e infantes de marina desembarcaban en las ciudades costeras, repeliendo a los defensores y haciendo explotar las fortificaciones antes de regresar a sus navíos.
En la batalla, Balián ganó fama repeliendo los ataques de los Lombardos.
Sin embargo Dulken, comprendiendo que no podría seguir repeliendo los ataques, y falto de hombres y de armas, envió comisionados para negociar un armisticio.
Mota protestó por este hecho ante el Directorio y tomó el control de Santa María por sus propios medios, aprovechando que Salta estaba muy ocupada repeliendo invasiones realistas.
Combatió con dureza durante horas, repeliendo dos abordajes a costa de gran número de bajas.
Alarmado por el creciente poder del líder islámico El Hadj Umar Tall, tomó la ofensiva, repeliendo a Umar Tal, subyugando a las tribus moriscas del norte y transformando su colonia en la autoridad dominate de la región.
De pronto, se incorporó, repeliendo ese sopor que precede al sueño.
Y vio blancos esqueletos velando como tétricos ángeles a las puertas de las ciudades que eran su obra, vigilando el rebaño apriscado en su interior, repeliendo como reses malditas a los locos irrespetuosos que se negaban a reconocer su autoridad.
¡Oh, tío!protestó Catalina, adivinando lo que iba a decir y repeliendo el tenedor y el plato con un gesto de repugnancia.
Surgen de las entrañas de la tierra por un pozo circular que abren trabajosamente, se izan a la primera brizna de hierba que encuentran, desgarran su dorso repeliendo una envoltura seca como pergamino, y aparecen de un color verde tierno que rápidamente se obscurece.
El trabajo del hombre se extendía de tumba en tumba, haciéndose más visible así como la mañana iba repeliendo su envoltura de nieblas.
La caballería tenía la misión de mantener a retaguardia el contacto con el enemigo, de oponerle una continua resistencia, repeliendo a los destacamentos alemanes que intentaban filtrarse a lo largo de las columnas.
Margarita, repeliendo la mano audaz, habló tranquilamente de su existencia durante los últimos meses.
Afortunadamente, las imposiciones de la vida real fueron repeliendo en los días sucesivos estos recuerdos tristes.
Tal vez el otro ocultaba un arma y podía matarle, pero él, en su soberbia vengativa, sólo veía la muerte del enemigo, repeliendo todo temor.
Grandes puentes giratorios se habían abierto ante ellos, repeliendo las masas de gentío y de carretones, para darles paso en los ríos navegables de Holanda.
Algunas noches se veía obligado a colocarse junto a la hoguera que hacía hervir el caldero de su comida, repeliendo con el terror de sus manos enormes a toda la chusma voraz.
Otros dicen que no fueron aquellos semidioses los que introdujeron esta expiación, sino que por medio de la magia hicieron que se apareciese el mismo Júpiter, que este dios, irritado con Numa, le ordenó que la expiación había de hacerse con cabezas, y replicando Numa: “¿de cebollas?”, dijo “de hombres”, que a esto volvió a replicar Numa, repeliendo lo terrible del mandato, “¿con cabellos?”, y respondiendo el dios: “con vivientes”, añadió Numa, “¿menas?”, lo que había ejecutado instruido por Egeria, y que el dios se había retirado aplacado ya, y al lugar se le había dado de aquí el nombre de Ilicio: y la expiación se hacía de aquella manera.
-exclamaba el bachiller y se paseaba por el cuarto como un demente, mientras que su señora repeliendo a sus criadas y al marido se revolcaba llorando, gimiendo y estirándose alternativamente como desmayada y yerta.
Surgen de las entrañas de la tierra por un pozo circular que abren trabajosamente, se izan á la primera brizna de hierba que encuentran, desgarran su dorso repeliendo una envoltura seca como pergamino, y aparecen de un color verde tierno que rápidamente se obscurece.

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