Ejemplos con refunfuñando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Como de costumbre, dejó que se repitiera muchas veces sin prestar atención, hasta que al fin abandonó, refunfuñando, su asiento.
Unos refunfuñando, y otros de buen grado, por miedo los pusilánimes, y los exaltados porque en los ojos de adivinaron algo tremendo y misterioso, todos accedieron a su ruego, y la reunión se disolvió enseguida, semejante a una de esas tormentas que llevan en su seno el rayo y no lo lanzan a la tierra.
El gran Rossini no se dignó volver hacia ella su perfil de cotorra, y refunfuñando algo que la nueva inquilina no pudo entender, siguió por la escalera abajo, haciendo sonar con desusado estrépito los peldaños de piedra.
El viento entonces se largaba refunfuñando.
Se fue refunfuñando, y al anochecer, cuando ya Ido y Maxi se habían marchado, y los hermanos Izquierdo estaban comiendo, volvió a subir, con bastón de mando, y dijo despóticamente: Orden, orden y el primero que meta ruido, va a la cárcel.
Llegó día en que Maxi se expresaba con una violencia muy opuesta a su carácter pacífico, y cuando no le contradecían, se contestaba él, echando leña por sí propio en la hoguera de su ira, y por fin se iba refunfuñando, cerraba con golpe formidable la puerta, y bajaba la escalera de cuatro en cuatro peldaños.
La noche avanzó cada vez más lluviosa y obscura, y las moradoras de Ipenza, después de rezar el rosario, se disponían a acostarse, cuando Navarro, que dormía en el horno, despertó refunfuñando y comenzó a ladrar, atravesando el nocedal en dirección a la estrada que bajaba ni valle.
Corrido don Lesmes abandonó el terreno, tosiendo gordo y refunfuñando, y en dos zancajadas colose en el primer garito que encontró al paso.
Benito echó a correr a la iglesia a llamar a Ambrosia, que pocos instantes después subió la escalera refunfuñando.
Decía ella: no dixera más pateta, yo he de hacer mi gusto, y esotro es cosa de morenos, y no quiero cuentos con serranos: y de una hasta ciento, que se descalzaban de risa de ver al viejo hecho de hiel, y á ella, que se iba á cencerros atapados, con un zurriburri refunfuñando.
Filipo nada le replicó, sin embargo de que se le observaba airado y de que estuvo refunfuñando mientras aquel hablaba, y aun a Arato el Mayor, para dar a entender que no se había irritado por lo que se le había dicho, y que era de carácter benigno y urbano, le levantó del teatro tomándole la diestra, y le llevó consigo a Itomata para ofrecer sacrificio a Zeus y reconocer aquel punto, porque no es menos fuerte que el Acrocorinto, y en poniendo guarnición puede hacerse tan molesto como es inexpugnable a los del país.
Palacios tiró el cigarro casi apurado, refunfuñando con melancolía:.
Los hombres aceptaron, y Siva dejó su presa refunfuñando entre dientes, porque conocía el.
Me volvió la espalda, rudamente, y se encogió de hombros, refunfuñando no sé qué, vagas amenazas, sin duda, o frases despreciativas y airadas.
Luego, a todo el que iba a pedirle algo, después de reñirle rudamente y de reprocharle sus vicios y de insultarle a veces, le daba lo que le parecía, hasta que a mediados del mes se le acababa el montón de pesetas y entonces daba maíz o habichuelas siempre refunfuñando é insultando.
— Yo soy pacífico y no me gusta mezclarme en estas cosas ni hacer daño a nadie --contestó refunfuñando.
— Está bien --dijo refunfuñando el aludido.
Se hacía el distraído, refunfuñando:.
Bastábale saber que el lujo y la abundancia rodaban por aquellos suelos lo mismo que antes, y que su abuelo, hecho una ruina ya, aunque de mala gana y refunfuñando, acudía siempre a las llamadas de la hija en sus continuos apuros.
Sólo se parecían ambos muchachos en la bondad del corazón y en estar siempre dispuestos a dar la pelleja el uno por el otro, así es que jamás hubo avenio entre ellos en cuestiones de gusto, y se pasaron lo mejor de la infancia refunfuñando, cuando no a la greña, pero queriéndose mucho.
El carcelero, refunfuñando, fue a traer otra vasija nueva, sin tomarse el trabajo de llevarse los restos de la rota.
Y empujando a éste sin cesar, sale del gabinete, donde queda Gedeón revolviendo con los dedos el poco pelo de su cabeza, y Adonis refunfuñando, aunque no tan afligido como a la llegada de Merto.
A todo esto, el tío Simón continúa refunfuñando su canción sempiterna, y bregando con la bigotera que está echando a un borceguí.
Esta preeminencia, y alguna razón de arte, que se expondrá en sitio conveniente de este cuadro, me obligan a trazarle para que sepa el curioso lector qué fue de aquel castizo personaje desde que, en la apuntada solemne ocasión, se separó de él el último de los granujas que le habían rodeado, y sólo y triste y refunfuñando, comenzó a subir lentamente los carcomidos e inseguros peldaños de la escalera de su casa.
Al cabo se entregó, más que por convencimiento, por falta de fuerzas para salirse con la suya, pero volvió la cara hacia la pared refunfuñando protestas e improperios como un chiquillo contrariado.
Emma se movió un poco y suspiró, como refunfuñando.
El mensajero se marchó y yo me quedé refunfuñando.
A la justa increpación del superior, agachó la cabeza refunfuñando.
grande, dura y tostada, salió refunfuñando entre.
Era que traían la caja comprada en Areal, y Selme, el cantero, que se había encargado de la adquisición, la depositaba en el suelo, refunfuñando:.

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