Ejemplos con reflexiono

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuanto más reflexiono sobre el casamiento, mejor lo encuentro.
Usted sabe que como una mujer me siento particularmente adjunta a su- Me siento más que una afición de madre y la ansiedad, cuando reflexiono sobre los dependientes y oprimidos estados de su sexo.
Lo peor del caso es que, ahora que lo reflexiono bien, me parece que alguna culpa tengo.
Quería decirte una cosa, pero reflexiono y pienso que sería inoportuno hablar de ella.
¿Y qué saco de reflexionar? Mientras más reflexiono peor.
Y no reflexiono, no mido el verdadero alcance de la empresa en que tomo parte, me basta que sea una negación de todo esto que me rodea.
Yo veo el papel sobre que escribo, reflexiono sobre esta vision, y me la quito cuando quiero y vuelvo a tenerla cuando me agrada, y enlazo esta sensacion con otras, y con mil pensamientos, con mil caprichos, si así me gusta.
Lo que me sucede en este acto, me ha sucedido siempre, y me sucede mientras se verifica en mí esa serie de fenómenos en este estado que llamo de vigilia, mas si sueño que escribo, aun cuando no me acontezca lo que suele, de no acertar a dirigir la pluma, de no ver bien claro, de confundirse todo, no me siento con ese ejercicio simultáneo de todas mis facultades, no reflexiono sobre el estado en que me encuentro, no me hallo con esa conciencia plena de lo que hago, con ese dominio de mí mismo, con esa luz clara y viva, que en el estado de vigilia se derramaba sobre todos mis actos y sobre sus objetos.
Reflexiono también, que nada hay tan justo como el considerar prescrita a los cuarenta años la responsabilidad de lo que fue escrito a los veinte y cinco, y esto aquieta mis escrúpulos.
– al instante me arrepiento por mi expresión y reflexiono que ha de sentir lo mismo que yo con Betito.
De inmediato reflexiono y no me puedo comprender a mí misma, pues quiero que se me trate como soy ahora y me molesta que me confundan con una párvula del jardín.
Por otra parte, no dejo de conocer que he descuidado bastante los principios gramaticales de colegio y demás, porque mi padre se acordó ya muy tarde de que yo era más rico de lo conveniente para bregar con los terrones como un pelifustrán de tres al cuarto, pero si reflexiono que tengo, como he dicho, medios para manutenciar a una señora en todos sus requisitos, y genial para contemplarla como a los oros de la Arabia, con tal que ella se contrapunte siempre en las circunstancias del temor de Dios y de la buena ley, a mí, creo que bien puedo, sin ofender a nadie, echar un memorial en este respetive.
¿No puedes gozar de la felicidad presente, ambicioso, inquieto, anhelante de mayor bien? Oye, Faustino, yo no soy calculadora: yo no reflexiono mucho, cuando me mueve la voluntad algún poderoso estímulo, pero un pensamiento triste me conturba a veces.
Pero yo reflexiono demasiado, y necesito doble o triple amor del que tengo para casarme con mi primo, venciendo las reflexiones.
-Porque tengo experiencia reflexiono así.
Mas cuando reflexiono de que se pierde el tiempo en miserables proyectos, y que siempre se cometen los mismos yerros, no quiero dar mi apoyo, ni que se valgan de mi nombre, para perpetuar una marcha manifiestamente errónea, ni tampoco asumir responsabilidades que pueden llegar á ser graves.
¡Ya sabéis lo que os quiero! Juzgad cuáles deben de ser los sufrimientos que padezco cuando reflexiono que el hombre que es para mí más querido que la propia vida, puede correr, quizá dentro de un instante, un peligro de cuerpo y alma.
-¡Mirad, anciano! -le dijo Drake- reflexiono ahora que es muy probable que todo el caudal que llevaba este buque no fuese de solo tu rey: quizá había alguna parte vuestra y de vuestros amigos los comerciantes de Lima: esto es natural al menos: y os voy a documentar por el doble de lo vuestro, y por lo que fuere de vuestros amigos.
Y no reflexiono, no mido el verdadero alcance de la empresa en que tomo parte, me basta que sea una negación de todo esto que me rodea.
también reflexiono.
Cuando la princesa Nur Al-Huda hubo oído estas palabras de Hassán, reflexionó durante una hora de tiempo, luego levantó la cabeza, y dijo a Hassán: ¡Por más que reflexiono acerca del género de suplicio que mereces, no encuentro más que uno suficiente para castigar tu temeridad! Entonces, aunque muy aterrada, la vieja se arrojó a los pies de su ama, y le cogió la orla de su traje, cubriéndose con ella la cabeza, y le dijo: ¡Oh gran reina .
Y dijo Califa: ¡Espera un poco todavía y anda despacio mientras yo ordeno mis recuerdos y reflexiono acerca del sitio en que está mi casa! Luego, al cabo de cierto tiempo, como el cargador se pusiera a protestar entre dientes, le dijo: ¡Oh Zoraik! no llevo encima dinero para darte tu salario aquí mismo! ¡Porque me he dejado el dinero en casa, y se me ha olvidado cuál es mi casa!.
Ella me preguntó: ¿Y cuáles son esas reflexiones? Yo dije: ¡Oh mi dueña! reflexiono acerca del reverso de las cosas y acerca del curso de los acontecimientos que produce el tiempo! Ella me contestó: ¡Cierto que son graves esos pensamientos, y todos tenemos que deplorar alguna fechoría del tiempo! Pero ¿qué ha podido inspirarte a la puerta de nuestra casa ¡oh jeique! semejantes reflexiones? Yo dije: ¡Precisamente ¡oh mi dueña! pensaba yo en el dueño de esta casa! ¡Le recuerdo muy bien ahora! Antaño me propuso vivir en este callejón compuesto por una sola casa con jardín.
Cuando reflexiono en lo acaecido, es cosa para mí evidente que la fuerza toda de los bárbaros dependía únicamente del cuerpo de los persas, pues advierto que las demás brigadas, aun antes de cerrar con el enemigo, apenas vieron a los persas rotos y fugitivos, también ellas al momento se entregaron a la fuga.
-Pues bien -replicó fray Antonio-, mi conclusión es enteramente contraria, y mientras más lo reflexiono más me afirmo en ella.
vamos, la falta, pero si por más que reflexiono, que repaso la.
¿Y quién sabe si en ese tiempo reflexiono y escribo? No es hora de matar, señó Carmelo, que Cristo está naciendo, y la Virgen lo está acostando en las pajas del pesebre.
Cuando en un día de esos en que un insomnio prolongado o un contratiempo de la víspera preparan al hombre a la meditación, me paro a considerar el destino del mundo, cuando me veo rodando dentro de él con mis semejantes por los espacios imaginarios, sin que sepa nadie para qué, ni adónde, cuando veo nacer a todos para morir, y morir sólo por haber nacido, cuando veo la verdad igualmente distante de todos los puntos del orbe donde se la anda buscando, y la felicidad siempre en casa del vecino a juicio de cada uno, cuando reflexiono que no se le ve el fin a este cuadro halagüeño, que según todas las probabilidades tampoco tuvo principio, cuando pregunto a todos y me responde cada cual quejándose de su suerte, cuando contemplo que la vida es un amasijo de contradicciones, de llanto, de enfermedades, de errores, de culpas y de arrepentimientos, me admiro de varias cosas.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba