Ejemplos con recojo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Me devuelves mi palabra? Pues yo la recojo.
Mira, me recojo el cabello, así como lo tengo siempre, y me pongo ¿te acuerdas? como en el día de la procesión, me pongo una camelia.
Al mediar de todos los meses recojo yo en la portería de la Academia de la Historia la cantidad que para mis gastos asignada me tiene mi divina Madre.
Desde esa hora no he podido mirarla, porque a las diez me recojo siempre.
- El hilo que solté en el comedor de Alcañiz, lo recojo ahora para proseguir desde aquel punto la relación de mi viaje y aventuras, que hasta los últimos días, en lo que ahora voy a contar, no ofrecen sino sucesos comunes indignos de ser escritos.
Cuando me recojo en mí, y examino y desdoblo mi personalidad, ahora tan envuelta sobre sí propia, vengo a reconocer que soy aquel Juan que vino de España con el Ejército de O'Donnell, trayendo consigo poco más de lo puesto, un humilde y no manchado apellido, que creo era Santiuste, y una condición que tengo por sencilla y mansa, la cual, dividida en cuartos, me da tres partes de galán enamoradizo y un cuartillo de poeta.
¡Ah! Pues no, me desdigo, recojo la proposición.
¡Yo te recojo, y sea lo que Dios quiera!—Vámonos a mi casa.
Es lo que llamamos el desván de la fruta, y aquí me recojo, aquí me refugio entre calabazas.
Pues tan pronto como recojo el agua en el vaso, sacándola de un recipiente mayor, sigue algo que es la alteración del estado horizontal, que allí tenía, en un estado cóncavo que toma en el vaso.
- Recojo unos papeles que he roto impensadamente.
Yo recojo lo que fue mío, donde lo encuentro.
— Pues, con vuestro permiso, recojo el guante dirigido a mi familia, y, como soy el hermano mayor, seré el primero en batirme con vos, si no os oponéis.
Miro el llano extasiado y recojo su duelo,.
«Pero yo -dijo volviendo poco después, apresurado-, recojo para mí toda la culpa.
Mira, me recojo el cabello, así como lo tengo siempre, y me pongo ¿te acuerdas? como en el día de la procesión, me pongo una camelia.
-No -dijo Elías-: yo la recojo.
Recojo yo estas chispas y las comunico entre los seres, hállense próximos o distantes.
Cuando vuelvo a mi casa y me recojo en mi discernimiento natural, de lo que me entró por el oído y de lo que yo discurro saco la verdadera enjundia y el meollo de eso que llaman la Cosa Pública.
Escribo estas líneas en el corral donde me recojo a dormir y aprovechando la última luz del crepúsculo de la tarde.
Yo recojo todas las colillas que encuentro, se las pico muy bien picaditas.
Tarde fue el recojo de los mozos por su diversión, de los padres y madres por el cuido del mocerío.
«Si me ha llamado usted animal, y recojo la alusión como hijo de Granátula, aunque no pariente de D.
Este es el cuarto que vos dejáis caer y que yo recojo, porque en tres años, señora, no os he visto más que cuatro veces: esa primera de que acabo de hablaros, la segunda en casa de la señora de Chevreuse, la tercera en los jardines de Amiens.
-Yo empleo mi capital honradamente, y ayudo al empresario, al trabajador, soy uno de los agentes de la industria y recojo la natural ganancia.
, yo le recojo.
-Las recojo, no por lo que valen en su prosapia metálica, sino por la mano generosa que me las ofrece como prenda de un fino genial de estimación.
» ¡Valiente reparo de mala fe sería ese! Recojo el clavel y le guardo, por.
Cuando recojo mis racimos y los prenso en el lagar, y hago el vino rojo, y lo vendo, y lo cato, he cumplido la tarea que el Señor me impuso.

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