Ejemplos con recalcitrantes

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

También expulsa de la región a los frailes jesuitas del convento de Ocopa por consideralos según su parecer realistas recalcitrantes.
Aunque castigó a las ciudades recalcitrantes e impuso ruinosos rescates aún a las ciudades que se le sometieron sin lucha, mostró un claro entendimiento del valor del comercio y de la agricultura y tomó medidas para promoverlos, empleando sus tropas para restaurar las áreas y ciudades que habían arrasado.
La presión estadounidense, el retroceso del sentimiento nacionalista y la decidida colaboración de Truman hicieron que las esferas más recalcitrantes de la IV República francesa aceptaran finalmente la validez de la argumentación, propagada por la diplomacia estadounidense, de que la suerte de Alemania estaba ligada a Europa y la de ésta a aquélla.
Para casos recalcitrantes, se desmembraba el cuerpo y se quemaban las partes, mezclándolas con agua y administrándoselas a los familiares a modo de cura.
Pero debido a su estructura inusual, algunos xenobióticos persisten mucho tiempo en la biosfera sin alterarse y por eso se dice que son recalcitrantes a la biodegradación, llegando a ser contaminantes.
En cambio, practicaban con gran asiduidad la caza, las carreras, la lucha, la esgrima de toda clase de armas, sin desdeñar el pugilato, los jóvenes recalcitrantes o cobardes eran severamente castigados.
De todas formas, luego de estos eventos no se percibió un gran movimiento en pos de promocionar el fechado radiométrico, que parecía ser resistido por los miembros más recalcitrantes de la comunidad de geólogos.
Por muchos años del régimen manchú, Yuan fue caracterizado como un villano por el gobierno Qing, pero los locales continúan reverenciándolo como un gran patriota, especialmente en Taiwán y China del Sur, donde los recalcitrantes chinos pasaron mucho tiempo resistiendo a los invasores manchúes.
Componía eruditos versos y cantaba en galana prosa: figuraba en el ramillete más fresco de la juventud moderada con ideas recalcitrantes, espolvoreadas de cierto escepticismo, que era entonces del mejor tono.
Era necesario , conciliar todas las voluntades, ahuyentar todos los escrúpulos, ahondar en cualquier rincón en que pudiera encontrarse un ochavo, escarbar en todo muladar en que pudiera hallarse un pelotón de hilas sucias, agotar todos los recursos de fiestas, bailes, toros, beneficios, francachelas y festivales, con que la caridad moderna ha encontrado el secreto de enjugar las lágrimas, al mismo tiempo que ensancha los corazones, refocila los estómagos y estira las piernas ¡Socorrer a los heridos del Norte! ¡Qué anzuelo tan a propósito para pescar desde las carlistas más recalcitrantes hasta las liberales más radicales! Por eso había pensado él, para dar aquel barrido general y definitivo, en un gran baile, una fiesta sonada y famosísima, de , que debía dar , Curra, convidando a todo el Madrid explotable, desde la presidenta consorte del comité carlista, hasta la ministra cesante, esposa dignísima del excelentísimo señor don Juan Antonio Martínez Y allí, al calorcillo del champagne, que ablanda los corazones compasivos, bajo la influencia de las vanidades estimuladas que excitan el deseo de figurar, tender la red de la caridad, echar el anzuelo de los infelices heridos del Norte y pescar de una sola redada entre las mallas de la asociación de señoras a todo el Madrid femenino capaz de soltar la mosca Celebraríase luego una junta general preparatoria en casa de Butrón mismo, presidida por Genoveva, y en ella había de presentarse y aprobarse por sorpresa la candidatura de una junta directiva, preparada ya antes, en que entrasen todos los elementos tan hábilmente combinados, que el partido restaurador tuviese mayoría y pudiera Butrón, entre bastidores, manejar a la Junta y a la Asociación entera con la misma facilidad con que se maneja el manubrio de un organillo.
Con tal motivo, les pronuncia siempre un discurso, en que los llama, entre otras cosas, , pero los feligreses recalcitrantes no se dan por ofendidos, y reciben las pedradas del pastor bajando la cabeza con sonrisilla irónica.
Con las pegajosas recalcitrantes emplea, si son tímidas, la amenaza del escándalo, y si son de las feroces y bravías, lo arrostra valerosamente, cortando el nudo, como Alejandro, cuando no puede desatarlo.
Tres mozos, capitaneados por el maestro Calleja, rapaban semanalmente las barbas de un centenar de liberales de los más recalcitrantes.
A un lado y otro se extendían largos divanes de cuero castaño en que se echaban a dormir algunos jugadores recalcitrantes, perdido el último céntimo.
Joe consiguió, no sin trabajo, que aceptasen la empresa los espíritus recalcitrantes, pero, una vez aceptada, la imaginación de los marineros, estimulada por los relatos de Joe, ya no concibió nada que fuese imposible.
Los recalcitrantes, los viejos, los que jamás habían vivido entre los cristianos, los que no conocían su lengua, ni sus costumbres, los que eran enemigos de todo hombre extraño, de sangre y color que no fuera india, creían en los vaticinios de las brujas.
En dos épocas de la vida sienten los hombres, con respecto al matrimonio, eso que los célibes recalcitrantes llaman malas tentaciones: la primera, cuando la imaginación, salida apenas del horizonte de la pubertad, lo ve todo de color de rosa.
Desde aquel momento, las costumbres populares de Santander sufrieron una transformación casi radical, y sólo quedaron en escena la clase del pueblo, que viene dando hasta hoy grandes pruebas de que sobre ella pasan en vano años y civilizaciones, más algunos pocos recalcitrantes de la otra clase, apegados con exceso a los viejos hábitos, que se limitaban a escaramuzas aisladas y completamente independientes de las feroces campañas del populacho.
- Podía decirse que estos VALORIS eran los amos del pueblo, compuesto casi exclusivamente de moriscos, o, por mejor decir, de recalcitrantes islamitas.
Entonces se levantó el maestro barbero y empezó por meterle en el gaznate dos tenazas como las de los herreros, que le servían para dominar los dientes recalcitrantes, luego, dando una vuelta a las tenazas le extirpó las dos muelas a la vez.
Acá y allá, por las salas de juego, la guardia vieja, media docena de recalcitrantes emperrados -de los del tiempo de la otra casa- entre bocanadas de humo y tragos de cerveza, mecánicamente echaban su sempiterna partida de Chinois, cantaban sus quinientas.
Los más recalcitrantes tuvieron que confesar este hecho evidente: que como la broma de la cómoda no se había dado ninguna.
¿Por qué razón no pudiera yo haberos tenido por uno de esos empecatados recalcitrantes comprendidos en cualquier entredicho, y que habiendo entrado en cuentas rehúsa la broma de convertirse en momia y corre a buscar el remedio?.
También este pasaje de mis apuntes es de los que habían de provocar desdeñosa sonrisa en los imberbes escolares al uso, y sin embargo, merece algún respeto como dato curioso para la historia de las costumbres, pues han de saber estos hombres precoces, que aquellos muchachos recalcitrantes no eran menos listos, ni más tontos, ni menos ingeniosos que ellos, pero les daba por las susodichas inocentadas, porque no era costumbre entonces entre los estudiantes fundar periódicos batalladores ni asaltar las cátedras del Ateneo y de las Academias para difundir la luz de la ciencia por todos los ámbitos de la patria, tarea peliaguda, cuyo intento estaba, con mediana suerte, encomendado a unos cuantos hombres con canas y de reconocida autoridad.
Pero Fulánez, por tan poca cosa, no se formalizaba, y riéndose, se fue a preparar el billar para el choclón nocturno, el gran recurso para hacer salir los últimos pesos de los tiradores recalcitrantes.
Los autoritarios más recalcitrantes deben reconocer que.
Mientras los patriotas usaban capas de colores obscuros, los recalcitrantes realistas adoptaron capas de paño grana, y sus mujeres, dejando para las insurgentes el uso de perlas y brillantes, se dieron a lucir zarcillos o aretes de oro.
Los patriotas y progresistas y novedosos se declararon por el empresario pero los godos y retrógrados y recalcitrantes se decidieron por el auriga.
El criado era también judío y de los recalcitrantes.
Acababa de llegar a un punto de veraneo y después de los trajines consiguientes que da en Chile «la casa amoblada» cuando se acaba de comprobar que no tiene más muebles que cuatro malos catres, dos sillas desfondadas, un piano con teclas recalcitrantes y un ropero cuyas puertas no cierran y cuyos cajones entran a puntapiés, estaba sentado en un banco en el jardincillo, cuando vi entrar al hombre panzudo y de buen humor.

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