Ejemplos con rajá
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
El rajá Rasal fue derrotado y se retiró a la costa oriental del río Indo.
Lo envió, por lo tanto, en misión al rajá Hamubon, el jefe o datu de Cebú.
Se libró una violenta batalla entre el ejército musulmán y las fuerzas del Rajá incluyendo elefantes de guerra.
Goiti ancló su flota en Cavite, e intentó establecer la autoridad de la corona española por medios pacíficos, enviando un mensaje de amistad al Rajá Soleymán.
Solimán, el rajá destronado, tras intentar sin éxito el apoyo del rajá de Tondo, llamado Lacandula, y de los pampangueños y pangasineños, reunió un fuerte contingente de nativos tagalos.
Tras esto suben a un barco que los lleva hasta la India donde cogen el Expreso de Calcuta, pero a mitad de camino se paran por que todavía no se ha acabado de construir la vía, suben a un elefante que los lleva a través de la selva donde presencian los preparativos de una pira funeraria de un Rajá.
La batalla comenzó cuando una fuerza de marineros holandeses bajo el mando de un comandante flamenco, el capitán Eustaquio de Lannoy fue enviada a Travancore para asegurar una factoría del rajá.
La llegada del ejército del rajá desde el norte forzó a los holandeses a tomar posiciones defensivas en Kulachal, donde fueron atacados y vencidos por las fuerzas de Travancore.
Después de la derrota, el comandante se unió al ejército del rajá a cambio de su vida, y sirvió en él durante más de dos décadas.
Indratuima es un rajá indio inmortalizado por la tradición, que le atribuye numerosos hechos sobrehumanos.
¿Qué creen que hizo el rajá? Pues recurrir a un segundo sirviente, todavía más leal, y ponerlo a espiar al primero.
La cosa sucedió así: cuando el rajá puso sus joyas en manos de Achmet, lo hizo porque sabía que éste era digno de confianza.
Durante el juicio no se dijo ni una palabra acerca de las joyas, porque el rajá había sido derrocado y desterrado de la India, así que nadie tenía un interés particular por ellas.
Justamente tengo entre manos la gargantilla de un rajá, un tesoro de la India.
Es el rajá de Visapura.
¡Sentirían horror! ¡El heredero del rajá de Visapura adoptado por la koregaresa! ¡Mamando de su leche inficionada! ¡Ah! ¿Por qué no me habrán permitido subir a la hoguera, acompañar a mi esposo? En fin, ve tú, extranjero, tú que no temes al contacto de ningún nacido.
Mi profesión, el crédito ganado en ella, fue motivo de que visitase la residencia de una aristocrática señora llamada Kandyra, viuda de un rajá, a la cual los ingleses salvaron del célebre sacrificio vidual, ya casi caído en desuso.
dignas de un rajá o de una emperatriz, de los mobiliarios en.
-Son las del rajá -advirtió la señorita-.
Su madre sí que no tardó en morir, agobiada por el horrible secreto de que el futuro rajá era un paria.
Solo he visto uno, y menos hermoso, lo poseía el rajá de Mirzapur y aseguraba que era sin par.
El mundo no volverá a saber del mercader Achmet, pero el gran tesoro del rajá se dividirá entre nosotros.
En las provincias del Norte hay un rajá que posee muchas riquezas, aunque sus tierras son pequeñas.
Como un rajá soberbio en su elefante indiano.
