Ejemplos con rada

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

- La Rada Central debe incluir representantes de otros pueblos que viven en Ucrania.
Por un lado, la Rada Central de Ucrania reconoce a la Asamblea Constituyente de Todas Las Rusias y hasta la convocatoria de su reunión no se tomará ninguna decisión tendente a conseguir la autonomía de Ucrania.
De todos los árboles soy el baniano, de los sabios entre los semidioses soy N rada.
Treto da nombre a la barca que en el pasado servía para atravesar la ría de Rada.
De este periodo son grandes arquitectos cántabros que fueron referente nacional como Bartolomé de Bustamante, Juan Ribero de Rada, Juan Gil de Hontañón, Diego de Praves, su hijo Francisco de Praves, Juan de Nantes o el mismo Juan de Herrera.
Recibió el despacho de capitán y actuó como ayudante de campo del coronel José María Del Castillo Rada.
Pedro Godoy en Chile, Andrés Soliz Rada en Bolivia y Vivian Trías y Alberto Methol Ferré en Montevideo, son, de alguna manera, tributarios a este pensamiento.
Consciente Bonsor del valor del monumento, trató por todos los medios que su excavación se efectuase completamente, aunque sin éxito llegando a realizar una llamada desesperada a las instituciones y en especial a la Real Academia de la Historia y a sus académicos, por ejemplo a Rada, quien lo incluye en su memoria sobre la Necrópolis.
No hay constancia de las fechas de sus estancias en cada uno de ellos, ni por tanto el orden, pero según Juan de Dios de la Rada Delgado y sus biógrafos posteriores, el orden es el siguiente: Ateneo de Tournai, en Bélgica, Colegio Alemán de Moscú, Liceos de Albi y Montauban en Francia y en el Colegio Huddersfield de Yorkshire en Inglaterra.
Andrés Soliz Rada es un abogado, periodista, dirigente sindical, profesor universitario y político boliviano.
El municipio se extiende además de Murillo el Cuende o Murillete, a los concejos de Traibuenas y Rada.
La escalera exterior se enrosca sobre un pilar exento que arranca desde la rada y sobresale de la terraza del piso superior y se rematan con una losa circular de hormigón a modo de sombrilla para la propia escalera.
¡Quién podía saber si sus comunicaciones misteriosas servirían para que él también se viese atacado por un submarino al salir de la rada de Brest!.
Después de mediodía entraron en la rada de Sóuthampton.
Recibió la orden de partida, y una mañana gris y lluviosa salieron de la rada de Brest.
Vaya usted de tiempo en tiempo a ver al señor de Rada.
La rada estaba obscura, con olas espumosas, cortas y gruesas, que saltaban como carneros.
Respiró al entrar por uno de los tres pasos del semicírculo de escollos que cierra la rada de Brest.
Las tripulaciones de los buques de guerra surtos en la rada venían a fundir en esta variedad de uniformes la nota monótona de su azul negruzco, casi igual en todas las marinas del mundo Y a la amalgama militar se agregaba la pintoresca variedad de la vestimenta civil, el carácter híbrido del vecindario de Salónica, compuesto de varias razas y religiones que se entremezclan sin confundirse.
Luego fué reconociendo la rada, vasta extensión acuática con un marco de arenales y lagunas que reflejaban la luz indecisa del amanecer.
El tercer viaje, en pleno invierno, fué muy duro, y al final de una noche lluviosa, cuando las sutiles palideces del alba empezaban a sacar de la sombra los contornos todavía esfumados de la realidad, el llegó a la rada de Salónica.
Vélez de Rada que cuando me vea, ya no le voy a gustar ahora mismo se me va la cabeza, y noto unos desvanecimientos muy fuertes.
Paladeó el Burdeos, dando con la lengua en el cielo de la boca, y jurando que olía y sabía como las violetas que le traía Vélez de Rada a veces.
Ganoso de no quedarse atrás de Colmenar en generosidad, amén de señalar pingües alimentos a Lucía, le regaló una suma redonda, destinada a invertirse en el viaje de novios, cuyo itinerario trazó Miranda, comprendiendo a París y a ciertas bienhechoras aguas minerales, recetadas tiempo atrás por Rada, como remedio soberano para la diátesis hepática.
Noexclamó Lucía posando en el viejo su clara mirada: si no es que soy simple, es que no quiero entender, ¿lo oye usted? Porque si comienzo a cavilar en esas cosas, doy en no comer, en no jugar, en no dormir Esta noche de fijo no pegaría ojo y después dice el señor de Rada, en latín, que enfermo del cuerpo y que vendré a enfermar del alma.
Vélez de Rada fue todavía más terminante y categórico.
Te aseguro que Vélez de Rada es un prodigio Materialista cerrado, eso sí.
Así es que, aprovechando la estancia en León, y los conocimientos y acierto singular de Vélez de Rada, dedicose a reparar las brechas de su desmantelado organismo, y la vida metódica y la formalidad creciente de sus maneras y aspecto, que en la corte la perjudicaban revelando que empezaba a ser trasto arrumbado y sin uso, sirviéronle en el timorato pueblo leonés de pasaporte, ganándole simpatías y fama de persona respetable y de responsabilidad y crédito.
Se desarrollaron paralelamente en Lucía el espíritu y el cuerpo, como dos compañeros de viaje que se dan el brazo para subir las cuestas y andar el mal camino, y ocurrió un donoso caso, que fue que mientras el médico materialista, Vélez de Rada, que asistía al señor Joaquín, se deleitaba en mirar a Lucía, considerando cuán copiosamente circulaba la vida por sus miembros de Cibeles joven, el sabio jesuita, padre Urtazu, se encariñaba con ella a su vez, encontrándole la conciencia clara y diáfana como los cristales de su microscopio: sin que se diesen cuenta de que acaso ambos admiraban en la niña una sola y misma cosa, vista por distinto lado, a saber: la salud perfecta.
Llame, llame a ese mala cabeza de Rada tiene mucho aciertomurmuró el jesuita considerando compadecido, a la luz oblicua del sol de otoño, la inyectada tez y los ojos edematosos del viejo.

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