Ejemplos con quisiesen

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Era Sol como para que la llevasen en la vida de la mano, más preparada por la Naturaleza para que la quisiesen que para querer, feliz por ver que lo eran los que tenía cerca de sí, pero no por especial generosidad, sino por cierta incapacidad suya de ser ni muy venturosa ni muy desdichada.
Sol se había afligido, y doña Andrea no, aunque la ponía orgullosa que le quisiesen a su hija, pero Lucía no: ella no veía nunca con gusto a Lucía.
Con cincuenta y seis años de edad, no pocos padecimientos y la facha que ya hemos descrito, don Casimiro mismo, a pesar de su amor propio, que no era flojo, había hallado, allá en el centro de su conciencia, un si es no es inverosímil que le quisiesen casar con aquel pimpollo.
Alzóse las faldas la buena dueña, y con no vista lijereza se puso en el torno, donde estaba toda la gente de la casa esperando, y habiéndoles mostrado la llave que traia, fué tanto el contento de todas, que la alzaron en peso como a catedrático, diciendo: viva, viva, y mas cuando les dijo que no habia necesidad de contrahacer la llave, porque segun el untado viejo dormia, bien se podian aprovechar de la de casa todas las veces que la quisiesen.
Bien esperaba yo en el cielo que ántes que estos mis ojos se cerrasen con el último sueño te habia de ver, hijo mio, y ya que te he visto, venga la muerte, y lléveme desta cansada vida: Has de saber, hijo, que en esta villa vivió la mas famosa hechicera que hubo en el mundo, a quien llamaron la Camacha de Montilla: fué tan única en su oficio, que las Eritos, las Circes, las Medeas, de quien he oido decir que están las historias llenas, no la igualaron: ella congelaba las nubes cuando queria, cubriendo con ellas la faz del sol, y cuando se le antojaba, volvia sereno el mas turbado cielo: traia los hombres en un instante de lejas tierras: remediaba maravillosamente las doncellas que habian tenido algun descuido en guardar su entereza: cubria a las viudas de modo que con honestidad fuesen deshonestas: descasaba las casadas, y casaba las que ella queria: por diciembre tenia rosas frescas en su jardin, y por enero segaba trigo, esto de hacer nacer berros en una artesa, era lo ménos que ella hacia, ni el hacer ver en un espejo, o en la uña de una criatura, los vivos o los muertos que le pedian que mostrase: tuvo fama que convertia los hombres en animales, y que se habia servido de un sacristan seis años en forma de asno real y verdaderamente, lo que yo nunca he podido alcanzar cómo se haga, porque lo que se dice de aquellas antiguas magas, que convertian los hombres en bestias, dicen los que mas saben, que no era otra cosa sino que ellas con su mucha hermosura y con sus halagos atraian los hombres de manera a que las quisiesen bien, y los sujetaban de suerte sirviéndose dellos en todo cuanto querian, que parecian bestias, pero en tí, hijo mio, la esperiencia me muestra lo contrario, que sé que eres persona racional, y te veo en semejanza de perro, si ya no es que esto se hace con aquella ciencia que llaman tropelía, que hace parecer una cosa por otra.
Con esta licencia los genízaros dejaron desocupada la puerta de la tienda, y dieron lugar a que entrasen los que quisiesen.
Juan de Cárcamo, y por haber visto por esperiencia su buena condicion y honesto trato, alguna vez le habia mirado con ojos aficionados, pero que en resolucion ya habia dicho que no tenia otra voluntad de aquella que ellos quisiesen.
—Querránme para truhana, respondió Preciosa, y yo no lo sabré ser, y todo irá perdido, si me quisiesen para discreta, aun llevarmeian, pero en algunos palacios mas medran los truhanes que los discretos: yo me hallo bien con ser jitana y pobre, y corra la suerte por donde el cielo quisiere.
Y con esto, y con lo que dél sabían de la buena voz que el cielo le había dado, vinieron todos en gran deseo de saber más particularmente quién era, y aun de ayudarle si alguna fuerza le quisiesen hacer, y así, se fueron hacia la parte donde aún estaba hablando y porfiando con su criado.
Cerró la carta el secretario y despachó luego al correo, y, juntándose los burladores de Sancho, dieron orden entre sí cómo despacharle del gobierno, y aquella tarde la pasó Sancho en hacer algunas ordenanzas tocantes al buen gobierno de la que él imaginaba ser ínsula, y ordenó que no hubiese regatones de los bastimentos en la república, y que pudiesen meter en ella vino de las partes que quisiesen, con aditamento que declarasen el lugar de donde era, para ponerle el precio según su estimación, bondad y fama, y el que lo aguase o le mudase el nombre, perdiese la vida por ello.
En el camino preguntó don Quijote al primo de qué género y calidad eran sus ejercicios, su profesión y estudios, a lo que él respondió que su profesión era ser humanista, sus ejercicios y estudios, componer libros para dar a la estampa, todos de gran provecho y no menos entretenimiento para la república, que el uno se intitulaba el de las libreas, donde pinta setecientas y tres libreas, con sus colores, motes y cifras, de donde podían sacar y tomar las que quisiesen en tiempo de fiestas y regocijos los caballeros cortesanos, sin andarlas mendigando de nadie, ni lambicando, como dicen, el cerbelo, por sacarlas conformes a sus deseos e intenciones.

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