Ejemplos con propenso

Fue poco propenso a exposiciones y concursos.

Aunque las Dos Sicilias eran el estado más próspero de Italia, al tener un rey con poca autoridad y muy represivo el pueblo era propenso a rebelarse.

El sistema más sencillo, pero también probablemente el más propenso a errores es aquel basado en palabras clave.

En defensa es un jugador que busca siempre intimidar, forzar y taponar tiros, algo que le hace ser propenso a cometer faltas personales.

Los ICDSRs son apropiados cuando el producto es propenso al ensuciamiento o a la cristalización, muy viscoso, con partículas o sensible al calor.

Nunca propenso a mirar hacia atrás en su carrera, Tucker ha vivido siempre en el momento y mantenido una visión de la vida.

Un protobionte es un glóbulo estable que es propenso a la autosíntesis si se agita una suspensión de proteínas, polisacáridos y ácidos nucleicos.

El tanque era muy propenso a que se le rompieran las orugas si la tensión no era mantenida correctamente, o si se giraba a alta velocidad o de manera muy pronunciada.

Algunos de los problemas se siguieron abordando, ya que, las instalaciones aún presentan varios problemas de seguridad relacionados con el acceso y salida, y se considera propenso a la aparición de otra situación de emergencia en caso de alta participación.

Este curso inusual hace que el río sea muy propenso a sufrir inundaciones.

Su nombre se debe al del famoso pirata turco Barbarroja, y su pasión es consumir confites y toda clase de dulces para niños, lo que lo hace propenso a la obesidad y a la diabetes.

Su suelo, es bastante húmedo, por cuya razón el clima es enfermizo, y propenso a tercianas reumas.

Además podría describirse como un personaje excéntrico que es propenso a conductas extrañas, como por ejemplo, a la creación de una versión del Twister con muchísimos colores, aun así, es una persona que se preocupa por sus amigos, sobre todo cuando se trata de Hagu, por la cual siente cierta atracción.

Sin embargo en el escalafón de los pelos finos ocupa uno de los últimos lugares, ya que peca de quebradizo, con poco nervio y nada propenso a que logremos que puntee.

Las mas obvias adaptaciones son características que permiten a las plantas sobrevivir a lo incendios, aunque en un estado mas o menos propenso.

Se le ha juzgado de tener una mente estrecha, de ser impulsivo, de no plantearse con demasiada serenidad los criterios y de ser propenso a la continua sospecha de todo aquel que le rodeaba.

Es mejor no atraparlo con redes porque es propenso a colocar sus espinas dorsales pectorales de la aleta de una manera muy rígida, especialmente si está tensionado.

Si alguno de los cables pasa por un lugar propenso a ruido es conveniente que sea.

Antes de reusar viejo código fuente, librerías, API s, configuración y demás, debe ser considerado si el trabajo anterior es válido para reusar, o si es propenso a problemas de legado.

Junto con esto, el sector en el que actúa Emaar, sobre todo en Dubai, es propenso a sufrir burbujas que repercutan en la inversión de los accionistas.

Teniendo una frágil vegetación, y siendo propenso a los incendios en el verano, se recomienda tener gran prudencia y cuidado.

El H-IIA es un derivado del cohete anterior H-II, aunque se ha ajustado substancialmente para rebajar al mínimo los costes con una mejora tecnológica, el H-II demostró ser demasiado costoso y propenso a tener fallos.

Clark es más propenso a doblar las reglas y operar fuera de la ley que Ryan, así que Clancy lo utiliza para los roles más grotescos.

El payés, con ese egoísmo rústico propenso a huir de la desgracia, hacíase el remolón, evitando el cumplimiento de sus obligaciones.

La monja debió de haber sido linda, a pesar de la mancha bochornosa, y todavía más que linda, a causa de la mancha, para un espíritu apasionado y propenso a las emociones dramáticas, como es el de Apolonio.

Esto le había irritado, le tenía propenso a no mostrarse con el Duque todo lo deferente y respetuoso que debía.

Y con la terrible majestad del padre latino, señor absoluto de sus hijos, más propenso a infundir miedo que a inspirar afecto, empezó a andar seguido por la trémula Roseta, la cual, al acercarse a su barraca, creía marchar hacia una paliza segura.

¿A quién había de amar ella en estos lugares? Si hasta los veintiocho años había vivido sin prendarse de hombre alguno ¿no era probable, casi evidente, que viviría ya de la misma manera el resto de su vida? Todo aquel brío de voluntad, todo aquel tesoro de amor que yo descubría en su pecho, todos aquellos pensamientos elevados y generosos que agitaban su mente, todas aquellas aspiraciones sin nombre, infinitas, divinas, que germinaban en su espíritu, en perenne primavera ideal, todas aquellas flores celestiales, nacidas en el huerto sellado de su fantasía y cultivadas con esmero por su recto juicio, propenso por naturaleza, educación y gracia, a lo santo y puro ¿a quién había ella de dedicarlos y consagrarlos? A Dios, y nada más que a Dios, pensé yo.

Sentíase él tan propenso a la emoción, que cuando los labios de la santa tocaron su frente, le entró una leve congoja y a punto estuvo de darlo a conocer.

A Julián le ayudaba en su triunfo, amén de la gracia de Dios que él solicitaba muy de veras, la endeblez de su temperamento linfático-nervioso, puramente femenino, sin ardores ni rebeldías, propenso a la ternura, dulce y benigno como las propias malvas, pero no exento, en ocasiones, de esas energías súbitas que también se observan en la mujer, el ser que posee menos fuerza en estado normal, y más cantidad de ella desarrolla en las crisis convulsivas.