Ejemplos con pronunció

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Riel pronunció grandes y largos discursos en su juicio, en los que defendía sus propias acciones y afirmaba y ponía énfasis en los derechos de su pueblo, los Métis.
La duquesa, con acento profundo y unción de responso, pronunció lentas palabras, como si meditase en alta voz:.
Cuando alzó los ojos, pronunció estas palabras:
Levantose Ignacio de un brinco, y, quedándose en pie sobre la parte más elevada del ribazo, dominando el paisaje todo, pronunció lentamente:.
Miró a Lucía sorprendido, cual si la viese por primera vez, y con voz debilitada pronunció:.
Las últimas palabras las pronunció con energía.
Mas antes de llegar a ella, don Roque, que soplaba y bufaba como una ballena, e imitaba en lo posible la marcha jadeante y arremolinada de este cetáceo, se paró de repente, y pronunció en alta voz un largo discurso, del cual no entendió Marcones más que la palabra ladrones, repetida bastantes veces.
En una velada organizada para recoger fondos con que aliviar la miseria de las viudas y huérfanos de los bravos que sucumbieron por defender el honor que un rey criminal quiso asesinarles, Martí pronunció una oración bellísima, y el señor Leopoldo Burón recitó unos versos, también suyos, alusivos al acto.
Currita sintió un movimiento de gozo vivísimo que le pareció el presentimiento del triunfo, los carruajes de la corte saldrían, por el buen tiempo, descubiertos, y sin duda irían después de la Salve a dar una vuelta por la Castellana, donde todo el mundo elegante tendría ocasión de verla y contemplarla en su honorífico puesto Algo la espantaba, sin embargo: la idea de que iba a serle forzoso pasar por aquel mismo trayecto que había recorrido con Jacobo la noche funesta, por aquella misma iglesia ante la cual pronunció su última palabra, por aquella esquina en que le había visto caer lanzando un gemido de agonía Mas ¿qué iba a hacer ella? ¿Enterrarse en vida a los cuarenta y cinco años? ¿Dejar por escrúpulos sentimentales que le arrebatase una calumnia el prestigio, la soberanía suprema, el cetro de la elegancia y el buen tono que, a pesar de mil vergüenzas verdaderas, había conservado en su mano hasta entonces?.
Cubrióse en el acto el marqués, y dirigiéndose al rey, pronunció un breve discurso, en que, según la costumbre, trazó a grandes rasgos la gloriosa historia de su familia, que comenzaba en aquel Fortún de Torres, que peleó con Alfonso el Sabio y murió en el Alcázar de Jerez, agarrando con los dientes la bandera de su rey, por no poderla ya sujetar ni defender con sus dos manos mutiladas.
Y tales cosas dijo Currita, y tales protestas hizo, y con tal acento las pronunció, que el mismo Butrón con ser tan ducho, se quedó perplejo, y entre las afirmaciones contrarias de aquellas dos condesas igualmente tramposas, sólo sacó en claro una nueva confirmación de aquel principio práctico que de toda la vida había profesado: la mujer aborrece a la serpiente por celos y envidias del oficio.
El rector, anciano religioso, honra y gloria de la Orden a que pertenecía, pronunció después un breve discurso, que no pudo terminar.
Descubriéronse las siete acequias , quedando con las manos sobre las rodillas y la vista en el suelo, y el más viejo pronunció la frase de costumbre:.
¿Cómo reproducir, sin alterarle o sin debilitar su energía y empañar su esplendor celestial, el sencillo e inspirado discurso que entonces pronunció el Padre Enrique?.
Viendo doña Manolita que no había manera de remediar su torpeza, y apuradísima de haber irritado tanto a doña Luz, a quien quería de todo corazón, no pronunció una sola palabra más, pero lloró y sollozó como si le hubiese sobrevenido la más cruel desgracia.
arrojar el último suspiro entre una sonrisa de incredulidad, es cierto, pero con la calma del hombre valeroso y honrado cuya vida había sido un modelo de virtudes domésticas y sociales!— fueron las últimas terribles palabras que pronunció V.
Pronunció esto con oprimido acento, como quien va a romper en llanto.
Era la misa de San Ramón Nonnato, elegida para la circunstancia, y cuando el celebrante pronunció , parecióle que las cadenas de dolor que ligaban a la pobre virgencitaque aún entonces se la representaba como tal el capellánse rompían de golpe, dejándola libre, gozosa y radiante, con la más feliz maternidad.
No pronunció el Tuerto palabra, únicamente su ojo verdoso se encendió con fosfórica luz, y miró a Barbacana, como pidiéndole permiso de tomar parte en la empresa.
Al cabo Nucha pronunció con sordo acento:.
En voz baja y lastimera, pero con suma energía, pronunció sin mirar al señorito:.
El marqués de Ulloa, deteniéndose en el umbral y con cierta expresión solemne, pronunció:.
Lo pronunció con tanta sumisión, que Julián a su vez quiso mostrarle un poco de caritativo interés.
El jinete, tranquilizado y lleno de devoción, pronunció descubriéndose: Adorámoste, Cristo, y bendecímoste, pues por tu Santísima Cruz redimiste al mundo , y de paso que rezaba, su mirada buscaba a lo lejos los Pazos de Ulloa, que debían ser aquel gran edificio cuadrilongo, con torres, allá en el fondo del valle.
Pronunció, pues, la esfinge el anhelado.
Las más sisadoras y alegres de cascos eran las más implacables y terribles, y repetian punto por punto los juramentos y amenazas que el pronunció hacía ocho años, terminando toda su arenga con la frase sacramental de: —El propio Alcalde, persona muy digna, discurria allí con la mayor seriedad, sobre si Manuel mataria a Antonio aquella tarde, o lo dejaria para el dia siguiente en la Rifa, inclinándose a que sucederia lo primero.
Manuel se quitó el reloj, y se lo entregó al niño, colgando de su cuello la larga cadena de oro de que pendia, y pronunció estas palabras:.
La sobrina del Penitenciario se detuvo al fin, y pronunció estas palabras:.
Al ser saludada por su primo se puso como la grana, y sólo pronunció algunas palabras torpes.
Yo, Teodora, soy el que me hallé presente a las sinrazones de don Fernando, y el que aguardó oír el sí que de ser su esposa pronunció Luscinda.

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