Ejemplos con prometió

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Novillo prometió que lo exigiría.
Parecíale gentezuela de poco más o menos toda la que la rodeaba en su pueblo, y se prometió solemnemente morir soltera si no se presentaba por allí un pretendiente que, a la cualidad de buen mozo, reuniese un poco de educación, algo de mundo y cierto a la usanza del día.
Bien penetrada de esta verdad, Juana la sintió en su alma, como un toro siente en el morrillo el primer par de banderillas, hízose más áspera y brutal que de costumbre, y se prometió arrollar cuanto hallara por delante, creyendo demostrar así, mejor que con dulzura y sencillez, que era tan digna como la más encopetada de ocupar el puesto que no se le concedía.
Ya en la corte, puso a su hija en un buen colegio, con promesa de no sacarla de él mientras no estuviera completamente instruida en cuanto podía saber la señorita más encopetada, y con este fin, pagó rumbosamente, por adelantado, las estancias de un año, y prometió hacer lo mismo en los sucesivos.
En esta zapatería, y lo juro por mi dama, me prometió usté que haría que me estrenasen el drama.
Don Acisclo prometió y juró ser muy sigiloso, y el Marqués dijo al cura que abriese un cajón de su bufete, donde encontraría una carta cerrada y sellada, que decía en el sobrescrito:.
¡Cielos santos! ¡Qué frenesí fue el mío! Ella no me prometió nada, ella no se ligó conmigo por lazo alguno.
El Padre, después del salto, con tanta dulzura y cortesía como firmeza, reprendió por sus locuras a doña Luz, dijo que podría ser motivo de escándalo el verle correr y saltar de aquel modo, prometió no volver a salir nunca más a caballo, y cumplió la promesa.
El doctor Sarmiento se interesó en favor mío, y prometió a mis tías arreglar el asunto.
Le prometió a Juan venir a la hora del café.
Muy señor mío: Hace algunos años, desde el borde del sepulcro, me prometió V.
Prometió venir, pero esa palabra no debe de ser tan de fiar como la de Manolo.
Usted me lo prometió la última vez que nos vimos.
Vinieron a su pensamiento pasadas vergüenzas y desdichas, y se prometió vigilar mucho.
¿No me prometió que estarían por ayer? ¿Qué palabras son esas? Vaya, que ni Job tendría paciencia para aguantarle a usted.
El otro día me prometió unos pantalones de su marido.
Discutiose si debían volver por la noche a la calle de Mira el Río o irse a Variedades a ver una pieza, mas como Fortunata mostrase gran repugnancia a las funciones teatrales, prevaleció lo primero, y Maxi, muy complacido de aquella aplicación a las obras de piedad, prometió que las acompañaría y que iría a recogerlas a las once.
Cuando, media hora antes, prometió confesar sus faltas, hízolo movido de orgullo, para engalanarse con la sinceridad, a la manera del fatuo que se da tono con una cruz.
¿Pero dónde, si no había más aposentos en la casa? La señora le prometió ponerle la cama en su propia alcoba si el cura roncaba mucho la primera noche.
Aquel día le llevó la dama unas botitas muy lindas, y prometió llevarle otras prendas, pendientes y una sortija con un diamante fino del tamaño de un garbanzo, más grande todavía, del tamaño de una avellana.
Ya dije que el Delfín prometió pensarlo, mas esto significaba sin duda la necesidad que todos sentimos de no aparecer sin voluntad propia en los casos graves, en otros términos, su amor propio, que le gobernaba más que la conciencia, le exigía, ya que no una elección libre, el simulacro de ella.
El canónigo, después de ofrecerse a él para servirle en todo, le prometió presentarle a su sobrino, a fin de que le acompañase a ver la población, y le dijo las expresiones más cariñosas, dignándose agraciarle al salir con una palmadita en el hombro.
Ella se lo prometió, y la otra le calzó la espuela, con la cual le pasó casi el mismo coloquio que con la de la espada: preguntóle su nombre, y dijo que se llamaba la Molinera, y que era hija de un honrado molinero de Antequera, a la cual también rogó don Quijote que se pusiese don y se llamase doña Molinera, ofreciéndole nuevos servicios y mercedes.
En resolución, tanto le dijo, tanto le persuadió y prometió, que el pobre villano se determinó de salirse con él y servirle de escudero.
Contentóse con dos arrobas de pasas y dos fanegas de trigo, y prometió de traducirlos bien y fielmente y con mucha brevedad.
La temerosa y desconsolada señora, sin entrar en cuenta de lo que don Quijote pedía, y sin preguntar quién Dulcinea fuese, le prometió que el escudero haría todo aquello que de su parte le fuese mandado.
Don Quijote se lo prometió, en nombre de los demás, y él, con este seguro, comenzó desta manera:.
Él me lo prometió y ella me lo confirmó con mil juramentos y mil desmayos.
Despidiéronse de todos, y de la buena de Maritornes, que prometió de rezar un rosario, aunque pecadora, porque Dios les diese buen suceso en tan arduo y tan cristiano negocio como era el que habían emprendido.
Así es dijo el cura, y prometió de enseñársele en la primera ocasión.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba