Ejemplos con prólogo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Esta edición del Tour se caracterizó porque un hubo etapa prólogo y porque desaparecieron las bonificaciones de tiempo en las metas volantes y en la llegada.
Los tres argumentos hallan correspondencia con otras partes en las que es posible subdividir la obra, y a las que se les añade el prólogo.
Dirección y prólogo ROMERO TALLAFIGO, Manuel.
Residencia en la tierra en la Biblioteca Virtual Cervantes, edición y prólogo de Federico Schopf.
La colección contiene siete historias cortas y un extra que conforma el prólogo y el épilogo.
Homero, Ilíada, traducción, prólogo y notas de Emilio Crespo Güemes.
Al margen de una biografía adecuada, fecha de nacimiento y muerte, dónde se formó, con quién lo hizo y otros datos de su formación como maestro boticario, queda por conocer si realmente escribió y publicó el libro que promete en su prólogo si recibieses con agrado esta Cartilla, ofrezcote en agradecimiento otro tratado acerca de elecciones y preparaciones, que tengo empezado, y continuaré si Dios me diere vida.
Después de un prólogo en el que se refuta la teoría de la primacía del caos, para ganar a los lectores judíos o cristianos, da una exposición larga con respecto a la cosmogonía y la antropología.
Batman: Dark Victory es una serie limitada de cómics de trece partes más un especial a modo de prólogo, escrita por Jeph Loeb y dibujada por Tim Sale.
, como él mismo explica en el Prólogo: Añadimos a cada palabra una seña por la cual se juzgue de qué orden es.
El objetivo del diccionario, declarado por Nebrija en el Prólogo, era mejorar el conocimiento del latín entre las personas cultas.
Prólogo de Todos estábamos a la espera.
El poeta pasó cuentas en su prólogo admirable, que no es más que una elocuente protesta contra la violencia ejecutada con un hombre libre, un caballero romano y contra la tiranía de un dictador.
Prólogo de Pascual Venegas Filardo.
Por encima de las tapias del huerto conventual asomaban los negros y rígidos cipreses, que eran como el prólogo del arrobo místico, el dechado de la voluntad eréctil y aspiración al trance, y los sauces anémicos y adolecientesen la región los llaman desmayos, que eran la fatiga y rendimiento, epílogo dulce del místico espasmo, y los pomares sinuosos y musculosos, las ramas, de agarrotados dedos, mostrando rojas y pequeñas manzanas, que no sugerían la imagen del pecado, sino a lo más de un pecadillo.
En los años transcurridos desde la primera edición de este prólogo, el señor Pereda ha publicado tres novelas más: y.
Y no creería yo cumplir con lo que pienso y con lo que siento, si no terminase este prólogo estampando, al lado del nombre del gran pintor realista de las , el nombre del pintor idealista, rico en ternuras y delicadezas, que ha envuelto aquel paisaje en un velo de suave y gentil poesía.
Y esto parecerá algo pueril a los que no tienen patria ni hogar, pero como en este prólogo voy dejando hablar al corazón tanto o más que a la cabeza, no quiero ocultar el íntimo regocijo con que oigo sonar, cercado de alabanzas, el nombre de Pereda unido al nombre de su tierra, que es la mía.
Este cargo, repetido hasta la saciedad por otros críticos, dió ya motivo a una vigorosa réplica de Pereda en el prólogo de sus , pero como todos los lugares comunes, y más si son irracionales, traen aparejada larga vida, no es de temer que desaparezcan tan pronto del vocabulario de los críticos de Pereda los términos de , como tampoco aquellos otros , ni siquiera el de.
Bastaría con lo dicho para prólogo y antecedentes de mi novela, que más no exige ni merece, pero ya que tengo la pluma en la mano, me entra comezón de tocar algunos puntos, si no indispensables, tampoco impertinentes aquí.
Aquello sólo había sido el prólogo de lo que ocurriría después.
Y con este prólogo de la creación natural comenzaba la vida, desarrollándose al través de millones y millones de años, interrumpida a veces por los cataclismos de la tierra agitada por las últimas crisis de su crecimiento, y continuando adelante con la ciega tenacidad que anima a la Naturaleza.
Dirigiéndose en el prólogo de al que leyere, confiesa que el autor está siempre en la obra y que eso de la impersonalidad en la novela es empeño tan arduo y difícil que, a decir verdad, lo tengo por sobrehumano e imposible.
artículos de costumbres, , Prólogo : El Carnaval de Madrid, Mis recuerdos de agricultor Un Maestro de antaño,.
si en ella no figurase, a guisa de protuberancia escrita, este baladí prólogo mío.
Este es el libro a que he de poner prólogo, condenado a perpetuo encierro, ante la continuada espectación del público, entre un título que lleva en sí mil promesas y una colección de trabajos que son la ejecutoria brillante de uno de los escritores más personales, más distinguidos y más espontaneos que honran nuestra moderna literatura.
La primera es algunas palabras que he leído en el prólogo, la otra, que el lenguaje es aragonés, porque tal vez escribe sin artículos, y la tercera, que más le confirma por ignorante, es que yerra y se desvía de la verdad en lo más principal de la historia, porque aquí dice que la mujer de Sancho Panza mi escudero se llama Mari Gutiérrez, y no llama tal, sino Teresa Panza, y quien en esta parte tan principal yerra, bien se podrá temer que yerra en todas las demás de la historia.
¡Válame Dios, y con cuánta gana debes de estar esperando ahora, lector ilustre, o quier plebeyo, este prólogo, creyendo hallar en él venganzas, riñas y vituperios del autor del segundo Don Quijote, digo de aquel que dicen que se engendró en Tordesillas y nació en Tarragona! Pues en verdad que no te he dar este contento, que, puesto que los agravios despiertan la cólera en los más humildes pechos, en el mío ha de padecer excepción esta regla.

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