Ejemplos con portalón

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se sale de El Portalón, la altura que corona el pueblo, dirigiéndose hacia la carretera de Ávila que es uno de los límites de la Dehesa Chica, que queda a la izquierda.
La fachada del claustro enmarca un portalón de arco rebajado con escudo nobiliario, flanqueado por sendas ventanas rectangulares.
Al Oeste recaen la torre campanario, la iglesia, el portalón de acceso al claustro y las edificaciones de la granja.
Al recuperarse los restos, una de las partes arrojó un detalle crucial, los orificios de los sensores del portalón que informan datos de altitud y velocidad a la computadora de a bordo, estaban obturados con cinta autoadhesiva.
Desde el portalón de entrada, se accede, a través de un paseo ajardinado, a las fachadas de las dos edificaciones principales.
Normalmente esta planta avanza sobre el plano de alineación, dándose el caso en que en el cuerpo central puede formalizarse un espacio destinado como sapaia que se adelanta a su vez del plano del entramado, el acceso en planta baja, donde se desarrolla comúnmente la vivienda, puede ser lateral o a través de un portalón centrado, como es el caso.
Su portalón principal es de estilo gótico isabelino.
Las escalas de gato son estructuras livianas de quitaipón que se colocan por la borda o desde un portalón.
También conserva el camino de ronda y en el portalón de entrada al patio se puede ver el escudo con la cabeza de lobo de los Moscoso.
La entrada se hace a través de un portalón de uno o dos arcos, con profundidad suficiente para dar cobijo al carro, aperos y leña, dando paso al estragal, a partir del cual se distribuye cocina, cuadra, bodega, despensa y escalera al piso superior.
Cuando la falúa del comandante apareció, a Rentería se le ocurrió espesar su jaboncillo y cuando Grau asomó por el portalón y recibía los honores de la tripulación y de sus oficiales, Rentería escogió ese preciso instante para echar un baldazo de su jaboncillo en cubierta mojándole los zapatos y el pantalón al comandante.
Bajo los arcos abiertos del portalón se sentaron en un banco de roble algo cojo.
Más adelante se bifurcaba la ruta: una rama se dirigía a Valldemosa y otra a Sóller ¡Ay, Sóller! ¡La niñez olvidada que acudía de golpe a su memoria! Todos los años, en un carruaje como aquél, emprendía la familia de Febrer su viaje a Sóller, donde poseía una antigua casa, de amplio zaguán, la casa de la Luna, llamada así por un hemisferio de piedra con ojos y nariz que adornaba lo alto del portalón, representando al astro de la noche.
Al final de ella, junto, a las tapias del jardín de los Febrer, veíase la muralla de la ciudad, y abierto en esta muralla un portalón con barrotes de madera en su arco, iguales a los dientes de una boca enorme de pescado.
Tres ventanales al nivel del arco del portalón, divididos por dobles columnas, mostraban sus marcos de mármol negro finamente trabajado.
Venían en unas canoas de dos velas de esteras que allí llaman tancales, se acercaban al barco e iban subiendo por la escala, entrando por el portalón y desapareciendo por la escotilla de la bodega.
Al mirar desde la cubierta la profundidad de sus bodegas, invadidas por el agua, se veía el portalón abierto en su flanco como la entrada de una caverna luminosa.
Más allá, sobre el revoltijo de toldos, el tejado de cinc del mercadillo de las flores, a la derecha, las dos entradas de los pórticos del Mercado Nuevo, con las chatas columnas pintadas de amarillo rabioso, en el lado opuesto, la calle de las Mantas, como un portalón de galera antigua, empavesada con telas ondeantes y multicolores que las tiendas de ropas cuelgan como muestra de los altos balcones, en torno de la plaza, cortados por las bocacalles, grupos de estrechas fachadas, balcones aglomerados, paredes con rótulos, y en todos los pisos bajos, tiendas de comestibles, ropas, drogas y bebidas, luciendo en las puertas, como título del establecimiento, cuantos santos tiene la corte celestial y cuantos animales vulgares guarda la escala zoológica.
Cuando entraron en la plazuela donde vivían, la vista de su casa, que con el portalón entornado, los balcones cerrados y la fachada obscurecida por la última luz de la tarde tenía cierto aspecto fúnebre, hizo revivir en la memoria de las tres el recuerdo del caballo.
Pasado un rato, Inés y Cristeta salieron juntas dirigiéndose a una casa de la calle de San Lucas, que tenía un portalón, sobre el cual se leía este letrero:.
Empezó a soñar con los Pazos, con el gran caserón, mas, por extraña anomalía propia del estado, cuyo fundamento son siempre nociones de lo real, pero barajadas, desquiciadas y revueltas merced al anárquico influjo de la imaginación, no veía la huronera tal cual la había visto siempre, con su vasta mole cuadrilonga, sus espaciosos salones, su ancho portalón inofensivo, su aspecto amazacotado, conventual, de construcción del siglo XVIII, sino que, sin dejar de ser la misma, había mudado de forma, el huerto con bojes y estanque era ahora ancho y profundo foso, las macizas murallas se poblaban de saeteras, se coronaban de almenas, el portalón se volvía puente levadizo, con cadenas rechinantes, en suma: era un castillote feudal hecho y derecho, sin que le faltase ni el romántico aditamento del pendón de los Moscosos flotando en la torre del homenaje, indudablemente, Julián había visto alguna pintura o leído alguna medrosa descripción de esos espantajos del pasado que nuestro siglo restaura con tanto cariño.

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