Ejemplos con porfía

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El tesón y la porfía de los guerrilleros logra atemorizar a la tripulación del tanque, quienes van dejando trampas para bobos en el camino y de este modo eliminan algunos combatientes, pero los sobrevivientes no se amilanan y siguen tras las huellas del tanque.
Escribió además unos Problemas naturales y morales que, en forma de glosa en prosa a varios poemas, versan sobre varias cuestiones de física y ética, el Tratado de los tres grandes, una especie de disección moral y psicológica de tres pasiones: a saber, la gran parlería o locuacidad, la gran porfía o empecinamiento y la gran risa, y la Glosa de la canción sobre la muerte.
Según Huizinga, cuando en aquel entonces un individuo del clan se sentía perjudicado de alguna manera retaba a una porfía de tambor o de cantos a la que se denominaba de ese modo.
Sólo así se explica la necia porfía con que, a despecho de los datos cronológicos más evidentes, y cual si se tratase de un principiante recién llegado, insiste el vulgo crítico en emparentarle con escuelas francesas y con autores que aún no habían hecho sus primeras armas cuando ya Pereda había dado la más alta muestra de las suyas.
Terciaron en la porfía, auxiliando a don Celso, sus cinco camaradas, y al cabo lograron reducir a don Simón, en el instante en que ponía Cuarterola sobre la mesa un tintero de cuerno con pluma de ave, y medio pliego de papel con lamparones de aceite.
Herbert Spencer, formulando con noble sinceridad su saludo a la democracia de América en un banquete de New York, señalaba el rasgo fundamental de la vida de los norteamericanos en esa misma desbordada inquietud que se manifiesta por la pasión infinita del trabajo y la porfía de la expansión material en todas sus formas.
Usted que sabe tantas cosas, don Isidrosiguió la Eufrasia: éste y yo tuvimos esta mañana una porfía.
Comenzaba a acostumbrarse a la atmósfera de la taberna, encontrando cada vez más graciosa la porfía.
Y afectando dar poca importancia a la porfía y a su propia fortaleza, habló de su falta de apetito como de una gran desgracia, después de haberse pasado dos días en aquel sitio devorando y bebiendo brutalmente.
Se dirigían todos a casa de , para ver de cerca la famosa porfía de con los hermanos , dos malas cabezas lo mismo que el marido de Pepeta, que habían jurado igualmente odio al trabajo y pasaban el día entero en la taberna.
Muchos fingían indignación ante la brutalidad de esta porfía , pero en el fondo de su ánimo escarabeajaba cierto orgullo por el hecho de ser tales hombres sus vecinos.
Lo que siempre me porfía el señor de Juncal: fortalecerse, criar sangre.
Con esa porfía me quitas las ganas de ayudarte.
Á lo que me preguntaste del órden que tenia para entrar con amo, digo que ya tú sabes que la humildad es la basa y fundamento de todas virtudes, y que sin ella no hay ninguna que lo sea: ella allana inconvenientes, vence dificultades, y es un medio que siempre a gloriosos fines nos conduce, de los enemigos hace amigos, templa la cólera de los airados y menoscaba la arrogancia de los soberbios: es madre de la modestia y hermana de la templanza: en fin, con ella no pueden atravesar triunfo que les sea de provecho los vicios, porque en su blandura y mansedumbre se embotan y despuntan las flechas de los pecados: desta pues me aprovechaba yo, cuando queria entrar a servir en alguna casa, habiendo primero considerado y mirado muy bien ser casa que pudiese mantener, y donde pudiese entrar un perro grande: luego arrimábame a la puerta, y cuando a mi parecer entraba algun forastero, le ladraba, y cuando venia el señor, bajaba la cabeza, y moviendo la cola me iba a él, y con la lengua le limpiaba los zapatos: si me echaban a palos, sufríalos, y con la misma mansedumbre volvia a hacer halagos al que me apaleaba, que ninguno segundaba, viendo mi porfía y mi noble término: desta manera a dos porfías me quedaba en casa: servia bien, queríanme luego bien, y nadie me despidió, sino era que yo me despidiese, o por mejor decir, me fuese, y tal vez hallé amo, que este fuera el dia que yo estuviera en su casa, si la contraria suerte no me hubiera perseguido.
Quizá con esta porfía acabaré con él que no me envíe otra vez a semejantes mensajerías, viendo cuán mal recado le traigo dellas, o quizá pensará, como yo imagino, que algún mal encantador de estos que él dice que le quieren mal la habrá mudado la figura por hacerle mal y daño.
Don Quijote lo hizo, y hubo grandes comedimientos entre los dos sobre el caso, pero, en efecto, venció la porfía de la duquesa, y no quiso decender o bajar del palafrén sino en los brazos del duque, diciendo que no se hallaba digna de dar a tan gran caballero tan inútil carga.
Ya a esta sazón habían acudido a la porfía todos los más que en la venta estaban, especialmente Cardenio, don Fernando, sus camaradas, el oidor, el cura, el barbero y don Quijote, que ya le pareció que no había necesidad de guardar más el castillo.
Si acaso no te importuna mi porfía, tu fortuna, de otras muchas invidiada, será por mí levantada sobre el cerco de la luna.
Que esta reliquia guardo para el duro trance que me amenaza mi porfía, que en tu mismo rigor se fortalece.
Porfiaba Sancho que era venta, y su amo que no, sino castillo, y tanto duró la porfía, que tuvieron lugar, sin acabarla, de llegar a ella, en la cual Sancho se entró, sin más averiguación, con toda su recua.
Vuelve la noche, y vuelvo al triste cuento, y siempre hallo, en mi mortal porfía, al cielo, sordo, a Clori, sin oídos.
Y si los deseos se sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a Grisóstomo ni a otro alguno, el fin de ninguno dellos bien se puede decir que antes le mató su porfía que mi crueldad.

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