Ejemplos con poderosas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los señores de Neira habían hecho poderosas dádivas a la diócesis, y el obispo les estaba obligado.
Por otra parte, en el estudio desapasionado de esa civilización que algunos nos ofrecen como único y absoluto modelo, hay razones no menos poderosas que las que se fundan en la indignidad y la inconveniencia de una renuncia a todo propósito de originalidad, para templar los entusiasmos de los que nos exigen su consagración idolátrica.
La esbeltez conseguida y mantenida por esta tensión de la voluntad dejaba más visible la robustez de su andamiaje, el fuerte esqueleto, con mandíbulas poderosas y unos dientes grandes, sanos, deslumbradores, que tal vez daban origen a la comparación irreverente de Desnoyers.
Tendió sus poderosas manazas hacia ella viendo que se resistía a obedecer.
Ulises se había entusiasmado como navegante al ver su proa alta y afilada dispuesta a afrontar los peores mares, su esbeltez de buque veloz, sus máquinas sobradamente poderosas para un vapor de carga, todas las condiciones que le habían hecho servir de correo durante varios años.
Se sintió agarrada por unas manos poderosas que la despegaron del suelo.
Mas por aquello que dicen que dijo Dios: , se ponían en juego poderosas influencias para conseguirlo.
Entro los dos trataron de disuadirle con poderosas razones.
Salieron de la casa emparejados y bajaron lentamente por la calle disfrutando del bienestar voluptuoso que sienten las naturalezas poderosas después de una comida abundante.
Había razones poderosas para que Pablito pudiese disponer a su buen talante del corazón de todas las jóvenes indígenas y aun de las extrañas.
Las señoras caminaban con paso marcial, sin parecer intimidadas por la actitud hostil del gentío, como damas altivas que no temen al mal gesto de su servidumbre, mirando con desprecio a toda aquella balumba de pobretones que se sustentaban de lo que sus poderosas familias querían darles.
Pero en esta tierra había que dar un salto violento, pasar, sin puente alguno, desde las creencias de cuatro siglos antes, aún en pie y poderosas, a la vida moderna.
¿Acaso Inglaterra es España? Ya sé yo que se ríen de ellos en todas las naciones modernas y poderosas: únicamente Francia se rasca de vez en cuando para echárselos lejos.
Las poderosas zarpas acabaron por amontonar con sólo un movimiento todos los papeles, dando la tarea por terminada, y los ojos grises del grande hombre indicaron al secretario con fría mirada que podía retirarse a la habitación inmediata donde tenía su despacho: una pieza con grandes estantes cargados de carpetas verdes y algunos ejemplares raros de mineral bajo campanas de vidrio.
Mientras los pueblos del Norte diezmábanse en guerras religiosas y vivían en una barbarie de tribu, la población de España se elevaba a más de treinta millones, revolviéndose y amasándose en ella todas las razas y todas las creencias, con una infinita variedad engendradora de poderosas vibraciones sociales, semejante a la del moderno pueblo americano.
La Iglesia, compenetrada con el pueblo, vive en paz con las otras religiones del país, una burguesía inteligente crea en el interior poderosas industrias y arma en las costas la primera marina de la época, y los productos españoles son los más apreciados en todos los puertos de Europa.
La marquesa se irguió entonces en su butaca, arrogante y amenazadora, desplegando por vez primera sus poderosas alas de águila.
Medio valle gozaba aún de los últimos esplendores del día, y allá detrás de la iglesia de San Juan, a espaldas de un molino, medio escondido entre los platanares y los izotes , en la curva más ancha y despejada del Pedregoso, los últimos rayos del sol trazaban una estela de plata, que partía de un foco esplendoroso, cuyas poderosas irradiaciones lastimaron mis pupilas.
Aquella muchacha sencillota, a quien las amigas de la casa tenían casi por tonta y que no conocía más mundo que las tertulias de gente del Arte de la Seda, a las que la llevaba su padre, miraba a Rafael como la encarnación de lo extraordinario, de lo novelesco, como un Don Juan, cuyo cariño le disputaban ocultas y poderosas rivales.
Quisiéramos saber qué poderosas razones le han asistido para ello.
Además, sería en muchos casos difícil, si no imposible, decir cuándo, entre idiomas del mismo origen etimológico y gramatical, es extraña en el uno la irrupcion del otro, o cuándo se verificó esta, habiendo estado recíprocamente sometidos entre sí a influencias poderosas.
Claro es que la levita es el símbolo, pero lo más interesante de tal imperio está en el vestir de las señoras, origen de energías poderosas, que de la vida privada salen a la pública y determinan hechos grandes.
Senquá modificó el estilo de Ayún, dándole más amplitud, variando más los tonos, haciendo, en fin, de aquellas sonatas graciosas, poéticas y elegantes, sinfonías poderosas con derroche de vida, combinaciones nuevas y atrevimientos admirables.
Don Eugenio, el abad de Naya, se abría literalmente de risa, apretándose las caderas con ambas manos, quejándose y derramando lágrimas, el marqués de Ulloa lanzaba carcajadas poderosas, hasta Primitivo modulaba una risa opaca y turbia.
¡Oh milagros del amor! ¡Oh fuerzas poderosas del deseo! Digo esto, porque viendo el estudiante de la presa que el otro su compañero con tanto ahinco y veras le prohibia el gozalla, sin hacer otro discurso, y sin mirar cuál le estaba lo que queria hacer, dijo:.
Y para encarecer las poderosas fuerzas de amor, se ha de saber que en aquel mismo punto nació en los corazones de los tres, una a su parecer firme esperanza de alcanzarla y de gozarla: y así, sin querer saber el cómo, ni el dónde, ni cuándo habia venido a poder del judío, le preguntaron el precio que por ella queria.
No está en eso el punto, ¡oh Emerencia! respondió la Altisidora, sino en que no querría que mi canto descubriese mi corazón y fuese juzgada de los que no tienen noticia de las fuerzas poderosas de amor por doncella antojadiza y liviana.
El aparato con que se han de hacer es estraordinario y nuevo, porque se han de celebrar en un prado que está junto al pueblo de la novia, a quien por excelencia llaman Quiteria la hermosa, y el desposado se llama Camacho el rico, ella de edad de diez y ocho años, y él de veinte y dos, ambos para en uno, aunque algunos curiosos que tienen de memoria los linajes de todo el mundo quieren decir que el de la hermosa Quiteria se aventaja al de Camacho, pero ya no se mira en esto, que las riquezas son poderosas de soldar muchas quiebras.
Detrás de todo esto iban el cura y el barbero sobre sus poderosas mulas, cubiertos los rostros, como se ha dicho, con grave y reposado continente, no caminando más de lo que permitía el paso tardo de los bueyes.
¿Qué niñerías son éstas, señor don Luis, o qué causas tan poderosas, que os hayan movido a venir desta manera, y en este traje, que dice tan mal con la calidad vuestra?.

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