Ejemplos con pitagóricos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Si para Tales de Mileto el principio generador del universo era el agua y para Anaximandro el infinito, para los pitagóricos el número subyacía a toda realidad.
A su escuela de pensamiento se la conocía como los pitagóricos y afirmaban que la estructura del universo era aritmética y geométrica.
La voluntad unitaria de la doctrina pitagórica quedaba plasmada en la relación que establecía entre el orden cósmico y el moral, para los pitagóricos, el hombre era también un verdadero microcosmos en el que el alma aparecía como la armonía del cuerpo.
Los pitagóricos también tienen un importante papel en la demostración de proposiciones a partir de otras tomadas como principios o elementos, organizando el corpus de conocimientos deductivamente.
El conjunto de los números primos pitagóricos es exactamente el conjunto de los números primos que pueden ser la longitud de la hipotenusa de un triángulo rectángulo de lados enteros.
Pero considerar que lo que hay , lo que realmente existe es el agua, o el aire, apeiron o los números, como creyeron los pitagóricos, no es todavía explicar el qué es el haber algo frente a la nada, es decir la existencia como tal, el ser.
Damon y Fintias fueron dos filósofos pitagóricos.
, semillas de las cosas, elementos de primera magnitud, llamados por los pitagóricos unidades.
Alejandro consideraba dos principios básicos bivalentes, la unidad fundamental o principio activo y el su dualidad perfecta, el pasivo, y afirmaba, con los pitagóricos, que el comienzo de todo es la unidad y la misma unidad causa la indefinida dualidad.
Esta es la tierra natal de Parménides y Zenón, los filósofos pitagóricos.
Al margen, en tiempos antiguos los pitagóricos creyeron que había una armonía entre los poliedros regulares y las órbitas de los planetas.
Otros intervalos pitagóricos resultan ligeramente suavizados por efecto de la schisma a causa de su acumulación en el encadenamiento de quintas que se utiliza para formar este intervalo.
Desde varios siglos antes de Cristo, la secta de los pitagóricos, usaba el llamado pentagrama como su emblema.
Los filósofos como Platón, los órficos y los pitagóricos agregan el concepto del juicio a los muertos.
Estas ideas fueron retomadas en Occidente por los filósofos pitagóricos y estoicos, entre otros.
Los pitagóricos introducían en el problema la abstracción, a través de un elemento nuevo: crearon la metafísica del número.
Pero los pitagóricos sustituían esta hipótesis con la afirmación de la esfericidad del planeta, y después de esto no había que hacer grandes esfuerzos para imaginarse la posibilidad de navegar desde el extremo de Europa, o sea desde España, a las costas orientales de Asia, siguiendo el rumbo de Occidente.
Vagó después, abandonando a los dioses, por la extensión de la antigua filosofía, y pasó de una a otra de las escuelas de su tiempo, sin que le retuviesen ni las ideas de Zenón, ni las de los peripatéticos, ni las de los pitagóricos.
Volvió otra vez a desearle, y se reprendía a sí mismo de no haber sabido aprovecharse de su presencia, ni haberle oído por todo el tiempo que le convenía, y como tirano, arrebatado en sus deseos y pronto para la ejecución de todo proyecto, puso al punto por obra el de hacer venir a Platón, y no dejó piedra por mover hasta alcanzar de Arquitas y los otros Pitagóricos que, constituyéndose fiadores de sus promesas, llamaran a Platón, pues por medio de éste habían contraído al principio amistad y hospitalidad con Dionisio.
Enviáronse, pues, al punto a Atenas muchas cartas de parte de Dionisio, y muchas protestas de parte de Dion, a las que se agregaron otras de los Pitagóricos de Italia, instando también para que viniese, y ocupando aquella alma nueva, descaminada con la opulencia y el poder, la contuviese con los más poderosos discursos.
Conducidos de este mismo raciocinio los Pitagóricos, no ponían por escrito su doctrina, sino que sin escritura pasaban su memoria y enseñanza a los que contemplaban dignos, y como su tratado sobre los métodos que llaman en geometría oscuros e inexplicables se hubiese comunicado a uno que no era de aquellos, dijeron haber manifestado el genio que con un castigo grande y general vengaría aquella transgresión e irreverencia.
En todas las demás exhortaciones o sentencias suyas se notaba gran semejanza con las de los Pitagóricos, porque así como éstos prevenían: “no te sientes sobre el celemín, no revuelvas el fuego con la espada, cuando vas peregrinando no mires atrás, a los Dioses celestiales se ha de sacrificar en número impar, y en número par a los infernales”, cuyo sentido de todas ellas lo reservaban a la muchedumbre, de la propia manera algunas disposiciones de Numa tienen un sentido oscuro, como éstas: “no se ha de hacer libación a los Dioses con vino de viña no podada, ni se les ha de sacrificar sin harina, se ha de hacer adoración volviéndose, y los que han adorado deben sentarse”.
En las grandes fiestas, y generalmente en todas las procesiones sacerdotales, iban ciertos ministros por la ciudad previniendo el reposo, y que se cesase en todo trabajo: porque así como se dice de los Pitagóricos que no consentían se adorase u orase a los Dioses de paso, sino yendo de casa preparados y dispuestos, de la misma manera creía Numa que los ciudadanos no debían oír ni ver de paso y sin propósito nada de lo perteneciente a la religión, sino estando desembarazados de todo otro cuidado, y aplicando sus sentidos, como a la obra más grande, a la que tenía por objeto a la piedad, para lo que se preparaba que las calles estuviesen libres de los ruidos, alborotos y voces que suelen acompañar a los trabajos indispensables y manuales.
Numa edificó también, según es fama, el templo redondo de Vesta, para que en él se guardase el fuego sagrado, tratando de imitar, no la forma de la tierra como si fuese Vesta, sino la del universo mundo, cuyo medio, según los Pitagóricos, lo forma el fuego, y a éste es al que llaman Vesta y Mónade, y de la tierra opinan que ni es inmóvil, ni está en medio, sino puesta en equilibrio alrededor del fuego, sin ser de las primeras y más importantes partes del mundo.
Esta vieja Doctrina de la Resurrección Iniciática, la conocieron todas las sectas gnósticas de los antiguos tiempos, todas las sociedades Iniciáticas del pasado: nazarenos, peratas, pitagóricos, etc.
pitagóricos difiniendo desta manera lo justo: ser cuando uno recibe lo mismo que hizo a.
pitagóricos, pero lo bueno tiene su remate, y para acertar las cosas no hay más de una.
Más probablemente parece que hablan los pitagóricos del bien,.
Por mi parte, creo que los cristianos, que ni le tienen tanto miedo a Gualicho , ni son pitagóricos, se han encargado de desenterrarla.
Como los hindúes, los egipcios y los pitagóricos, creen en la metempsicosis, que el alma abandona la carne después de la muerte, transmigrando en un tiempo más o menos largo a otros países y dándole vida a otros cuerpos racionales o irracionales.

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