Ejemplos con pinchando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El tema se convirtió en un clásico de los circuitos underground, lo que le servió para darse a conocer por todo Estados Unidos y empezó a recorrerlo pinchando discos en clubes por todo el país.
Pero lo que de verdad le hizo conocido fue su faceta como DJ, pinchando en discotecas andaluzas de gran renombre.
Se desnudaron y se tumbaron al sol para secarse pero cuando estuvieron secos se presentó el problema, tenían que calzarse y en aquel lío de piernas y pies, nadie sabía cuales eran los suyos para calzarlos, por lo cual, el zapatero del pueblo tuvo que ir a buscar una lezna e ir pinchando pie por pie para que cada mozo supiera cuales eran los suyos y así poderse calzar.
Asistió a clases durante un año en la Universidad de Baylor, pero abandonó los estudios y encontró trabajo pinchando música country en una emisora de Fort Worth, al tiempo que cantaba en bares honky-tonk.
El principal tipo de aguijón es un órgano afilado de ataque o defensa, especialmente cuando está conectado con una glándula de veneno y adaptado para infligir heridas pinchando, como por ejemplo el aguijón caudal de un escorpión.
Además también ha girado por numerosas ciudades españolas pinchando sesiones de hip hop puro de hoy y de ayer.
Más allá de las murallas, en la punta de un altísimo mástil de urundey, enhiesta como una aguja, casi pinchando el cielo, llameaba el símbolo tricolor de la legendaria, respetada y temible República del Perpetuo Dictador.
Sammy, incapaz de recordar sus actos después de pasados unos pocos minutos, continuó pinchando a su mujer, asumiendo tranquilamente que era la hora de la inyección.
Para preparar las papas aliñás o patatas aliñadas es necesario cocer las papas enteras sin pelar, con agua y sal durante unos veinte minutos, pinchando de vez en cuando para comprobar que estén tiernas.
Los excitantes artificiales pueden ser de varias clases: El excitante es mecánico cuando se provoca la contracción de las patas de una rana pinchando el nervio crural.
Pinchando llantas y cosas como esas.
El dolor puede sentir como la quema, pinchando la sensación, achy o embotado.
Por la noche deciden ir a una discoteca, donde está pinchando Basshunter.
pinchando sobre un objeto, un lugar o un personaje nos aparecen las opciones, tanto hablar, interrogar, etc, como usar objetos, así que realmente no existe el típico sistema de ir probando objetos en todos los lugares, ni tampoco el de combinar los objetos entre sí.
Las temperaturas de fermentación se mantienen altas, bombeando y pinchando los hollejos para obtener más taninos y color, de manera que se consiga el oscuro color característico del Châteauneuf.
Además de pinchar sus ruedas, golpea a todos los autos que venían detrás de ella, pinchando las ruedas de todos.
En pintura se pueden realizar dibujos previos que luego se pasan a la pared midiendo, o pinchando a lo largo de las líneas del boceto, de manera que se obtiene, ya en el muro, un dibujo a puntos que se completa uniéndolos para reproducir las líneas del dibujo.
El arrugado viejo se erguía, sus mortecinos ojos brillaban como débiles pavesas, movía el cayado cual si aún estuviese pinchando a los enemigos.
-Verdad es que no todos los que se ocupan de política son así -dijo el honrado comerciante pinchando de nuevo la hortaliza-, ya se comprende, pero ni a unos ni a otros quiero parecerme.
han venido a ofrecérmela, empezando por el Rey, me han estado pinchando mucho tiempo, me han sacado de mis casillas.
¡Mátale, mátale! dijo con aguardentosa voz el matutero, pinchando con la varita que llevaba en la mano el pecho de Elías.
El vasco no la emprendió con él haciéndose el chiquito, sino al contrario, alabando sus propios caballos, pinchando el amor propio del criollo, hablando de correr por cinco mil pesos para enseñarles a los argentinos, decía, lo que era cuidar parejeros.
«¡Mátale, mátale!» dijo con aguardentosa voz el matutero, pinchando con la varita que llevaba en la mano el pecho de Elías.
Como siempre, el picaflor, el día siguiente, luego que empezó el sol a calentar, entró como flecha en el jardín, en busca de miel, pinchando aquí, pinchando allá, en su vibrante aleteo de arco iris viviente, dando a la flor vencida los crueles besos de su largo pico.

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