Ejemplos con piélago

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

E otro sí, les otorgamos que ayan estos términos libres e quitos por estos lugares, como comiença porla caraçal delos Vaos e dende ala Piedra Forçada de Carascón e porla sierra de Torona de goda que parte con Vabia, e dende ala barnna de Almuçara la Vieja que parte con Babia e con Sen Miedo e por Piedra Frinso e dende como parte con Sen Miedo e por el Aluergueria de Castrernal que parte con Cangas, e por el piélago del Moro que parte otrosí con Cangas e por elpino que es cabo de casa de Pedro Martínez de Degaña assí como parte con Cangas, e dende por cima de Piedra Fita.
Las primeras referencias de poblamiento en el municipio se encuentran en los restos del Cuaternario localizados en las cuevas de Rascaño, Piélago y Salitre, en la que se hallaron pinturas rupestres.
Valdepiélagos proviene de la unión del apócope de valle, que designa a la porción de tierra llana flanqueada por montes, montañas o cerros, y de piélago, término poético para referirse al mar y por extensión a su inmensidad, amén de la acepción antigua de estanque o balsa.
Hubo algunos minutos de silencio durante los cuales el cerebro de Barragán daba terribles vueltas en el piélago de lo insondable.
En la calle, cuando dije a Fermín que me guiara a la iglesia de Santa María y San Pedro, me sentí otra vez navegante en el piélago de las cosas suprasensibles.
-¡Muy bien, Tito: qué talento el tuyo! -exclamó navegando por el piélago inmenso del desatino-.
Algunos días sentíame perseguido por fantasmas, reminiscencia de mi antigua navegación por el inmenso piélago suprasensible.
Yo soñé que había ahogado en el inmenso piélago del amor divino todos los otros amores terrenales y caducos.
Desdeñaba los libros clásicos, y me engolfaba en el piélago anchuroso de la literatura romántica.
En el cénit cúmulos níveos flecados de plata, celajes de tul, girones de gasa incendiados por la luz poniente, retales de brocado que ardían enrojecidos, cintas nacaradas, aves de fuego, serpientes de gualda que se retorcían y se alargaban, esquifes con velas de encaje, que bogaban como cisnes en el inmenso zafirino piélago.
No existía faro que pudiese guiar por el piélago insondable: ni libros becerros, ni estados, ni nada.
he de aconsejar yo a Clara, cuando la nave de su vida va a entrar ya en el puerto segurísimo y abrigado, que vuelva la proa y que se engolfe en el piélago borrascoso, donde puede zozobrar y hundirse con eterno hundimiento.
Benigno para engolfarse en nuevo piélago de comentarios y observaciones políticas, apretole la mano que tenía libre de vendajes y salió a toda prisa, decidido a poner entre su persona y los Cordero toda la distancia posible, siempre que tuviese que hacer averiguaciones en el vasto campo de la Milicia.
Y en tanto el Duque navegaba por el piélago inmenso de su discurso.
Poco a poco fue serenándose el piélago alborotado: se desvanecieron una después de la otra las nubes apiñadas en aquel horizonte naturalmente sombrío, y volviendo a estrechar la niña en sus desnudos brazos, añadió con toda la dulzura que pudo dar a su voz, por naturaleza bronca, con toda la calma de que pudo revestir su semblante:.
Entonces se descubre, que si la imaginacion está satisfecha, no lo está el entendimiento: y ¡cosa notable! como que el entendimiento toma una noble venganza de las ilusiones que le hacia su infiel compañera, cuando al obligarla a fijarse sobre los objetos, la envuelve en un piélago de tinieblas y contradicciones.
Ella en sí no tendrá ninguna figura propia, pero será el recipiente de todas las figuras, el piélago inagotable de donde todas surgirán.
Pero, ¡cosa singular! el mismo filósofo que llamaba a la realidad apariencia engañosa, que veia oscuro lo que el humano linaje considera claro, tan pronto como sale del mundo fenomenal y llega a las regiones de lo absoluto, se encuentra alumbrado por un resplandor misterioso, no necesita discurrir, sino que por una intuicion purísima ve lo incondicional, lo infinito, lo único, en que se refunde todo lo múltiplo, la gran realidad cimiento de todos los fenómenos, el gran todo que en su seno tiene la variedad de todas las existencias, que lo reasume todo, que lo absorbe todo en la mas perfecta identidad, fija la mirada del filósofo en aquel foco de luz y de vida, ve desarrollarse como en inmensas oleadas el piélago de la existencia, y así explica lo vario por lo uno, lo compuesto por lo simple, lo finito por lo infinito.
¿Para qué servirian? no lo sé, pero es lícito conjeturar que absorbidas de nuevo en el piélago de la naturaleza no serian inútiles.
Para conocer al entendimiento humano, no basta seguir los pasos de la humana razon, es necesario proponerse además el problema general de la inteligencia misma, ora se limite como la nuestra a flacas vislumbres, ora se dilate por las regiones de la infinidad en un piélago de luz.
-Marinero soy de amor, y en su piélago profundo navego sin esperanza de llegar a puerto alguno.
Conténtate, Anselmo, y no quieras hacer más pruebas de las hechas, y, pues a pie enjuto has pasado el mar de las dificultades y sospechas que de las mujeres suelen y pueden tenerse, no quieras entrar de nuevo en el profundo piélago de nuevos inconvenientes, ni quieras hacer experiencia con otro piloto de la bondad y fortaleza del navío que el cielo te dio en suerte para que en él pasases la mar deste mundo, sino haz cuenta que estás ya en seguro puerto, y aférrate con las áncoras de la buena consideración, y déjate estar hasta que te vengan a pedir la deuda que no hay hidalguía humana que de pagarla se escuse.
La ciudad circunvalada del Norte al Este por una cintura de agua y barro, y al Sud por un piélago blanquecino en cuya superficie flotaban a la ventura algunos barquichuelos y negreaban las chimeneas y las copas de los árboles, echaba desde sus torres y barrancas atónitas miradas al horizonte como implorando la misericordia del Altísimo.
En aquel piélago blanco y estrecho que se extiende abajo, divisó uno de nosotros bultos de caminantes, y este encuentro de seres humanos, que tan bien venido es siempre en aquellas soledades, nos conturbó instintivamente a todos, y nos miramos unos a otros sin atrevemos a comunicar la idea siniestra que había atravesado nuestro espíritu.
y girar con los astros por el celeste piélago,.
Soplaba un viento fresco de ''abajo'', grupos inmensos de pardas nubes recorrían rápidamente el espacio, flotando como fantasmas informes por el piélago incoloro del vacío, los relámpagos brillaban como saetas de fuego, lanzadas del cielo a la tierra, el trueno rugía imponente y sus sordas detonaciones, haciendo temblar el suelo, llegaron hasta nosotros como el estampido de lejanas descargas de cañón.
Las sombras de la noche iban envolviendo poco a poco el espacio, los accidentes del terreno desaparecían entre las tinieblas, flotábamos en un piélago obscuro como el de la primera noche del Génesis -como dicen en la tierra-, estaba toldado, las estrellas no podían enviarnos su luz a través de los opacos nubarrones que a manera de inmensa sábana mortuoria, se habían extendido por el cielo.
corres, barquilla, el piélago espumoso,.
y le hundieron un codo más en el piélago de sus aprensiones.
Abandonemos esta cuestión que vaga como una nebulosa en el piélago casi insondable del universo moral, y volvamos a Dorotea.

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