Ejemplos con permites

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Y tú, amor mío, lo permites? ¿tú que tanto me amabas?.
¿Me permites que te acompañe? ¿No te molesto?.
¡Esposo! ¿Por qué permites que nos insulte así este mónstruo deforme y feo? Échale del Olimpo, pues su aliento infesta.
Pero, mujer, ¿no has visto eso? ¿No ves allí a Jacobo con la Mazacán? ¡Pero qué escándalo! ¿Cómo permites tú eso?.
¡Oh Dios mío! Si permites que el miserable quede sin castigo.
¿Por qué consientes, Virgen purísima, amparo de los débiles, madre de misericordia, por qué permites que el Tentador en figura humana aleje a mi nieta, niña inocente, tierna oveja del señor, del camino de la virtud, la empuje al pecado y la haga caer de la gracia divina como a su infeliz madre? ¿Me abandonarás tú también, piadosísima Señora, en éste el más duro trance de mi vida?.
¿Cómo permites que el temor se pierda.
¡Pero yo sé dónde podrás encontrar esa perla única, y te lo diré si es que me lo permites!.
Desde que estuviese en el Espinal has procurado siempre disuadirme de mis proyectos con respecto a Dolores, y no me permites que hable de ella, todo esto con cierto aire misterioso que no puedes ocultar y sin decirme la causa de tan extraño cambio.
«Tú me das de comer -¡oh misterio adorable!-, tú permites que te transporte de un punto a otro, que oprima mis lomos tu excelsa persona.
-¿Cómo? ¿tan poca modestia tienes que te has reconocido en la niña de ojos hechiceros? ¿No me permites hablar de la historia que leo diariamente en el fondo de tu corazón?.
Rafaela volvió a presentarse, con el cabello suelto y una calavera en la mano, y llegándose a Ibero le dio un golpe en el pecho, diciéndole: «Eres un cobarde, un vil, si permites que le maten.
Yo dije: Entonces, ¡oh mi dueña! si me lo permites, quiero ser el lazo de unión entre vosotros dos, simplemente por el gusto de ver reunidos a dos seres selectos.
Schehrazada contestó: Entonces, ¡oh rey afortunado! para que descanse tu espíritu estoy dispuesta, si tú me lo permites, a contarte la historia más dilatadora que conozco, aquella que trata de Dalila la Taimada y de su hija Zeinab la Embustera!.
Y contestó Esplendor: ¿Pero eres tú, Botón-de-Rosa? ¿Es que permites que los hijos de los hombres traten así a la hija de tu rey? Conoces el poder de mi padre, sabes que se le someten los reyes de los genn y que manda en legiones de efrits y de mareds, innumerables cual los granos de la arena marina, ¡y te atreviste a recibir en tu morada un hombre para que me sorprendiera, y has hecho traición a la hija de tu soberano! De no ser así, ¿cómo iba este hombre a encontrar el camino del lago en que yo me bañaba?.
¡La prensa!, ¡la prensa! He aquí, tirano, el enemigo que sofocaste entre nosotros, he aquí el vellocino de oro que tratamos de conquistar, he aquí cómo la prensa de Francia, Inglaterra, Brasil, Montevideo, Chile, Corrientes va a turbar tu sueño en medio del silencio sepulcral de tus víctimas, he aquí que te has visto compelido a robar el don de lenguas para paliar el mal, don que sólo fue dado para predicar el bien, he aquí que desciendes a justificarte, y que vas por todos los pueblos europeos y americanos mendigando una pluma venal y fratricida, para que por medio de la prensa defienda al que la ha encadenado! ¿Por qué no permites en tu patria la discusión que mantienes en todos los otros pueblos? ¿Para qué, pues, tantos millares de víctimas sacrificadas por el puñal, para qué tantas batallas, si al cabo habías de concluir por la pacífica discusión de la prensa?.
Ella contestó: Alah te guarde y prolongue tus días, ¡oh tío mío! ¡Ya que me lo permites, quisiera pedirte una cosa, efectivamente! Dijo él: ¡Habla! ¡Te la concedo de antemano! Entonces la joven hubo de contarle toda la historia de Hassán y añadió: ¡Y ahora, por todo favor, te pido que digas a nuestro hermano Hassán qué tiene que hacer para llegar a esas islas Wak-Wak!”.
¡Pero, si me lo permites, voy a contarte otra historia que supera con mucho y en todos sentidos a la que acabas de oír!.
¿y permites que un desalmado los suplante?.
Assí que, prohibiendo, permites, encubriendo, descubres, assegurando, offendes, callando, bozeas e pregonas, preguntando, respondes.
Cuando se hubo hecho justicia, el califa dijo a Aslán: ¡Hijo mío, todavía no me has pedido una merced por tu hazaña! Y Aslán respondió: ¡Oh Príncipe de los Creyentes! ¡Ya que me permites una petición, te ruego que me devuelvas a mi padre!.
¿Me permites expresarla? -dijo la más linda de las hijas de la casa.
Pero antes de decirte lo que yo te tenía que dicir, quisiera yo preguntarte unas cuantas cosas, si es que tú me lo permites.
Y yo presa de una profunda angustia «¡Virgen santa de la Guarda! -exclamé-, consérvame a mi padre y a mi esposo, y si me permites poner el pie en el suelo de esa patria que voy a buscar, mis primeros pasos se dirigirán a tu sagrado templo».
Y Kuat Al-Kulub dijo: ¡Oh Emir de los Creyentes! si me lo permites, te pediré a Ghanem ben-Ayub.
He llegado a saber, ¡oh rey afortunado! que cuando el rey de la China dijo: Voy a mandar que os ahorquen a todos, el intendente dió un paso, prosternándose ante el rey, y dijo: Si me lo permites, te contaré una historia que ha ocurrido hace pocos días, y que es más sorprendente y maravillosa que la del jorobado.
-¿Me permites dar una vuelta con tu pareja?.
¿Lo permites?.
''Moraleja: Si permites que deshagan tu unidad con los tuyos, más fácil será que te dañen.
Por esto no me avergonzaré de hacerte preguntas, ya que me lo permites y no me expondré a tenerme un día que echar en cara no haberte dicho lo que ahora estoy pensando.

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