Ejemplos con penetrante

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Película tenebrosa que mantiene la inquietud hasta el final, sobre todo gracias a la penetrante música de Philip Glass.
Los grupos en Alemania no se centraban tanto en la movilización anti artística sino que su actividad y arte eran más políticos y sociales, sirviéndose de manifiestos y propaganda corrosivos, sátira penetrante, grandes eventos públicos y actividades políticas abiertas.
Su reclamo es penetrante, emitiendo un chec-chec suave y lento, que también podría describirse como chac, lo emite con frecuencia también en estado de alarma.
Esto fue visto a gran distancia por la vista penetrante de Legolas, elfo del Bosque Negro.
candidum, que es una planta originaria de Siria y Palestina, provista de grandes flores blancas y olor penetrante.
tácito suave puro soñoliento inmenso penetrante silencioso.
Un olor penetrante a naranjas humedad y silencio.
En ausencia de la duquesa, una idea singularmente brillante y afilada se había hecho presente, con viva luz y penetrante dolor, en el alma de Felicita.
Y cuando estas tempestades no son metafóricas, cuando real y verdaderamente despliega el mar todas sus furias, y no por excepción, sino constante y diariamente, va educando el mar en los pueblos que le ciñen y sin cesar le hostigan y provocan a desafío, una raza tan entera, tan indomable y tan bravía como los mismos huracanes, cuyo rugido acaricia su sueño, tan áspera como las puntas de la costa, sin cesar invadidas, salpicadas y agrietadas por la deshecha espuma, tan amarga y tan acentuadamente salina en la voz y en los ademanes, como que la comunicaron su penetrante acritud las ondas mismas, tan avezada a mirar la muerte de frente, que ni cabe en su ánimo el temor pueril, ni la alegría insensata, ni el fácil y liviano contentamiento, sino una cierta melancolía resignada, un cierto modo grave, llano y sereno de mirar las cosas de la vida como si fuese palestra continua, en que el brazo se fortifica y se dilata el pecho, y la batalla se acepta cuando viene, sin provocarla estérilmente.
Dirigía la cabalgata uno de los seis caciques, hombre enjuto, moreno, largo de nariz y penetrante de mirada, casi imberbe, aunque ya picaba en viejo, poco hablador, pero al caso, y desconfiado hasta de su sombra.
La copa de , bebida despacio, le dejó en la lengua y en los dientes un aroma penetrante y fortalecedor, una sed grata, ligerísima, que apagaban los sorbos últimos del café, saturados del fino polvillo que en remolinos lentos se depositaba en el fondo de la taza.
A veces, contrastando con el tufo penetrante del carbón de piedra, venía una bocanada del agreste perfume de los encinares y las praderías, extendidas a uno y otro lado del tren.
De todo el coro de aromas se formaba uno solo, penetrante, fortísimo, que se subía a la cabeza, como si fuera la fragancia de una rosa no más, pero rosa enorme, encendida, que exhalaba de su boca de púrpura hálito fascinador y mortal.
Antes de salir dirigió una penetrante mirada a su hermana, que ésta se apresuró a evitar sentándose de nuevo.
Sin embargo, cuando se encontraba con la mirada clara y penetrante de su hermana, bajaba la suya prontamente.
La joven lanzó un grito penetrante de angustia.
Al contrario, cuando la veía salir tan linda y gallarda, exhalando, como las flores tropicales, un perfume penetrante, sentíase poseído de entusiasmo.
La habitación exhalaba un perfume penetrante como el camarín de una odalisca.
Como todos los hombres de espíritu realmente elevado y de ingenio penetrante, don Rosendo escribía mejor que hablaba.
Era Martí de mediana estatura, cabellera negra y abundante que rodeaba una frente amplia y bombeada, ojos negros de mirada dulce y penetrante, tez blanca pálida, como son generalmente los cubanos, bigote negro y crespo y un óvalo perfecto redondeaba su fisonomía armoniosa y vivaz.
Su gravedad taciturna, su pensamiento tardo y penetrante, no eran españoles: eran flamencos.
Toda esta gente, comiendo, bebiendo y gesticulando, levantaba el mismo rumor que si la plazoleta estuviese ocupada por un avispero enorme, y en el ambiente flotaban vapores de alcohol, un vaho asfixiante de aceite frito y el penetrante olor del mosto, mezclándose con el perfume de los campos vecinos.
Se diría que doña Luz procuraba taparse los oídos interiores del alma, y que, a pesar de esto, oía a veces una voz honda, delgada y penetrante, que la zahería, diciendo:.
El agua corría dulcemente por el sumidero del pilón, y en la espesura del jardincillo el huele de noche embalsamaba el espacio con el penetrante aroma de sus flores tardías.
Le echó una mirada dulce y penetrante, el mismo mirar con que le había hecho su esclavo.
El frío era intenso, penetrante y traicionero como de helada, bajo un cielo bruñido, inmensamente desnudo y con las estrellas tan desamparadas, que los estremecimientos de su luz parecían escalofríos.
Y el lamento era tan penetrante, tan afilado y agudo, que más que voz de un ser viviente parecía el sonido de la prima de un violín herida tenuemente en lo más alto de la escala.
Estaba limpiándose los dedos con el pañuelo, y Juanito discurriendo por dónde pegaría la hebra, cuando sonó abajo una voz terrible que dijo: Entonces la chica se inclinó en el pasamanos y soltó un con chillido tan penetrante que Juanito creyó se le desgarraba el tímpano.
El cielo está nublado, ciernen la claridad del sol pardos crespones cada vez más densos, los pinos, juntando sus copas, susurran de un modo penetrante, prolongado y cariñoso, las ráfagas del aire traen el olor sano de la resina y el aroma de miel de los retamares.
, y allí encontró, enteramente solo, de pié junto al manantial, y sumido en profunda meditacion, a un anciano de elevada estatura, cuyo grave y austero rostro y fria y penetrante mirada recordó haber visto hacía años, al traves de un vidrio, en un balcon de su antigua vivienda.

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