Ejemplos con pedrerías

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los imponentes robes à paniers cubiertos con pedrerías y volantes, los zapatos bordados con diamantes, y los peinados monumentales son llevados esencialmente en la corte, en los bailes, en las fiestas o en el teatro.
Llegar a la India, ponerse en contacto con sus riquezas, apoderarse de sus pedrerías y sus especias de exótico perfume, entrar en la ciudad de Quinsay, urbe monstruosa de treinta y cinco leguas de ámbito con doscientos puentes de mármol, sobre gruesas columnas de extraña magnificencia , fue el ensueño con que empezó su vida el siglo XV, para no finalizar hasta haberlo realizado.
Y que no era floja cantidad de pedrerías la que guardaban en Palacio los Reyes, desde el que rabió: cientos de miles de diamantes, cientos de miles de esmeraldas, celemines de perlas, entre las cuales había una grandísima, que Felipe IV llevaba en el sombrero, y había costado una fortuna.
La era inocente de la sustracción y venta de pedrerías de Palacio, y las acusaciones que en tal sentido se le hacían enteramente gratuitas y mentirosas.
La vista de aquel incesante movimiento, la luz arrancando destellos en pedrerías y collares, las damas, unas de semblante fresco como flores de campo, ajadas otras por los afeites o los años, engalanadas con sedas de todos los matices, desnudas las espaldas y los pechos a propio intento revelados en lo poco que el raso les cubría, el aire bochornoso y viciado que por la reja se escapaba, acabaron de marear al cura, sin que por eso dejara de mirar con ansia, creyendo a cada instante descubrir novedades que hiriesen su imaginación y calmasen sus agitados nervios.
Y llevaban ceñida la frente con cintas de seda y pedrerías de todos los colores.
los caballos fogosos y violentos, de Lelia Orloff, de las pedrerías.
Y Hayat-Alnefus sonrió tímidamente por haber agradado a su esposo, aunque temblaba de emoción reprimida y bajaba los ojos, sin atreverse apenas a moverse bajo sus velos y pedrerías.
::¡Cuando tu fina cabellera, en la cual arden las pedrerías, cae maciza o se despliega leve, no hay seda que valga lo que su tejido natural!.
¡Y era, en verdad, arrogante y hermoso por sí mismo y por todo el resplandor que hacia él proyectaban las antorchas de los esclavos y las pedrerías de las damas! Y así llegó hasta Schamsennahar, que se había prosternado a sus pies.
Así es que había sido elegido por el jefe de los eunucos de palacio para proveer a las favoritas de todas las cosas, telas o pedrerías que pudieran necesitar.
Y el rey, pasmado, exclamó: ¿Es que mi hija desdeña las pedrerías como desdeña a los hombres? Pero el negro dijo: ¡Perdona, ¡oh rey! que no te conteste delante de toda esta asamblea! Entonces el rey mandó desalojar la sala del trono, quedándose solo con el visir, y el eunuco dijo: ¡Mi ama Donia está en tal y cual postura! Pero en realidad, ¡el joven es muy hermoso!.
Todavía existen familias romanas que se mueren de hambre, teniendo vinculado un millón en diamantes y pedrerías de que no pueden disponer.
Enumerar las pedrerías con que la habían enriquecido, y los bordados bajo los cuales desaparecía la trama, sólo podrían hacerlo los poetas inspirados por Alah.
Pero no había acabado de hablar, cuando apareció frente a él el príncipe Scharkán, montando un hermoso caballo que valía más de mil monedas de oro rojo, y cuya silla era de brocado, bordada con perlas y pedrerías.
Y antes de huir del monasterio, pudimos comprobar que encerraba quintales y quintales de oro, y de plata, y de pedrerías, y joyas de todas clases.
Fuimos, pues, en seguida, y tu padre se lo preguntó a la anciana, que le dijo: ¡Oh rey! sabe que el precio de esas jóvenes está fuera de las condiciones ordinarias, porque su precio no se paga en oro, ni en plata, ni en pedrerías.
Después una falda a la moda turca, bordada de hilos de oro, y unas botas rojas perfumadas con almizcle, cubiertas de lentejuelas de oro con bordados de flores que llevaban incrustadas perlas y pedrerías.
vida por la palpitación blanca, roja, azul de las pedrerías.
Este tesoro contenía riquezas incalculables, cuya evaluación nos sería imposible, pues, entre otras maravillas encerraba tres gemas tan gordas como huevos de avestruz, pedrerías sin tacha y sin defecto, y que rivalizan en belleza y en valor con todas las pedrerías de la tierra y del agua.
Y se había reunido en un cajón los efectos más preciosos, las joyas y pedrerías y todas las cosas de valor.
A lo largo de las paredes estaban ordenadas sobre tablas, vasijas y más vasijas de oro macizo, de plata maciza y de cristal, con incrustaciones de toda clase de pedrerías.
Entonces su esposa trató de consolarle, y le dijo: No te aflijas de ese modo, pues los diez mil dinares te los restituiré por completo sacándolos de mi peculio y vendiendo parte de mis pedrerías.
En medio de la sala hallábase una fuente incrustada de perlas y pedrerías.
Dulcísimos transportes la enajenaban en esos momentos, todas las sensualidades de la religión católica hacían arder sus deseos inflamando su sangre joven: veía esplendorosos los alcázares del cielo, altares en que chispeaba el oro y las pedrerías, a Dios sentado en un trono deslumbrador y a los ángeles que revoloteaban en torno suyo cantando alabanzas.
La colección está valuada en varios cientos de miles de pesetas, pero los inteligentes aseguran que muy por bajo de su verdadero valor, aun cuando sólo se calculen los esmaltes y las pedrerías que guarnecen muchos de los objetos que la componen.
Cuando los gnomos estuvieron juntos, unos con sus martillos y cortas hachas en las manos, otros de gala, con caperuzas flamantes y encarnadas, llenas de pedrerías, todos curiosos, Puck dijo así.
Ostentaba el duque en su despacho, y enseñaba con orgullo, además de las condecoraciones, pieles de zorro azul, regaladas por el zar, el collar de esmaltes de una momia, obsequio del jedife, y un sable japonés de abrirse el vientre, con pedrerías en la empuñadura, gracioso donativo del mikado.
azul de las pedrerías que se irisaban en la media luz de.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba