Ejemplos con pecado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La hija del pecado vuelve al pecado, que es su elemento.
Yo, en opinión de las personas timoratas, estoy cometiendo un grave pecado.
De manera que vuestra pureza se acredita mediante la facilidad con que inventáis actos impuros, vuestra religiosidad se cifra en la aptitud maliciosa para imaginar el pecado.
Por encima de las tapias del huerto conventual asomaban los negros y rígidos cipreses, que eran como el prólogo del arrobo místico, el dechado de la voluntad eréctil y aspiración al trance, y los sauces anémicos y adolecientesen la región los llaman desmayos, que eran la fatiga y rendimiento, epílogo dulce del místico espasmo, y los pomares sinuosos y musculosos, las ramas, de agarrotados dedos, mostrando rojas y pequeñas manzanas, que no sugerían la imagen del pecado, sino a lo más de un pecadillo.
Le hablé yo mismo de aquel gran pecado de mi atropellada mocedad, de lo arrepentido que estaba y de cuán firme era mi propósito de la enmienda.
Presentáronmele, hiciéronme conocer su talento y su hermosura, y cuando ha llegado a interesarme, cuando quizá le amo, se le arroja para siempre de mi lado por un delito que es cabalmente, aunque en otra forma, el pecado capital de mi propia familia.
Tanto pecarás tú cuanto ella peque, y ella permanecerá limpia, porque no es suyo su pecado.
Componíanle los hombres más de la banca, del foro y de la propiedad urbana, y con decir que eran , dicho queda, conforme al rigorismo de la moderna , hasta qué punto era entre ellos poco menos que un pecado mortal la risa franca y desenvuelta.
¡El pecado es sangre, y hace hermanos a los hombres como la sangre de los padres!.
¡Tío! ¡Tío! ¡Que se está matando ¡Tío! ¡Tío! ¡Que es un pecado lo que hace! ¡Tío! ¡Tío!.
No tengo más que un pecado ¡Uno sólo que llena toda mi vida! He sido el verdugo de aquella santa con la impiedad, con la crueldad de un centurión romano en los tiempos del emperador Nerón Un pecado de todos los días, de todas las horas, de todos los momentos No tengo otro pecado que confesar La afición a las mujeres y al vino, y al juego, eso nace con el hombre Pecado grande es haber sido verdugo de un alma y haber puesto en ella garfios encendidos en las hogueras del Infierno.
Sin eso, mi vida aparece como un gran pecado.
Y además del sacrificio del bienestar, la oración a todas horas, la visita diaria al templo, la vida de cofradía, las disciplinas en la bóveda de la parroquia, la voz del hermano del Pecado Mortal interrumpiendo el sueño para recordar la cercanía de la muerte, y unidas a esta existencia de continua inquietud, la incertidumbre de la salvación, la amenaza de caer en el infierno por la más leve falta, sin aplacar nunca por completo al Dios torvo y vengativo.
La iglesia era pobre, y resultaba un pecado digno del infierno privarla de un solo ochavo.
¡Eso no es un pecado! Si a veces llevan un bonito traje es porque se los da una alma caritativa.
Además, ¿quién cuidaría de mi pobre Micaela, sola y casi ciega? Sería cometer un horrible pecado de ingratitud por salvar mi alma.
Y allí, preciso es que lo confiese, allí cometí un pecado mayúsculo, del cual no me arrepentiré debidamente en los años que me restan de vida.
Ser dueño de la voluntad de aquella mujer y corresponder a su afecto con infidelidades era un pecado imperdonable a los ojos del pobre Melchor, que amaba a Manolita en silencio, siempre en perpetua batalla interna, tan pronto dispuesto a declarar su pasión como arrepentido de su audacia.
Pasáronle por la mente ideas extrañas, la mancha del pecado era tal, que aun a la misma inocencia extendía su sombra, y el maldito se reía detrás de su infernal careta, gozoso de ver que todos se ocupaban de él, aunque fuera para escarnecerle.
Si el único pecado de las Troyas, si el único desahogo con que compensaban su soledad, su pobreza y abandono, era tirar cortezas de naranja al transeunte, bien se las podía disculpar.

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