Ejemplos con pasáis

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pasáis la vida envenenándoos con la química de los cocineros.
¿En qué pindonguerías pasáis el tiempo? Así os vea yo comidas de tiña.
Si pasáis la verja, si entráis en el altar mayor, toco el esquilón y antes de diez minutos está todo Toledo en las puertas.
¡Oh vosotros, pasajeros y viandantes, caballeros, escuderos, gente de a pie y de a caballo que por este camino pasáis, o habéis de pasar en estos dos días siguientes! Sabed que don Quijote de la Mancha, caballero andante, está aquí puesto para defender que a todas las hermosuras y cortesías del mundo exceden las que se encierran en las ninfas habitadoras destos prados y bosques, dejando a un lado a la señora de mi alma Dulcinea del Toboso.
Podéis ser felices, pues tenéis méritos para ello, y no obstante pasáis miserables con inquietudes continuas la existencia, y cada día os creáis nuevos tormentos.
Tú, la cantinera, y tú , el estanquero, que pasáis los días y las noches aspirando el vaho nauseante de la ebriedad, y oyendo los gritos bestiales de los ebrios, buscaréis un oficio honesto, limpio, benéfico, haréis pan , haréis vestidos, guardaréis los ganados, cultivaréis el suelo, forjaréis el hierro, labraréis la madera, cuidaréis de los niños, iréis de pueblo en pueblo, llevando las mil cosas gratas y necesarias del vivir.
¡Oh!, divinas horas, ¿por qué pasáis?.
Sólo es malo que pasáis el día comiendo y bebiendo,.
¿Y qué?, ¿es algún pleito? ¿Si creerás tú que a mí se me mata con un pleito? ¡Pobres leguleyos! Pasáis la vida envenenando al género humano con vuestros enredos y creéis que yo morderé hoy el cebo de vuestros sofismas.
La voz de aquel señor Candonga, a quien no tenía el gusto de conocer, le llegaba al alma, le pedía compasión, consuelo, para ella todo lo que cantaba aquel Fausto venía a decir: «Vosotros los que pasáis por este camino del arte, por este calvario, decidme si hay dolor como mi dolor».
¿En qué pindonguerías pasáis el tiempo? Así os vea yo comidas de tiña.
Vos que pasáis por aquí, estáis en vuestra casa más que en la mía.
Si alguien os busca pelea, evitadla, aunque sea un niño de diez años el que la busca, si os atacan de noche o de día, batíos en retirada y sin vergüenza, si cruzáis un puente, tantead las planchas, no vaya a ser que una os falte bajo el pie, si pasáis ante una casa que están construyendo, mirad al aire, no vaya a ser que una piedra os caiga encima de la cabeza, si volvéis a casa tarde, haceos seguir por vuestro criado, y que vuestro criado esté armado, si es que estáis seguro de vuestro criado.
Cuando abandonéis vuestro mundo por el mundo de los demás, os parecerá que pasáis de una primavera de Nápoles a un invierno de la Laponia, se os antojará que dejáis el paraíso por la tierra, y el cielo por el infierno.
-¿Y pasáis vuestra vida viajando como el honrado marino cuyo nombre lleváis?.
A estos señores enderezo mi cuento, con vosotros hablo, con vosotros, los que, afanados en evitarle desazones a la materia, huís de los más legítimos goces del espíritu, con vosotros, los que, pródigos de la hacienda cuando se trata de regalar al cuerpo, sois avaros de ella si el alma os pide un óbolo para adquirir un regocijo, con vosotros, en fin, los que pasáis lo mejor de la vida renegando del matrimonio por molesto y caro, y el resto de ella lamentándoos de no haberos casado a tiempo.
¿cómo a mi casa pasáis?.
Muchas veces pensáis que gozáis las mujeres de otro y no pasáis el adulterio de la cáscara.

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