Ejemplos con parásitas
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Las laminas finas, separadas por el aislamiento de barniz, reducen las corrientes parásitas que circulan resultantes de las corriente de Foucault.
Las plantas parásitas tienen una raíz modificada, haustorio, que penetra la planta anfitrión y conecta con su xilema, floema, o con ambos.
Las plantas parásitas son importantes en la investigación, especialmente sobre la pérdida de fotosíntesis durante la evolución.
La mayoría tienen raíces parásitas que fotosintetizan sus propios alimentos, pero se aoplan a las raíces de otras plantas para conseguir agua y nutrientes inorgánicos.
Este acoplamiento entre líneas se traduce en capacitancias parásitas y se manifiesta como una interferencia que reduce la calidad de transmisión en cada línea.
Parodi, quien dirigió su tesis de grado sobre las especies de Cuscuta, parásitas de las plantas silvestres y cultivadas en Argentina y Uruguay.
Hay un número de abejas parásitas en esta familia, las cuales no colectan polen y.
La acción de las corrientes parásitas producidas por las bobinas de corriente sobre el campo magnético de las bobinas de voltaje y la acción de las corrientes parásitas producidas por las bobinas de voltaje sobre el campo magnético de las bobinas de corriente dan un resultado vectorial tal, que produce un par de giro sobre el disco.
Por otro lado, en aquellos años las radios a válvulas termoiónicas tenían grandes capacidades parásitas, lo que les impedía utilizar frecuencias más altas.
Los Austrias han resucitado, como esas plantas parásitas que al ser arrancadas reaparecen después de algún tiempo.
Diez años de abandono habían endurecido la tierra, haciendo brotar de sus olvidadas entrañas todas las plantas parásitas, todos los abrojos que Dios ha criado para castigo del labrador.
Las plantas parásitas, los abrojos, comenzaron a surgir de la tierra maldita que el tío había pateado y herido con su hoz la última noche, como presintiendo que por culpa de ella moriría en presidio.
Hasta las rejas de la planta baja, devoradas de orín, subían las plantas parásitas, y festones de yedra seca y raquítica corrían por entre las junturas desquiciadas de las piedras.
