Ejemplos con pachacamac

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el gran templo de Lurín, cerca de Lima, se erigió un santuario para la del dios sin piel ni huesos, como era descrito Pachacamac por sus fieles, los incas -tras asimilar este dios y su culto al del Sol- realizaron obras de embellecimiento, hasta hacerlo casi tan hermoso como Coricancha, cubriendo también de oro y plata la capilla central, la del dios Pachacamac, a la manera de lo anteriormente hecho con la totalidad del gran templo solar del Cusco.
El primero de esos hermanos es, precisamente, Pachacamac, quien al salir a nuestro mundo subió a la cumbre más alta, para lanzar las cuatro piedras a los cuatro puntos cardinales, tomando, pues, posesión de todo lo que abarcaba su vista y alcanzaron sus piedras.
También estaba el dios Wakon o Kon, un hermano de Pachacamac expulsado por éste y que se llevó con él, al ser forzado a irse, la lluvia y dejó a la franja costera del Perú seca para siempre, un dios maligno y devorador de niños, de risa cruel y habilidad para rodar por las montañas, otros hermanos, Temenduare y Arikuté, dieron origen al diluvio con sus querellas conjurando a un temible monstruo de cientos de patas de agua.
Una representación de este sistema estaba pintada en los muros de uno de los santuarios de Pachacamac donde figuraba una planta de maíz germinando de unos pececitos.
En este caso el dios Pachacamac se encarga de la transformación tras ganarle una batalla al dios Kon, creador de la primera estirpe humana.
Poco después de romper del todo el cerco de Lima, se libraron las furiosas batallas de Pachacamac y de Rumichaca, que costaron decenas de vidas a los hispanos, e incalculable número de indígenas aliados y de esclavos negros, así como crecida cantidad de caballos.
Sus visitas al santuario de Pachacamac fueron constantes y varias veces eran para ver la suerte que correría en una eventual campaña, como la que desarrolló por la costa norte hasta Tumbes.
Otro de los elementos comunes de las culturas precolombinas que alcanzó un alto grado de desarrollo fue la edificación de templos y sitios religiosos monumentales, siendo claros ejemplos las zonas arqueológicas de Caral, Chavín, Moche, Pachacamac, Tiahuanaco, Cuzco, Machu Picchu y Nazca, en los Andes Centrales y Teotihuacan, Templo Mayor en la ciudad de México, Tajín, Palenque, Tulum, Tikal, Chichén-Itzá, Monte Albán, en Mesoamérica.
El Grupo Pachacamac es una organización sin ánimo de lucro que tiene su sede en la ciudad de Tandil, Argentina, y que brinda apoyo a comunidades aborígenes en el Noroeste de la República Argentina.
Dottori estudió dibujo y composición con el maestro Antonio Sassone, pasando luego a formar parte de la Peña Pachacamac, del barrio de Boedo.
El dios Kon fue el creador de esa primera generación de hombres que poblaron la tierra, pero un día fue vencido por el dios Pachacamac quien los convirtió en monos, zorros y lagartos para luego crear una nueva generación de seres humanos.
Tintin y el Capitán Haddock viajan hasta Perú en busca del profesor Tornasol, al cual encuentran a bordo de un barco con destino a ese país llamado Pachacamac, pero no consiguen liberarlo.
Contaban con encontrar allí al resto de la partida que había quedado en las ruinas de Pachacamac, que Mateo había ido para conducirlos, montado en una buena mula.
–Es tan divina esa música, Pachacamac, respondió Coya Cimpu, que no parece el canto de un hombre ni el sonido de una quena.
en pos de los portentos del gran Pachacamac?.
Entretanto, mientras que Mateo, burlando a su compañero de viaje, se dirigía con toda prisa a las ruinas de Pachacamac, el Padre Andrés había resuelto y vencido ya muchos de los obstáculos que le habían impedido anonadar a Mercedes, y se paseaba soberbio por su celda esperando ardientemente al fiscal Estaca, que en aquellos mismos instantes había ido a consumar un arreglo con el Virrey.
Arreglado así, el cholo despachó a González, recomendándole que se fuese por dos o tres días a Abancay, donde éste solía pasar semanas enteras, mientras él, tomando deprisa un camino muy excusado, se dirigió a las ruinas de Pachacamac.
De las que se llevaban al templo de Pachacamac cuando lo habitaba el diablo: ¡lindas!, ¡lindas, marchantito!.
El culto de Pachacamac y de Viracocha había excitado toda la indignación y la codicia de los españoles.
Se opina que el templo y el culto que daban su fama a la ciudad era más antiguo que el dominio de los Huincas, que era el de las razas primitivas del país, y tan arraigado en ellas que Manco Capac al conquistar el Perú creyó oportuno contemporizar con él, contentándose con levantar otro magnífico templo al sol -la espuma lucida del Mar, al lado del de Pachacamac.
Pachacamac había sido para los peruanos lo que Jerusalén para los cristianos, lo que la Meca para los musulmanes, el objeto de las peregrinaciones de los devotos, que en grandes comitivas venían incesantemente de todos los rincones del imperio a rendir sus ofrendas y recibir los oráculos del Dios.
Eran las Ruinas de Pachacamac, -La ciudad antigua y santa de los Peruanos, afamada hasta muy poco antes por las suntuosidades del Culto que allí se daba al Dios Ser que le daba su nombre, y al Dios Viracocha, o Espuma luminosa del Mar.
== Capítulo XXXI : Las ruinas de Pachacamac ==.
«En Chorrillos: De noche: El guía será seguro: a las ruinas del gran templo de Pachacamac: Oculto hasta el momento oportuno: Seréis advertido: Conozco ya vuestro nombre, y hacéis mucha falta: ¡a todo trance! Si sois sentidos, no contéis con nadie ni con nada, y alejaos porque las víctimas habrán perecido.
En las ruinas de Pachacamac tuvo este pícaro la buena suerte de descubrir una riquísima huaca, de la cual sacó en metales y piedras preciosas un tesoro que se estimó en ochenta mil duros.
Titu-Atauchi lo hizo conducir al mismo sitio donde fue ejecutado Atahualpa, acompañándolo un pregonero que decía: A este tirano manda Pachacamac que se le mate por matador del inca.
-De este mi real de Pachacamac.
¡Ah! ¡pero nosotros tenemos el aguijón: la flecha -y sus corazas no han de bastarle! ¡Pretenden enseñarnos! ¡y las mismas máximas principales de su religión son viejas para nosotros! ¿Quién no sabe que hay un poder más grande que el del sol? ¿Quién no venera a Pachacamac, el espíritu de las cosas? ¿Quién no conoce las palabras del gran Topa-Inca-Yupanqui: El sol no es el hacedor de todas las cosas, y no es libre: es como la res atada que siempre gira en el mismo redondel, o como la flecha que va donde la envían y no donde quisiera?.
-Yo, como mis antepasados -prometió el andaluz-, haré respetar los derechos de todos: el suelo fértil se repartirá con equidad, vuestras tierras serán labradas aun antes de las mías, restableceré en todo el imperio el glorioso culto de Pachacamac, el alma del Universo, el Huiracocha, el fantasma misterioso de Inti, el que vierte oro en las lágrimas que llora.

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