Ejemplos con ordénales

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La hermosura de su cuerpo me excitaba a poseerlo. Ya del choque de nuestros labios brotaban innumerables besos sonorosísimos, ya nuestras manos entrelazadas habían interrogado todos los órganos del placer, ya nuestros cuerpos, estrechamente abrazados, se estremecían de gozo, y ya iba a realizar la fusión completa de nuestras almas, cuando de repente, en lo mejor de la jornada del placer, me abandonan de nuevo las fuerzas y no puedo llegar al venturoso y anhelado término. Exasperada por tan inexcusable afrenta, Circe no piensa ya sino en vengarse de mí, y llamando a sus esclavos, ordénales que me azoten. Pero pronto este castigo le parece demasiado suave, y llama a toda su servidumbre, hasta a la encargada de los más bajos menesteres, para entregarme a sus insultos. Me limitó a taparme los ojos con las manos, y sin recurrir a la súplica ni pedir gracia, me dejé escarnecer convencido de que lo merecía, y me echaron de allí cubriéndome de golpes y de salivazos. La vieja Prosilenos fue también arrojada de la casa, y hasta Crisis sufrió el castigo de los azotes. Todos los sirvientes se preguntaban al oído la causa de la rabia de su señora. Volví a mi casa, el cuerpo lleno de contusiones y la piel más manchada que la de una pantera, y me apresuré a disfrazar las marcas de los, golpes recibidos, temiendo excitar con mi aventura las burlas de Eumolpo y la pena de Giton. Recurrí, pues, al único expediente que podía salvar mi reputación, me fingí enfermo, y tendido en mi lecho, dirigí mi furia contra la causa exclusiva de mi infortunio.

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