Ejemplos con oprime

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es una especie de rulete que contiene niveles de poder, los cuale se logran cuando esta gira y el jugador oprime el botón.
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Esta temática se retoma en Hijos y amantes, donde los niños son prisioneros de su madre, que los oprime, los absorbe y los protege hasta un extremo que resulta poco menos que desagradable, ya que recién a su muerte, uno de sus hijos, el que aún no ha fallecido, consigue rehacer su vida al lado de otra mujer.
Enamorados y obligados a defender una causa en la que no creen, estos dos jóvenes intentan encontrar su propio lugar dentro de un rígido sistema que les oprime y les obliga a dedicar los mejores años de sus vidas al servicio del ejército, a matar y a arriesgarse a ser matados.
Me siento inquieto, pero es una inquietud deliciosa, muy lejana de esa otra dolorosa y amarga que tantas veces me acomete, es una inquietud que corre por mis venas como un bálsamo, que me oprime el corazón dulcemente y me hace dichoso.
¿Habéis visto el gesto hipócrita, el regocijado silencio con que acoge un pueblo la muerte del gobernante que le oprime? Así lloró la huerta la desaparición de don Salvador.
Las cosas quedaron, pues, como estaban un mes antes y tan sólo Jacobo pudo notar en Currita, con harto despecho suyo, esa extraña anomalía de la mujer, que consiste en mostrarse servilmente sumisa con el hombre que la oprime y ferozmente tirana con el que se le somete: rasgo a la verdad poco noble, que hace común san Ignacio de Loyola en su famoso libro de los al mismísimo demonio, con estas textuales palabras: El enemigo se hace como mujer, en ser flaco por fuerza y fuerte de grado.
Paquito salió el primero: tenía el aire de un chico que ha sentido en una pesadilla un peso enorme, que no ve, ni palpa, ni comprende, pero que le oprime y le anonada y le deja el pecho jadeante.
¡Qué semana! Ni educanda encerrada que aguarda el día de salida para ver al primer muchacho que a hurtadillas le oprime la mano, y con quien soñó castamente en el lecho virginal del convento, ni príncipe en vísperas de ser coronado rey, ni miserable usurero a punto de cobrar, ni madre de marino que en la costa espera el navío donde su hijo torna, nadie se impacientó ni desesperó tanto como el pobre don Juan.
Basta de esto: se me oprime el corazón como si me lo estrujaran.
Inés, figúrate que el corazón se destroza y se oprime, que con la opresión de la naturaleza toda, alma y cuerpo estallan, figúrate que se siente por dentro una iluminación, una inquietud no comparable a las demás inquietudes, porque es la sed del espíritu que quiere saciarse, una quemazón que crece por grados, un mareo que desfigura todo cuando nos rodea, un impulso, un frenesí, una necesidad, porque necesidad es la de romper el cerco de hierro que nos estrecha, figúrate esto, y me comprenderás y me disculparás.
El corazón se me oprime cuando considero que tú, Inesilla, tú me dices una cosa, me la juras y yo no la puedo creer.
Nada hay allí de apacible, como sucede en las márgenes de los demás ríos: todo es imponente y temeroso, el ruido ensordece, la profundidad causa vértigo, la lobreguez oprime el corazón, el paisaje todo tiene un sello de grandioso pavor que hace pensar en las muertes desesperadas y terribles.
Un día llegará en que todo me sea indiferente, sociedad, hombres, porque cuando se aspira a fines elevados y se tiene el sentimiento de la patria y de la civilización, cuando se da el primer paso y se tropieza con tales hombres, con el egoísmo, con la ignorancia, con la envidia, el alma se oprime y se desea no haber nacido.
Campea debajo del nombre del Caballero de la Triste Figura, y trae por escudero a un labrador llamado Sancho Panza, oprime el lomo y rige el freno de un famoso caballo llamado Rocinante, y, finalmente, tiene por señora de su voluntad a una tal Dulcinea del Toboso, llamada un tiempo Aldonza Lorenzo, como la mía, que, por llamarse Casilda y ser de la Andalucía, yo la llamo Casildea de Vandalia.
Primeramente, repuso Sócrates, estoy convencido de que si la Tierra está en medio del cielo, y es de forma esférica, no tiene necesidad ni del aire ni de ningún otro apoyo que la impida caer y que el cielo mismo que la rodea por igual y su propio equilibrio bastan para sostenerla, porque todo lo que está en equilibrio en medio de una cosa que lo oprime por igual, no podría inclinarse hacia ningún lado, y por consiguiente estaría fijo e inmóvil, de esto es de lo que estoy persuadido.

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