Ejemplos con ojitos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Alguna vez tuvo un futuro prometedor con la Selección Nacional, pero ni el Ojitos Meza, el Vasco Aguirre o Ricardo Lavolpe lo covocaron, por lo que no pudo jugar en la selección en los años que se consideran de oro para un futbolista.
Su ascensión en popularidad y en venta de discos fue espectacular, alcanzando el número uno de ventas y éxitos con canciones como Quince años tiene mi amor, Quisiera ser, Perdóname, Bailando el twist, Mari Carmen, Esos ojitos negros, Amor de verano o Mi chica de ayer, y protagonizando también algunas películas musicales.
Los ojitos: también compartiendo rasgos de masita, son una masa dulce ahuecada en el centro con un relleno de dulce de membrillo.
El municipio se divide en una Junta Municipal, ubicada en la población de Las Américas, ocho jefaturas de cuartel en Ignacio Zaragoza, Sapioris, San José de Basoco, Vizcaíno, El Porvenir, Nogales, Pípila y San Francisco Javier de Lajas, y tres jefaturas de manzana en Las Morenas, Los Ojitos y Los Alelihes.
Entre su repertorio mas conocido se pueden mencionar temas como Juan del Gualeyán , Soy entrerriano , Peoncito de estancia , Canción de Puerto Sánchez , Coplas felicianeras , Ojitos color del tiempo y El taca taca del motor.
Continuó la campaña con acciones en Chihuahua, Bachimba, Janos y Sierra de Ojitos.
Otro niño, que ha sido abandonado por su padre en la ciudad, Ojitos, entra al servicio del ciego como lazarillo, que ejerce de curandero en casa de Meche, una turbadora adolescente de la que el ciego se quiere aprovechar.
Desde este punto de vista, olvidados son todos sus personajes: Ojitos, que es abandonado a su suerte por su padre en la gran ciudad para librarse de una boca que alimentar, Pedro, a quien su madre le niega el afecto y aun el sustento, esta, a su vez, repudiada y vejada por su marido, y luego abandonada, Jaibo, de orfandad total, que ha tenido que sobrevivir en la calle, e incluso el ciego, desasistido de beneficencia, por lo que tiene que mendigar en la calle, desvalido como el hombre-tronco, que se desplaza sobre un carrito con ruedas, y del que los chicos se burlan quitándole su medio de locomoción y tirándolo calle abajo.
Un minuto más que hubiera ella tardado, y el pobre Santo, indefenso, hubiera perdido sus dos ojitos clementes, llenos de lágrimas.
Desde aquí veo con los ojitos cerrados el rumbo que hay que seguir y la sepultura de la difunta, como si no hubiese visto otra cosa en mi vida.
Así terminó, porque éramos pobres Me quedó un hijo, y la primera vez que lo tuve entre mis brazos, en una casucha de las afueras de Madrid, creí nacer de nuevo, pero más fuerte, con una voluntad que nunca había sospechado El pobre rollo de manteca, con sus ojitos como dos punzadas, me hizo sentir la impresión de una fuerza misteriosa que me insensibilizaba interiormente.
Los ojitos negros tenían una expresión maliciosa y prometedora.
Y Currita, persuadida ella misma de lo que decía, cual suele suceder a los embusteros de oficio, extendía las manos y abría mucho los claros ojitos, como para que la madre Larín la estudiase por dentro, concluyendo por echarse a llorar amargamente, cubriéndose el rostro con el pañuelo.
Calló Currita, y con la cabeza baja y las manos cruzadas y entornados ojitos, esperó muy devotica el sermón formidable, la peluca tremenda que creía ella iba a venir tras de aquello, seguida de alguna violenta exhortación a la confesión y la penitencia, con algunos toquecitos de llamas del infierno, y luego, más tarde de lo que ella deseaba y con tanto anhelo iba buscando, un generoso ofrecimiento, noble, sincero y amplio Mas el padre Cifuentes, que había escuchado sin pestañear todo aquel cúmulo de vergüenzas y de horrores, que no había hecho el menor gesto de asombro, de disgusto, de compasión ni de protesta, sacó la tabaquera de cuerno, tomó un polvo y dijo lacónicamente:.
Y con la carta en la mano entróse en el , arrugando el entrecejo, la boca fruncida y torvos los claros ojitos A la luz de la gran lámpara sostenida por el negro de ébano tomó a registrar la carta por todos lados, era el sobre de rico papel muy recio, no tenía timbre, sello ni inicial alguna, y venía ligeramente pegado con la misma goma de los bordes.
Por supuesto, que no se enteraría Carmen de que yo te enviabadijo Currita muy pensativa, y Leopoldina, con el hociquito fruncido y los ojitos entornados, como quien se ofende de la pregunta, contestó:.
¡Es tan mono! ¡Qué ojitos aquellos!, ¿pues y los plieguecitos de la nariz? y aquella boca, aquellos labios, el piquito que hace con los labios, sobre todo.
Jamás consiguió una criada divertirle con gigantes de los que tragan carne cruda, hazañas de ladrones ni aventuras maravillosas de princesas encantadas, pero si escuchaba a sus padres sucesos reales, casos vívidos, algo en que hubiera verdad, entonces, con los ojitos muy abiertos, como perrillo a quien enseñan golosina, se estaba quieto, esperando que la relación terminara, para hacer luego preguntas y más preguntas acerca de lo que no podía entender.
Segunda acercaba una vela para que la dama pudiera ver bien las facciones del niño, quien no parecía entusiasmado, ni mucho menos, con inspección tan impertinente ni con la viveza de la luz, tan próxima a sus ojitos.
A ver si te duermes Cierra esos ojitos.
Pestañeó la niña dos o tres veces, y luego cerró los ojitos, mientras su madre no cesaba de arrullarla con una aprendida del ama, una especie de gemido cuya base era el triste, ¡!, la queja lenta y larga de todas las canciones populares en Galicia.
Pues para que vean las niñas, ese mismo Mayoral que me había recibido tan mal, después me llevó a su casa para que sirviera de criada de mano, y me echaba unos ojitos Se puso celosa su mujer y entonces me mandó don Anacleto de enfermera a la enfermería, habiéndose muerto la vieja que era antes que yo.
-Como que yo creo que si ahora se muere más gente en el barrio no es por mo de lo que corre, sino por mo de esa gachí, que descoyunta a to aquel en quien clava sus ojitos, que paecen que se lo barnizan con rayos de sol toítas las mañanas trempano.
Y la de ojitos de cristal y tinta china murmuraba con voz atiplada y como si hablase consigo misma:.
¡A la novena, al sermón! y de Pascuas a Ramos un paseíto con la mamá por el Espolón o el Paseo de Verano, los ojitos en el suelo, no se habla con nadie, y en seguida a casa.
-Por los ojitos de su cara, martirio, que me permita usté que vaya, yo mañana por la noche a morirme de alegría delante de su ventana.
-Anda, vete, ladrón, que amortajao te vean pronto los ojitos de mi cara.
-Pos no estornude usté, por los ojitos de su cara -exclamó Soledad, avanzando pálida y trémula hacia la señora Gertrudis.
La maternidad, siempre tan hermosa, parecía en ella repulsiva, y el niño que se agarraba a su pecho tenía los ojitos llenos de moscas, que la madre ni aun se cuidaba de apartar con la mano.
Pero golvió a mirar, y más cerca dos otros ojitos briyaron, sintió un tropel a su espalda, le peresió que alguien se raiba, y ya, mitad de rabia y miedo, saltó al esplayao.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba