Ejemplos con obeso

Jake McConnolly es el obeso y dimwitted generalmente a hermano que demuestra a veces una cantidad impar de inteligencia, pero solamente brevemente para un valor de diversión.

Era un hombre notoriamente obeso, y muy adicto a la comida y a la cocina.

Dos años más tarde filmó Le Martyre de l'obèse inspirado por Colette Darfeuil que, para reavivar el amor de su marido, fingió estar enamorada de un joven obeso.

Iroh es interpretado por un actor bastante mayor y obeso, de rostro mucho más redondo que el real.

Cuàndo eres obeso, adquieren el poder de una granada normal.

El cuarto es Rufus, un luchador de Kung Fu obeso, que trata de enfrentarse a Ken Masters para probarse a sí mismo como el mejor luchador de los Estados Unidos.

Oé pone en boca de su personaje el hombre obeso tres monólogos: uno al inicio de la obra, refiriéndose a si mismo, otro, a mediados de la misma, refiriéndose a su hijo, y un último, al final, refiriéndose a su madre.

Esta relación hace que el hombre obeso quiera escribir la biografía de su padre, y recurre a ella para que le retornace los escritos que el había logrado reunir al cabo de los años, sin conseguirlo.

Se narra en ese episodio que el gran gobernante, obeso en grado sumo, gustaba del tykuetï o sopa blanca elaborada con leche y queso Paraguay, huevo y harina de maíz, plato que era cotidianamente infaltable en su mesa.

Esto se puede apreciar en un clip que representa la secuencia de presentación del programa, pero con Bart obeso: todo parece normal, excepto que Bart, en lugar de escribir alguna frase en la pizarra, saca un aperitivo de las máquinas expendedoras.

Wizards and Warriors es un juego que salio para la Nintendo NES donde controlas un personaje obeso y desempleado llamado Kuros.

En el lugar se haya una placa que reza: A José Obeso Revuelta y todos los que con él contribuyeron en la construcción de este edificio.

Nakeem es un Arrancar alto y obeso que siempre adopta una postura encorvada con las manos cruzadas en la espalda.

En consecuencia, se vuelve explosivamente obeso.

Bart y Lisa van con Krusty para comunicarle sus avances, pero lo encuentran en un estado deplorable: estaba obeso, luego de haber seguido una dieta de puras malteadas de chocolate, que él había creído que eran dietéticas.

Se trata de un hombre obeso que, al igual que el resto de los clientes, está a disposición de Los Simuladores.

Por mi parte, si usted me lo permite, le designaré como señor Eurípides, me sabe a repúblicaentró a decir don Celedonio de Obeso, ateo declarado y republicano agresivo, en el fondo, un pedazo de pan, un zoquete.

Pues los cristianos primitivosdijo el señor De Obeso, rebajando el tono y batiéndose en retiradaeran republicanos.

Debía haber sido obeso en tiempo de paz, pero ahora ofrecía el exterior suelto y lacio de un organismo que acaba de sufrir una pérdida de volumen.

Al frente de ésta tropa heterogénea iba un oficial de gendarmería, viejo y obeso, con el revólver en la diestra, el bigote erizado por la emoción y un brillo homicida en los ojos azules velados por la pesadez de sus párpados.

Vió a través de sus lágrimas a este viejo obeso, de una bondad sacerdotal, yendo de un lado a otro para reunir botellas y mezclar líquidos, agitando una cuchara en un vaso con alegre retintín.

Media hora después, Ferragut saltó a un muelle, sin que nadie se opusiera a su desembarco, como si la protección de su obeso compañero adormeciese todas las vigilancias.

Le acompañaba un señor rojizo y obeso, que parecía tener gran ascendiente sobre el patrón.

Era el mediterráneo obeso, de cabeza pequeña, cuello voluminoso y triple mentón, sentado en la popa de su barca de pesca como un patricio romano en el trono de la trirreme.

Esta gozaban los expedicionarios de a pie, en su mayor parte familias felices, que ostentaban satisfechas la librea de la áurea mediocridad, y aun de la sencilla pobreza: el padre, obeso, cano, rubicundo, redingote gris o marrón, al hombro larguísima caña de pescar, la hija, vestido de lana obscura, sombrerillo de negra paja con una sola flor, en la izquierda el cestito de los anzuelos y demás enseres piscatorios, y llevando de la diestra al hermanito, a quien pantalones y chaqueta quedaron ya muy cortos, y que luce la caña de las botinas, y levanta orgulloso el cubo donde flotan los simples peces víctimas del mortífero pasatiempo de su padre.

Y don Sebastián erguía su cuerpo de anciano obeso, estirando los brazos con la arrogancia de los últimos restos de su vigor.

A la salida del coro señalaba al chantre, un prebendado obeso, con el rostro cubierto de placas rojas.

Trabajaba exclusivamente en género extranjero, pero cuando Santa Cruz hizo su traspaso a los Chicos, también Arnaiz se inclinaba a hacer lo mismo, porque estaba ya muy rico, muy obeso, bastante viejo y no quería trabajar.

Viéndoles juntos, se observaba extraordinario parecido entre el señor de la Lage y su sobrino carnal: la misma estatura prócer, las mismas proporciones amplias, la misma abundancia de hueso y fibra, la misma barba fuerte y copiosa, pero lo que en el sobrino era armonía de complexión titánica, fortalecida por el aire libre y los ejercicios corporales, en el tío era exuberancia y plétora, condenado a una vida sedentaria, se advertía que le sobraba sangre y carne, de la cual no sabía qué hacer, sin ser lo que se llama obeso, su humanidad se desbordaba por todos lados, cada pie suyo parecía una lancha, cada mano un mazo de carpintero.

Ante la mesa y sus apéndices, no sin mil cumplimientos y ceremonias, fueron tomando asiento los padres curas, porfiando bastante para ceder los asientos de preferencia, que al cabo tocaron al obeso Arcipreste de Loirola persona más respetable en años y dignidad de todo el clero circunvecino, que no había asistido a la ceremonia por no ahogarse con las apreturas del gentío en la misa, y a Julián, en quien don Eugenio honraba a la ilustre casa de Ulloa.