Ejemplos con necesitaré

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Antes de la misma le llevaron su caballo a Espartaco, y él lo mató con su espada, diciendo: La victoria me dará bastantes caballos de entre los enemigos, y si soy derrotado, ya no lo necesitaré.
¿Necesitaré describir este joven? Es alto, va vestido de negro, lleva una cadenita de oro, en alongados eslabones, que refulge en la negrura, como otra idéntica que lleva el consejero Corral, pintado por Velázquez.
Mas para proporcionarme esa cantidad que dices, necesitaré robarla.
Como ni aun con esto cediera, tuve que subir un poquito el tono: Teniendo yo la fuerza necesaria para cargar contigo, quiéraslo o no lo quieras, no necesitaré usar de mi superioridad, que no es de caballeros amenazar con el rigor de las armas a hombres indefensos.
Reclamación imperiosa de la Naturaleza la Naturaleza diciendo No hay medio de oponerse la especie humana que grita ¿Me entiendes? ¿Hablo con claridad? ¿Necesitaré emplear parábolas o ejemplos?.
No necesitaré dar a usted nota escrita, ¿verdad?.
Necesitaré sí para huir de Cádiz, lo cual no es cosa fácil.
Hombre de Dios, ¿necesitaré explicar mi conducta? ¿Necesitaré decir que, convencido desde el principio de la imposibilidad de establecer en el patio un campo atrincherado, tuve que retirarme a esta sala, y apoyar mi centro de retaguardia en aquel armario, para operar con el ala derecha? Viendo que se acercaban con ímpetu formidable los franceses, hice un movimiento envolvente sobre mi ala izquierda, y me metí tras el armario, dirigiendo el raso de metales de la terrible arma de fuego que llevaba en mi bolsillo hacia el marco de la puerta, para que la trayectoria fuese directamente al patio.
¿Necesitaré decir que era Amaranta?.
¿Necesitaré jurarlo? Pues lo juro: juro que es la pura verdad.
En primer lugar, necesitaré una lancha rápida de la policía, una lancha de vapor, que debe estar en el embarcadero de Westminster a las siete en punto.
En seguida se acostará usted también, dejándome en poder de esta insoportable gallega, que me dará de vez en cuando agua con azúcar, único socorro que necesitaré hasta que venga mi primo Alvaro.
Así, pues, tengo que volver a empezar y necesitaré nuevas pruebas para estar convencido de que nuestra alma no muere con el cuerpo.
El saber humano es tan limitado que cuando os enseñe las matemáticas, la física, la historia y las tres o cuatro lenguas que poseo, sabréis tanto como yo, ahora, pues, siempre necesitaré dos años para enseñaros toda mi ciencia.
No necesito muchas, porque yo se las quitaré a los bandidos, pero para empezar, necesitaré cien más.
Esta noche lo necesitaré a usted.
––También necesitaré dos hombres fuertes y valientes, por si ofrecen resistencia.
Tal vez a mí mismo me echarán un día el guante, como ha sucedido con el pobre Pepino, y necesitaré entonces un ratón que me roa las puertas de la cárcel.
-Creo que no necesitaré decirle que está usted en la obligación de subsanarlos.
-¡Cuidado, que os descomponéis, en términos que necesitaré acaso recurrir a mi espada para haceros entrar en razón!.
-Es verdad: yo no los necesitaré, pero si te vas, no te vayas toda.
Casi, casi no necesitaré añadir una sola palabra, ni pronunciar las frases sacramentales y cursis yo la amo a usted que no se usan más que en las novelas.
Y Zein le dijo: ¡Oh santo derviche! ¿estás bien seguro de la virginidad de la que me hablas? Y de ser así, ¿cómo te arreglaste para adquirir esa certeza? Si viste por ti mismo a esa joven lo que debe permanecer oculto, ¿cómo quieres que sea virgen? ¡Porque la virginidad reside tanto en la conservación del sello como en que permanezca invisible! Y Abu-Bekr contestó: ¡Claro que no lo he visto! ¡Pero me cortaría la mano derecha si no estuviese como te he indicado! Y además, ¿cómo vas a arreglarte tú mismo, ¡oh mi señor! para tener una certeza tan completa antes de la noche de bodas? Y contestó Zein: ¡Es muy sencillo: sólo necesitaré verla un instante, toda vestida y completamente envuelta en sus velos! Y el derviche no quiso echarse a reír, por consideración a su huésped, y limitóse a contestar: ¡Buen fisonomista debe ser nuestro amo el emir para adivinar de esa manera, sin ver más que los ojos tras el velo, el estado de la virginidad en una joven a quien no conozca! Y dijo Zein: ¡Así es! ¡Y no tienes más que dejarme ver a la joven, si verdaderamente crees que es posible la cosa! ¡Y ten la seguridad de que sabré corresponder a tus servicios y estimarlos en más de su valor! Y contestó el derviche: ¡Escucho y obedezco! Y salió en busca de la consabida joven.
Como ni aun con esto cediera, tuve que subir un poquito el tono: «Teniendo yo la fuerza necesaria para cargar contigo, quiéraslo o no lo quieras, no necesitaré usar de mi superioridad, que no es de caballeros amenazar con el rigor de las armas a hombres indefensos.
-¡Si necesitaré yo que nadie me lo diga! Paco, mi mismo Paco me lo ha dicho, él, él mismo, con su manera de hablar y de mirarme y de portarse conmigo.

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