Ejemplos con naranjeros

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Actualmente, participa de tiempo completo en la Liga Mexicana, jugando en verano para los Sultanes de Monterrey y en invierno para los Naranjeros de Hermosillo.
El núcleo principal y más poblado es el barrio de La Estación, centro neurálgico y comercial del municipio, pero también existen otros caseríos o barrios importantes como Agua García, El Pris, Mesa del Mar, Guayonge, La Caridad, Los Naranjeros, Juan Fernández, Santa Catalina, entre otros.
Los trabucos Naranjeros, de fabricación belga en su mayoría.
Prestó sus servicios principalmente en Asturias y en la zona valenciana, donde eran muy conocidas remolcando los de trenes naranjeros.
Vio a muchas subir con el jarro de leche de almendras, que les dieran en el café de los Naranjeros, y de casi todas las cocinas salía tufo de fritangas y el campaneo de los almireces.
Carguen con poco ruido de baqueta y reserven los naranjeros hasta que yo ordene.
Las esbeltas palmeras, empinándose como fantasmas en la noche umbría, la vegetación pujante renovándose siempre por la humedad, los naranjeros, que por doquier brindan su dorada fruta, las enmarañadas enredaderas, vistiendo los árboles más encumbrados hasta la cima y sus flores inmortales todo el año, fresco musgo tapizando los robustos troncos, el liquen pegajoso, que con el rocío matinal brilla, como esmaltado de piedras preciosas, las espadañas, que se columpian graciosas, agitando al viento sus blancos y sedosos penachos, las flores del aire, que viven de las auras purísimas, embalsamando la atmósfera, cual pebeteros de la riente natura, las aves pintadas de mil colores, cantando alegres a todas horas, los abigarrados reptiles serpenteando en todas direcciones, los millones de insectos que murmuran en incesante coro diurno y nocturno, el agua siempre abundante para consuelo del sediento viajero, y tantas, y tantas otras cosas que revelan la eternal grandeza de Dios, ¿dónde están aquí?, me preguntaba yo, soliloqueando por entre los carbonizados y carcomidos algarrobos.
Sus tempranos bríos juveniles los gastó, durante la primera guerra civil, en limpiar furtivamente trabucos naranjeros y pistoletes de chispa, dedicar en el Rosario muchas oraciones al triunfo de la buena causa, y eludir las asechanzas de los liberales compostelanos, resueltos a medir las costillas de los carlinos, como los carlinos se las habían santiguado a ellos en los años de reacción absolutista.

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