Ejemplos con mozalbete

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por otra, intentar localizar a un mozalbete que fue abandonado en un recinto religioso al poco de nacer y cuyas únicas señas de identidad son su nombre, García, y un colgante que acompañaba al bebé.
Como estaba muy viejo buscó a un mozalbete para que lo ayudara.
¡vaya unos méritos! ¡Pch, pch! ¡Si es mérito ir todo sopladico, y enseñando diez centímetros de puño de camisa y darla de mozalbete, estando peor que yo, que canas tengo, pero al menos no se me cae la hoja!.
Y así se estuvieran probablemente hasta sabe Dios cuándo, a no abrirse de golpe la puerta, apareciendo en ella un hombre, no el camarero, ni menos el esperado Miranda, sino un mozalbete de algunos veinticuatro o veinticinco años, mediano de estatura, pronto y desenfadado de modales.
Hombre, es divino ¡es divino!masculló el mozalbete entre dientes, riéndose más bien con los ojos que con la boca.
Al pasar él junto a ellos, callaban, hacían esfuerzos para conservar su gravedad, aunque les brillaba en los ojos la alegre malicia, pero según iba alejándose, estallaban a su espalda insolentes risas, y hasta oyó la voz de un mozalbete que, remedando el grave tono del presidente del tribunal, gritaba:
Sin embargo, no había odio en su alma contra el mozalbete doctor.
El juez era un mozalbete despabilado, de estos que todos los días aparecen en los criaderos de eminencias, aspirando recién empollados a los primeros puestos de la administración y de la política.
Eres un mozalbete sin experiencia ni otro saber que el de los libros, que nada enseñan del mundo ni del corazón.
¡Admirable plan, que ha dado alientos por mucho tiempo a mi cansada vida! He soñado con ese matrimonio, como sueña el mozalbete con la mujer que adora.
El desairado llora en silencio su desaire, y el victorioso mozalbete goza sin reparo de las incomparables delicias que puede ofrecer aquel tesoro de hermosura.
-La democracia -dijo otro mozalbete con voz elocuente, aunque ceceosa- es aquella forma de.
Diego, de tal modo que cuanto nuestro mozalbete ponía por obra, lo consultaba con aquel.
-¿De modo -preguntó el mozalbete-, que yo seré un pelagatos, si llego a perder mi patrimonio o soy un bruto? Esto sí que es bueno.
¿No es aquel mozalbete el propio D.
Esa niña merece que la desuellen viva: ¿no ve usted cómo cotorrea con ese mozalbete? ¡Ah! ¡Por el Santo Sudario! ¡Cuándo volveré yo a fiestecitas a la Florida!.
Este es algún mozalbete que te hace la corte.
Mira, no seas tonta: puesto que nos hemos de arreglar y es preciso mantener la opinión, bueno sería que echaras de tu casa a ese mozalbete, y que se fuera con sus versos a otra parte.
¡Ah, señor don Elías: no sabe usted lo incomodadas que nos tiene este mozalbete! ¿No sabe usted a qué hora entró anoche? ¿Lo creerá usted? ¡A las doce!.
Su porte, sus movimientos acompasados y firmes, no podían confundirse con los de un mozalbete ni de un viejo.
¡Pues poco asombro recibió el señor cura al oír la explicativa al mozalbete!.
Ya estamos en plena civilización otra vez, y a fe que no lo deducirás del cantar que de entonar acaba ese mozalbete de blusa.
¿Qué no perdonará una mujer a un joven gallardo y elegante, enamoradísimo de ella, y que viene a buscarla y a ofrecerle su mano desde tan remotos países? Y por otra parte, ¿qué había de hacer él cuando ella había enmudecido, trémula y palpitante, y no respondía a sus palabras? Si el indio no hubiera hecho lo que hizo, o hubiera sido un ente sobrehumano de los que no se estilan, o un mozalbete ruin, desmedrado y muy para poco.
Un mozalbete se enamora de cualquiera de las niñas.
Y como la encontraba maravillosa, le dijo a su hijo Alí-Nur, mozalbete corrompido: Tómala, hijo mío, más vale que la goces tú que ese sultán viejo, que tiene no sé cuántas concubinas, cuya virginidad no puede disfrutar.
Subía don Frutos desde Coteruco a Carrascosa la víspera del día en que subimos el lector y yo, mientras hacía lo mismo por la vertiente opuesta un mozalbete, caballero en un rocín de alquiler, cuyo espolique, y a la vez dueño del jamelgo, caminaba más de cien varas atrás.
-¡Incrédulo! -exclamó el mozalbete afectando pesadumbre.
» Y es lo más donoso de todo esto que, en la mayor parte de los casos, el autor de la obra es un hombre que ha encanecido escribiéndolas, y el desdeñoso consejero un mozalbete casi imberbe y rapado en letras, que se ha metido a crítico por no servir para otra cosa.
¿No hay quien atienda a un caballero que pide albergue? ¿No tiene este castillo alcaide, escudero anciano ni paje mozalbete?.
Púseme a mirar en seguida con bastante atención a otro mozalbete muy bien vestido, cuya fisonomía me chocó, y el mozo, que gusta de hablar a veces conmigo porque le suelo dar algunos cuartos siempre que tomo algo, y que conoce mi curiosidad, se acercó y me dijo:.

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