Ejemplos con miráis
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Oh vosotros que giráis el timón y miráis a barlovento,Pensad en Flebas, que una vez fue apuesto y alto como vosotros.
¿Por qué me miráis de ese modo?exclamó volviéndose de pronto.
En verdad os digo que si no miráis por el pobre, el pobre no mirará por vosotros, y os pondré el caso de un mendigo que recibía zoquetes de pan, y era tan santo y bueno, que Dios le dio la facultad milagrosa de multiplicar los mendrugos que recibía.
Tú y tu bando no miráis a que nuestra Reina sea buena, sino a que seáis vosotras las únicas que le suministren sus diversiones.
Por mi edad y mi ciencia del mundo, estoy autorizado a ser extravagante, a tener , a reírme de lo que vosotros miráis con ojos de carnero y expresáis con retóricas almidonadas.
¿Por qué me miráis con esos ojos fijos, negros y tristes como noches? Si con ellos me suplicáis que lo diga, lo diré, aunque atropelle la ley de las conveniencias.
¿Por qué me miráis de ese modo?.
-¿Por qué me miráis con la boca abierta? -dijo bruscamente miss Fly-.
Estúpidos, ¿no os entusiasmáis con estas cosas? Mira, Gabriel, ya estamos subiendo: esta es la loma que veíamos desde lejos: este repecho que miráis a la izquierda es el repecho de Stari-Winobradi, a donde el general Vandamme nos condujo.
De la cual verdadera historia son buenos testigos estos cardenales que miráis.
¡Virgen Santa de la Luz! ¿Por qué me miráis así?.
al extremo que miráis.
Veo que a pesar de la reputación que tenéis de hombre superior, miráis todas las cosas desde el punto de vista mezquino y vulgar de la sociedad, empezando y acabando por el hombre, es decír, desde el punto de vista más estrecho que le está permitido abrazar a la inteligencia humana.
¿Qué diablos miráis a la derecha? Os están buscando.
-Desde luego, yo creo, mi querido hijo, que vos miráis ahora a Francia como una segunda patria.
-Vos no miráis más que lo pasado, y seguramente es sombrío.
-Beatriz exclamó don Álvaro-, si me amáis, si por vuestro reposo mismo miráis, es imposible que os conforméis en llevar una cadena que sería mi perdición y acaso la vuestra.
—«Ningún otro, señor, sino vos mismo, le responde Zópiro, pues sólo mi soberano pudo ponerme tal como aquí me miráis.
de la anual comunión, miráis a la primera.
-¿Cómo así venís vacío y mucho despacio? ¿Metidas las manos en el seno habéis de venir? ¿No miráis nuestra grande necesidad y trabajo de nuestra vida? ¿Por qué no traéis alguna cosilla para comer? Yo, mezquina, que todo el día y toda la noche me estoy quebrando los dedos hilando y encerrada en mi casa, al menos que tenga para encender un candil, bienaventurada y dichosa mi vecina Dafne, que en amaneciendo come y bebe cuanto quiere y todo el día se está a placer con sus enamorados.
miráis, mal, y si ella os mira, peor? ¡Con cuántos ha acabado aquel vulgar veremos, el.
— Y vos ¿por qué me miráis con esa cara de asombro?.
Y ahora miráis con terror nuestras caras escépticas,.
»Advierto que me miráis con incredulidad un poquito burlona.
En verdad os digo que si no miráis por el pobre, el pobre no mirará por vosotros, y os pondré el caso de un mendigo que recibía zoquetes de pan, y era tan santo y bueno, que Dios le dio la facultad milagrosa de multiplicar los mendrugos que recibía.
Tú y tu bando no miráis a que nuestra Reina sea buena, sino a que seáis vosotras las únicas que le suministren sus diversiones.
- Majestad -dijo el señor Myriel-, vos miráis a un buen hombre y yo miro a un gran hombre.
De estas resultas, la muchedumbre se mostraba dispuesta a defender a Pisístrato, juntáse el pueblo, y haciendo Aristón proposición por escrito de que para custodia de su persona se dieran a Pisístrato cincuenta maceros, levantándose Solón lo contradijo, e hizo presentes al pueblo muchas cosas por el término de éstas que escribió en sus poemas: Os pagáis de la lengua y las palabras de un hombre enlabiador y artificioso, mas no miráis, atentos, su conducta.
miráis por un lado, os parece un ángel, y si por el otro un demonio? Pues así es la Muerte.
—Es —dijo el ministro que estaba en medio de ambos— que la miráis por diferentes.
