Ejemplos con mezquinos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el Universo Imaginario de Tolkien y en la Novela El Silmarillion, Mîm era un Enano de la raza de los Mezquinos.
El propósito declarado de la Legión fue la creación de un hombre nuevo, que debería poner a su país y su religión antes todo, superando los intereses mezquinos del liberalismo y el comunismo.
El halagar a don Antolín era empresa más ardua, y el pobre curita sufría mucho para tener propicio al avaro, que se irritaba si no le devolvían a tiempo sus préstamos mezquinos.
Currita comprendió el terrible reproche que esta intencionada observación encerraba, y sin tiempo para reflexionar, y convirtiendo en ira contra los demás el propio remordimiento, achaque común de todos los mezquinos, olvidóse de su suavidad y mansedumbre, y se revolvió furiosa, como una gata arisca a que pisan el rabo, en la impetuosidad de su ira, cometió la imprudencia de disculparse:.
Cuando solemos encontrarnos con seres mezquinos, con almas degradadas, para las cuales el respeto propio es vana palabra, que si llega a los oídos no conmueve el corazón, ni tiñe de rojo las mejillas, decimos: ¡Alma de esclavo! Y sin quererlo pensamos en una vida de miseria que envileció el carácter y encanalló el espíritu.
Los un día mezquinos capitales de doña Lupe, él se los había centuplicado en un par de lustros, siendo esta la única persona que asociaba a sus oscuros negocios.
Mientras tuviese la Iglesia incrédulos que amordazar, fueros que defender o privilegios que exigir, la vida contemplativa se le antojaba propia de espíritus mezquinos.
¿No pudiera darse otra forma de construcción a las casas, de suerte que este sitio quedase separado de la vivienda, como en otros países lo hemos visto constantemente observado? ¿No pudieran llegarse a desusar esos vidrios horribles, desiguales, pequeños, unidos por plomos, generalmente invertidos en las vidrieras? ¿No se les podrían sustituir vidrios de mejor calidad, de más tamaño, y unidos entre sí con sutiles listones de madera, que harían siempre mejor efecto a la vista y darían más entrada a la luz? ¿No convendría desterrar esas pesadas maderas que cierran los balcones, llenas de inútiles rebajos y costosas labores, sustituyéndoles puertas-ventanas de hojas más delgadas y lisas? ¿No pudiera introducirse el uso de las comodísimas chimeneas para las casas sobre todo más espaciosas, como se hallan adoptadas en toda Europa? ¿Tanto perderíamos en olvidar los mezquinos y miserables braseros que nos abrasan las piernas, dejándonos frío el cuerpo y atufándonos con el pestífero carbón, y que son restos de los sahumadores orientales introducidos en nuestro país por los moros? ¿Qué mal haríamos en desterrar los canalones salientes, cuyo objeto parece ser el de reunir sobre el pobre transeúnte, además del agua que debía naturalmente caerle del cielo, toda la que no debía caerle, y en sustituirles los conductos vertederos semejantes a los de Correos, pegados a la pared?.
Las mujeres trajinaban, disputaban, se agarraban, daban de mamar a sus críos en plena calle, detrás de los tapiales, por los mezquinos huertos de coles y habas, a la sombra de un retuerto manzano, los enamorados se pasaban la tarde mano a mano y juntos.
El grave Momaren, que parecía incapaz de mezclarse en asuntos mezquinos, mostraba una malignidad extraordinaria al hablar del famoso senador.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba