Ejemplos con mereció

El conjunto dirigido por Freddy Ternero caería, finalmente, por dos goles a cero pero la actuación de Rainer en su estreno con la blanquiroja mereció una mención aparte.

De ahí las alabanzas que mereció por parte de pensadores como Friedrich Nietzsche y otros.

Hubo un concurso público de diseños para la nueva bandera, sin embargo, ninguno de los diseños aportados mereció la aprobación de la comisión encargada del diseño de la nueva bandera.

Harnett, por su parte, adquirió cierto éxito y ejerció una influencia considerable sobre otros pintores en el género del trampantojo, pero tampoco mereció el respeto o la atención de los críticos.

Fue una decisión difícil, pero sin duda mereció la pena.

Su personificación de la lavandera transformada en empresaria que se hunde en el alcoholismo mereció el premio Volpi en el Festival Internacional de Cine de Venecia aunque algunos críticos dijeron que había una sobrevaloración de la técnica en su desgarradora interpretación.

Se destacó principalmente en el club Gimnasia y Esgrima La Plata, donde mereció el apodo de Maestro.

Su destacada actuación en el ámbito ferroviario le mereció que la estación de trenes de la localidad de Empalme Olmos lleve su nombre.

Dar al país un cuerpo de leyes que mereció la aprobación del Senado y la sanción del emperador,.

En Minglanilla mereció el aplauso de su superior, Palacios, mientras que Santés fue cesado.

Brásidas, atípico estratego espartiata, fue sin duda el más destacado de la guerra arquidámica, por lo que mereció el elogio de Tucídides por su talento militar y su habilidad diplomática.

Aquel conjunto que mereció el sobrenombre de poetas del Césped y con el cual se sigue distinguiendo a los conjuntos albos, marcó una verdadera época en su oportunidad.

Su primer trabajo, Sobre los cantos en el Edda, no mereció ninguna atención.

Su memoria sobre Potestad Marital mereció los honores de ser indicada como modelo en el Código Civil.

La novela narra las aventuras y los amores de Pierres de Provenza con la linda Magalona con gracia y ternura, de forma que mereció los elogios de Marcelino Menéndez Pelayo.

Su sorpresa fue tal, que por poco se vuelve loco, sin embargo, y de la manera más extraña, que fue algo así como un pensamiento, le fue manifestado que en castigo por su actitud, le fue transmutado el oro por piedras, porque no lo mereció.

Realizó su bachillerato en Francia y allí adquirió el dominio del francés, idioma en el cual, desde muy joven, escribió sus primeros poemas, alguno de ellos le mereció correspondencia con Paul Claudel.

Fundador del Boletín-revista del Instituto de Badajoz, a sus expensas costeó cincuenta y siete premios extraordinarios en dicho instituto, rasgo que mereció ser agradecido por Real Orden.

Dado su estatus de potencias comerciales esta guerra implicó a gran parte del mundo griego y por lo tanto mereció la mención de Tucídides, junto con la Guerra de Troya, como guerra comparable a la Guerra del Peloponeso.

Sin apartarse jamás de sus convicciones y del alto concepto que siempre le mereció nuestra Patria, creó y redactó el ideario de la institución PROMARINA.

Como literato, su estilo era exagerado e incorrecto en alto grado, pero como pintor mereció justas alabanzas, especialmente por sus paisajes y figuras de hombres y animales.

Tercero, que el Orden romano, debidamente adoptado en España, mereció ser tratado particularmente por cada una de las diócesis, resultando de ello una admirable variedad.

Su triunfo le mereció ser condecorado por el Presidente de la República con la Orden de Duarte, Sánchez y Mella en el grado de Gran Caballero, y ser distinguido como Héroe Deportivo Nacional por el Congreso Nacional.

Crespo Azorín mereció la rotulación de calles en la localidad en que nació y en la ciudad en que desempeñó mayormente su actividad.

Tipu Sultán demostró sus habilidades como diplomático, hecho que mereció el reconocimiento sobre los mismos británicos, ya que pudo concluir de manera honorable una guerra de desgaste en ambos bandos.

Aseado, en cuanto era posible, dada la incuria de su dueño, el tal gabinete mereció toda mi atención.

Aquel marido aceptado en un arrebato de ira, sí no llegó a inspirarla amor mereció la tierna simpatía del agradecimiento.

La prenda empeñada y no redimida acusa de ingrato al calavera a quien sacó de un apuro y del que no mereció luego igual merced.

Viva mil siglos la gran Dulcinea del Toboso, y sea su nombre estendido por toda la redondez de la tierra, pues mereció ser amada de tan valiente y tan honesto caballero, y los benignos cielos infundan en el corazón de Sancho Panza, nuestro gobernador, un deseo de acabar presto sus diciplinas, para que vuelva a gozar el mundo de la belleza de tan gran señora.

Hermano mío dijo el cura, estos dos libros son mentirosos y están llenos de disparates y devaneos, y este del Gran Capitán es historia verdadera, y tiene los hechos de Gonzalo Hernández de Córdoba, el cual, por sus muchas y grandes hazañas, mereció ser llamado de todo el mundo Gran Capitán, renombre famoso y claro, y dél sólo merecido.